The Legend of Zelda - Ira de Vaati.

Hyrule restaurado

Vaati, estando paralizado por los ataques que recibió por Link y sus clones, de su cuerpo brotaba sangre, sus vestidos ya estaban rasgados, su cuerpo ya tenía heridas profundas y quemaduras de gran magnitud.

Link entonces se apresuró y dió un salto hacia donde estaba Vaati postrado sobre tierra y cuando estaba por llegar a dónde estaba Vaati, blandió su Espada Cuádruple y dejo el filo del arma hacia abajo, de manera que traspasó desde la frente hasta la nuca de Vaati. Hubo un momento de silencio al ocurrir eso, y después de varias respiraciones de parte de Link, las cuales eran apresuradas y agitadas, Vaati miro a Link y en sus ojos se veia tristeza, dolor y furia, dijo entonces Vaati a Link.

Vaati - No... No otra vez........

Link - ¡Se acabó!

Vaati - débil, contra el mismo niño de antes...

Link - yo no soy ese Link, no soy el héroe de los hombres ni de los Minishs... ¡Soy un aprendiz de herrero!

Entonces Link separó su espada del rostro de Vaati y se movió a una distancia lejana de Vaati. Vaati grito con gran furia y llanto, y mientras se desmoronaba su rostro y cuerpo, gritaba con gran furia.

Vaati - ¡¡LINK!!

Entonces, el cuerpo de Vaati se deformó mientras se destrozaba su carne, como si fuera un objeto de vidrio el cual era sometido a gran fuerza la cual le obligaba a quebrar. De su interior una gran energía oscura y morada salió y destruyó el cuerpo de Vaati y escapó del castillo y llegó a los cielos y ahí dió vueltas y se fusionó con la nube que estaba sobre el castillo y tomo forma de una criatura semejante a Vantara y Vaati al mismo tiempo, aquella energía se lanzó hacia a Link con la esperanza de acabar con todo de una sola vez.

Sin embargo, Link con gran calma sujetó la Espada Cuádruple y la llenó de energía y arrojó está energía a la esencia de Vaati que aún quedaba. Y así, la luz dorada golpeó la energía oscura de Vaati y lo destruyó hasta que explotó en los cielos y lo extinguió para siempre y por siempre.

Tras aquella explicación las nubes se despejaron y dejaron expuestos los cielos ya oscuros de la muy temprana mañana.

El castillo permaneció en silencio y el viento era el único sonido que era audible en cada rincón del palacio y del jardín real. Link permaneció de pie, pero cuando sus fuerzas  flaquearon, enterró su espada en la tierra y del pomo se aferró.

Zelda entonces avanzó rápidamente y dejo caer el arco y las flechas al suelo y avanzó a dónde estaba Link y lo tomó en sus brazos para que no callera en tierra de forma brusca. Link se postró en el suelo y Zelda posó sobre el suelo junto a Link y lo miro con detenimiento; vio su rostro sucio por tierra y con golpes en sus mejillas y cortadas pequeñas. Movida a compasión, con su mano derecha limpió el rostro de Link, entonces él la vio con una ligera sonrisa en su rostro y le dijo.

Link - Je... Lo-lo hicimos...

Zelda - ¡Sí... Detuvimos a Vaati! Pero... El castillo, la gente, todo está destruido...

Link entonces observo todo a su alrededor y miro lo devastado que estaba el castillo, el jardín, la entrada al santuario. La soledad del castillo mostraba tristeza y dolor.

Entonces Link miro a Zelda y también limpio el sudor y la tierra que había en su rostro. Está acción de Link despertó en Zelda un desespero y tristeza al ver el rostro de su mejor amigo, y de manera instantánea lo abrazó y de sus ojos brotaron unas lágrimas, después de ese momento de cariño Zelda volvió su rostro al castillo y dijo entonces.

Zelda - todo quedó devastado... ¿Cómo regresaremos al castillo su esplendor?

Link entonces se puso en pie y miro al cielo oscuro y a los pilares del castillo ya derrumbado y cerró sus ojos. En ese momento miro dentro de sí mismo, como él tomaba su arma y junto a Zelda como devolvían al castillo a la normalidad.