Sabor A Ti

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Mayte Pov

Abro los ojos y me da susto haber soñado todo lo de anoche pero no, la escuchó cantar en la cocina como si estuvieramos casadas. Me asomó por el respaldo del sofá y la veo semidesnuda, solo con mi camiseta encima.

-Hola Fernanda.

- Hola señorita. No se le quita lo buena para dormir a usted.

- Estoy cansada - le digo y me lanzó al sofá de nuevo.

- Ya le llevo desayuno oiga.

La veo venir con una bandeja, la apoya en la mesa de centro y me mira.

- ¿Te puedo besar? - le preguntó.

- Si, beseme - se acuesta sobre mi y me besa. Meto mis manos por debajo de la camisa que lleva puesta y tocó sus nalgas con mis manos y es que las tiene de otro mundo.

- Oiga le gusta mucho parece - me dice entre sonrisas.

- Tu me encantas Fernanda. Yo sé que esto no es posible pero me vuelves loca - me calla con un beso.

- Oiga, las dos sabemos la realidad y no es que me sienta orgullosa pero así son las cosas. Usted me gusta mucho sabe, ¡por la madre le juro que me gusta así pero tanto tantito!, le dice Fernanda.

-¿Y qué te gusta tanto de mí?, le dijo Mayte.

- Todo me gusta sus ojitos, su boca, me gusta como habla que me habla tan re bonito- me río - me gusta como me besa, como me toca. Me gusta como me mira, nadie me había mirado así antes, como si no existiera otra mujer en la tierra.

- Es que no existe otra - la beso y le quito la camiseta. Ella me destapa y me besa, toca mi cuerpo. Me completa.

Suena mi teléfono y lo dejo sonar pero insisten y ella se detiene.

- Responda - me lo pasa - es su novia oiga. Se levanta y se viste nuevamente.

- Hola - respondo un poco nerviosa - ¿Abajo? - me levanto nerviosa - ya bajo - corto la llamada.

- Es Ilse, se vino temprano y necesita que le ayude con unas cosas. Perdón - le digo porque siento su angustia.

- Vaya donde su mujer, no se preocupe. Yo me voy a vestir - me dice y se va al cuarto.

- Fernanda - la detengo abrazándola por la espalda.

- ¿Señorita?

- Fernanda, besame.

- La está esperando su novia oiga.

- ¡Bésame por favor!

Se da la vuelta y me besa, me come la boca. La aprieto contra mi cuerpo y se separa. Entra a al habitación y cierra la puerta. Me visto rápido y bajo a buscar a ilse, no puedo ni mirarla pero la saludó como siempre. Subimos en el ascensor y no puedo decir nada, solo pienso en Fernanda y recuerdo la ropa regada en la sala del depa. No tengo como comunicarme con Fernanda así que inventó algo en mi cabeza y no sé me ocurre nada hasta que llegamos al piso. Entramos al depa y no veo ropa por ninguna parte. Fernanda ordenó todo y ella está sentada en el sofá, el mismo donde hicimos el amor.

- Hola Fernanda - le dice Ilse - ¿Cómo lo han pasado?

- ¡Hola! Con mucho trabajo ¿Y usted? - le pregunta, se levanta y la saluda con su mano. Ilse se saca todo lo que trae encima.

-¡Qué bueno! Yo tengo que volver a viajar ahora pero tenía que traer esto. Además de venir a darle un beso a la más hermosa del mundo - se voltea hacia mí y me toma por la cintura. Se contiene porque está Fernanda pero me lleva a la habitación corriendo.