43 | Esa mano...

2.1K 143 105
                                    



Quedaba un mes para la boda y los preparativos estaban todos por completarse, ahora mismo llevaban dos semanas en su nuevo hogar, donde estaban por terminar los últimos arreglos en sus respectivos setups.

—No, del otro lado.

—Amor, es la tercera vez que la pongo allí— Dejo la maceta en la esquina visible.

—Me decidí que se ve mejor allí. Míralo, pendejo...

Félix había arrastrado un poco la maceta tirando algo de tierra en el piso.

—Tú limpias.

Lo miró mientras se reía al mirarlo y ver la cara que hacía, Félix se acercó a despeinarla rápidamente para molestarla, haciendo que ella se levantara de la silla con rapidez para ir tras él y empezar a seguirlo por el pasillo. Félix era mucho más rápido que ella, llegando antes a la sala de estar, donde trato de ocultarse atrás de uno de los sillones.

—¡Wey! Me lo acababa de planchar...

—Ah... pues ni modo.

Samy volvió a tomar la iniciativa para correr hacia él, lo cual le salió bastante mal. Félix se siguió por el pasillo hasta subir las escaleras de la casa, haciendo el camino un poco más difícil para Samantha, quien venía resbalándose varias veces por sus calcetas. 

—Espérame... ¡Félix!— Resbaló cayendo sentada.

El pelinegro regresó con ella al escucharla, mirándola en el suelo mientras se dejaba recostar en el mismo.

—Mi vida— Bajó a ayudarla—. ¿Estás bien?

Samy trataba de contener la risa aún así se haya lastimado, la idea de imaginarse cayendo la hacia olvidarse de cualquier dolor. Félix tomó los brazos de la rubia para ayudarla a levantarse con cuidado, volviéndola a la realidad, notando que de verdad se habían lastimado.

—Ay wey...— Aguantó la risa.

—¿Te duele? ¿Estás bien?

—Estoy bien... sólo...— Lo miró—. Me duele un poco, pero no te preocupes— Al estar frente a él lo empujó levemente—. Es tu culpa.

—¿Mía?

—Para que me haces seguirte— Sobó sus caderas—. Ay...

—Ve a recostarte, te daré algo para el dolor.

—Sabes qué es broma— Tomó su brazo.

—Lo sé— Le sonrió reconfortante—. Ve a recostarte, no voy a tardar.

Samy asintió para subir con cuidado las escaleras, llegó a la habitación y se recostó con cuidado, sintiendo un leve placer al estar recostada y dejar descansar todo su cuerpo. Pasaron los minutos y Félix llegó a la habitación con una pastilla para calmar el dolor.

—Ya no vuelvas a correr con calcetas.

Samy lo miró para hacer un puchero al recibir la pastilla mientras se sentaba en la cama para acomodarse totalmente en la cama.

—Ya vente a acostar— Dijo Samy después de tomar la pastilla—. Mañana seguimos con lo del setup, vemos una película o algo.

—De acuerdo, no tardaré— Tomó el vaso de que ahora estaba vacío—. ¿Quieres otra cosa?

Samy negó.

Félix salió de la habitación para llevar el vaso a la cocina y apagar cada una de las luces de la casa para volver con ella. Al llegar a la habitación se encontró con Samy, quien estaba acostada en medio de la cama buscando algo en el televisor. Samy extendió sus brazos apenas lo vio llegar, imitando a una niña pequeña que quería su dulce favorito.

Lust For Life  ⸻  ❝Riverducción❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora