Capítulo 7: Tierra de hadas

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Cada dos años se realiza el ritual de las flores, uno en dónde las hadas cantan y bailan alrededor de una fogata. En dónde le hacen una ofrenda a la madre naturaleza, más que nada a las viejas hadas que existieron hace siglos y también la ofrenda consiste en que la aldea obtenga mejores frutos, que siga permaneciendo mágica y la esencia que ofrece. Este ritual por lo regular, se hace en la tarde, en dónde el sol está en su punto más fijo y dónde las flores por lo regular, reciben más luz que agua, en todo el año. 

De hecho, estas dos semanas que han pasado, las hadas han organizado todo lo relacionado al ritual y preparando la fogata para hoy, y que quede todo listo.

Han pasado dos semanas exactamente y tanto Rosalinda como Tony, apenas se han acostumbrado al nuevo cambio, pero al menos están progresando los dos, despacio. No ha sido fácil para ninguno de los dos, pero al menos se están adaptando y eso es bueno. Todavía siguen superando esto, más que nada el duelo (especialmente Tony, que le está costando todavía hacerlo), mientras que Rosalinda aún tiene pesadillas, pero al menos está tratando de combatirlas cada noche y al mismo tiempo, afrontarlas.

En dos semanas, Rosi le ha escrito innumerables cartas a su madre, diciéndole todo lo que ha hecho, desde que abandono el castillo; pero no ha recibido ninguna de su madre. Rosalinda no sé quiere preocupar, tal vez su madre debe estar ocupada y no tiene tiempo para escribirle. Quiere creer eso, una razón para no ir a casa e ir a ver a su madre, a ver sí está bien o no.

Incluso, se ha quemado el cerebro a más no poder, de tanto leer los mismos libros, una y otra vez. Sun como Lanni, le han dicho varias veces que descansé, que se distraiga con otra cosa. Rosalinda no ha descansado bien por más de medio año, está tan cansada, que apenas puede concentrarse del todo. Eso no es bueno para su salud y aunque debería dormir, Rosalinda no quiere hacerlo, esto por sus pesadillas.

De todos modos, ha intentado averiguar más sobre la flor de la vida, pero todavía no consigue nada. Tal vez Sun tenga razón: que debería darse un respiro y tener la mente clara, antes de seguir con su búsqueda.

Rosalinda no sé dará por vencida, va hallar lo que sea y saber que es lo que la flor de la vida puede hacer.


—El ritual quedará bien, ¿no? —comento un hada bastante mayor, volteando a ver la hechicera.

La mujer tenía el cabello plateado (cómo el de Rufus), solo que más brilloso, de piel blanca y con el rostro arrugado, usaba un vestido color blanco que le llegaba a los pies y usaba un bastón de madera torcida. Era la persona más ancestral y vieja que hay en la aldea, que cree firmemente en la naturaleza y cómo puede ofrecer muchas cosas. Hay hadas jóvenes, maduras y viejas. Las más viejas son las líderes de la aldea, las que se encargan de protegerla y también de que sigan en armonía, a pesar de los problemas que tienen afuera.

Sun estaba viendo a las demás hadas trabajar para el día de hoy y estaba a lado de la mujer llamada Aranza, una mujer bastante sabia, para la edad que tiene. La hechicera la respeta mucho, sobre todo porque ha visto mucho en su larga vida, así cómo las cosas que ha visto, por más de 500 años.

Vio a las demás hadas preparar la fogata, mientras que en toda la aldea, había lianas colgadas en el gran roble y en algunas casas también. Con diferentes tipos de flores, incluso había algunas antorchas, que en la noche se prenderían, iluminando toda la aldea. Sin duda, es algo hermoso apreciar cuando es de noche y la aldea cobra vida, después del ritual de las flores.

Ya que el ritual de las flores, es el final del verano, para dar comienzo al otoño.

—Creo que va a ser mejor que hace dos años —dijo Sun, recordando ese momento.

PRINCESA GUERRERA: Una nueva aventura [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora