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Con mis amigos teníamos una obsesión por estar en lugares públicos de noche, pero no cualquier lugar, nos encantaba especialmente entrar a lugares en los cuales si nos encontraban capaz que hasta presos nos metían
Hoy le tocaba a nuestro propio colegio, nos habíamos asegurado de dejar una de las ventanas traseras entreabierta para poder pasar.
Cuando llegamos por suerte seguía abierta así que nos dispusimos a pasar todos, uno de mis mejores amigos llevaría a unos chicos de otra escuela, los cuales conocía porque jugaban al fútbol juntos.
Entramos a una de las aulas más solitarias a la cual el que cuidaba nunca iba a vigilar, sacamos algunas cosas que trajimos para comer así como para tomar, un rato después llegaron los demás.
Cuando me levanté para saludar no pude evitar observar detenidamente a uno de ellos, tenía el pelo medio largo, ojos azules y una sonrisa hermosa, parece que él también me observó bastante por qué estábamos mirándonos muy fijamente.
Unos segundos después reaccioné y volví con los demás, cuando nos sentamos todos en ronda este mismo chico habló.
—¿A qué vamos a jugar?— Su voz era suave y adictiva por lo que me mordí el labio un poco, dejando de hacerlo cuando me vio.
—íbamos a jugar a la ouija pero a alguien le dio miedo— dijo mi mejor amigo recalcando ese alguien mientras me miraba.
—y bueno nene mira si termina alguno poseído, deja nomas— tuve la necesidad de volver a mirarlo, notando cómo él ya lo estaba haciendo con una sonrisa ladina, lo único que pensé en ese momento fue "que hombre".
—Vamos a hacer verdad o reto y el que no conteste toma un trago, cuando se termine jugamos a la botella— explicó una chica sacando una botella de vodka, no sé cómo quería que salgamos vivos de ahí.
Tragos van tragos vienen me tocó a mí por lo que una de las chicas del otro colegio me preguntó, ya un poco borracha.
—¿verdad o reto?— la pensé bastante pero sinceramente ella no me conocía así que no podría hacer alguna pregunta personal.
—verdad...— dije viendo cómo se ponía a pensar, para después hacer una pregunta.
—¿te comerías a alguien de la ronda?— uy, esa estuvo fuerte, mí mente fue directo a ese chico pero no quería quedar como alta tarada la verdad, capaz tenía novia.
—mejor reto— ella sonrió aún más por lo que me arrepentí al instante que habló.
—te reto a comerte al que más lindo te parezca— mire a mí mejor amigo en busca de ayuda.
