Recorrimos todo el camino de regreso luego de todo lo sucedido, las chicas estaban ansiosas y algo aturdidas, incluso yo, apenas estaba asimilando lo que había pasado, no podía creerlo, hice justicia por mi propia mano, y me sentí bien haciéndolo, no me arrepiento, se lo merecía.
- No debiste matarlo, Dan. - Dice Francis algo preocupado. - Si nos metemos en líos que le puedan generar problemas al jefe, estamos muertos, y no exagero. Solo robamos y golpeamos a la gente de vez en cuando, ya sabes, trabajos sucios pequeños, pero entiendo que lo hayas hecho por tu madre.
- Gracias, creo que sí hubiese ido solo, ya estaría muerto. - Me bajo del auto y no veo las luces encendidas en casa de mis tíos, por lo que Carl y yo entramos por la puerta trasera y subimos directo a la habitación. Con todo lo que pasó, no sabemos ni qué hacer, por lo que nos decidimos en irnos a dormir y confiar en que no pasará nada.
[Min: 00:44]
No tardo mucho en dormirme, pero tal vez no haya sido lo mejor; comienzo a soñar, camino con mi madre por el parque al que solíamos ir seguido cuándo era niño, fueron momentos muy felices que pasé con ella, y cada instante que pasamos juntos, me hizo sentir tan bien, es como si me estuviese recompensando por mis acciones, por haberla vengado, pero no...
Incluso un hermoso y perfecto sueño puede convertirse en una maldita pesadilla, estaba en casa de mi padre, golpeándolo en la cabeza cómo si no hubiese mañana, la sangre salpicaba sobre mí y todo se iba tornando más rojo. Sólo estábamos él y yo, cuándo creí que ya había sido suficiente, me giré, a punto de salir por la puerta, pero empecé a sentir todo frío, y luego ya no podía sentir nada, quería moverme pero me resultaba imposible.
- Lo que hiciste no cambiará nada. - Se me pone la piel de gallina de sólo escuchar a mi padre decir eso. - Eso no cambiará que maté a tu madre, y que también te mataré a tí.
- ¿Por qué no solo te vas a la mierda y me dejas en paz? - Digo mientras me giro lentamente a verlo. Pero al girar por completo mi cabeza, puedo verlo, está de pie, sintiendome con la mandíbula rota, viéndome como si fuese a abalanzarse sobre mí después.
- Ya no hay forma de que te deje en paz, aquí es dónde comienza tu baile con el puto diablo, yo ya terminé el mío. - De su boca comienza a salir sangre como si de una cascada se tratase, y luego comienza a reír a carcajadas, sin dejar de mirarme a los ojos.
- Los muertos no hablan, pedazo de mierda, ya déjame en paz, si tengo que matarte de nuevo, lo haré, ¿Me oyes?, ¡LO HARÉ!. - Me despierto de golpe al escuchar a Carl decir que alguien estaba tocando a la puerta.
Nos asomamos por la ventana de arriba y habían dos patrullas de policía, una era de mi ciudad, y la otra de ésta. Carl y yo lo sabíamos, venían por nosotros, no nos quedaba de otra.
- Tenemos que largarnos de aquí, Dan.
Empacamos poca ropa en nuestras mochilas, Carl toma su bolso y otras cosas, yo por mi parte tomo mi mochila y mi billetera, corremos hasta el final del pasillo del segundo piso y abrimos la ventana, por suerte no está tan alto, y podemos bajar con facilidad. Corremos y saltamos la cerca del patio, y llegamos al callejón que está detrás de la casa.
- Tenemos que ir a buscar a Josh, es nuestra única salida ahora, ya luego veremos qué- No termina ni la oración cuando vemos cómo una patrulla viene hacia nosotros.
- ¡Cuidado! - Saltamos cada uno a un lado para evitar ser arrollados, la patrulla pasa de largo y se detiene a unos cuantos metros de nosotros, nos levantamos y corremos hasta salir del callejón y detenernos brevemente en la esquina.
- Sólo corre, y no pares. - Volvemos a correr y sigo a Carl sin siquiera mirar atrás.
[Min: 01:00]
Nos metemos por otras casas, atravesamos patios y subimos techos con tal de despistar a los policías, y funciona, los idiotas no dejan sus autos por nada. Hasta que uno de ellos se bajó y comenzó a seguirnos, saca su arma y nos apunta, una de las balas pasa por mi lado, y le da a Carl en la oreja, él grita de dolor pero no se detiene.Nos trepamos por una pared en un callejón, lo que nos da la suficiente ventaja como para escapar de ellos, llegamos a un club llamado 'La grotte dorée' y nos acercamos a la puerta principal, el guardia identifica a Carl y nos deja entrar, caminamos entre la multitud y el aire cambia, todos están disfrutando pero nosotros estamos en problemas.
Subimos a las escaleras hasta llegar al quinto piso, y entramos a una oficina, el lugar es hermoso, elegante. Al entrar veo a un hombre, de unos 50 años tal vez, viste de forma elegante, y está recostado en su silla con los pies sobre él escritorio, hay cinco sujetos más en la habitación, sus guardaespaldas al parecer.
- ¿A qué debo el placer petit Carl? - Es notorio su acento francés, ya decía yo que no se veía de por aquí.
- Señor Vincent, estamos en problemas, necesitamos de su ayuda, haremos lo que sea, trabajaremos los dos para usted en lo que necesite, pero ya no es seguro para nosotros allá afuera. - Carl es quién habla y parece tener todo bajo control, el hombre me analiza y luego pregunta.
- ¿Y quién es el otro muchacho? - Cuestiona mientras se sirve un vaso de Whisky.
- Es mi primo, Daniel, él también está dispuesto a trabajar para que usted nos ayude. - Con ésto, el hombre se levanta de su escritorio y camina hacia la ventana gigante que está detrás del mismo, dando vista a la multitud del club.
- Una vez dentro petit Carl, es imposible salir, les daré mi ayuda si me resultan valiosos, sé que lo eres, y espero que jeune Daniel también lo sea, hay un trabajo, requiere de cuidado y precisión. Solo deben recuperar algo que me pertenece de uno de los depósitos del muelle al otro lado de la ciudad, háganlo, y estarán dentro. - Termina lo anterior sin retirar la mirada del cristal, luego se gira y con una sonrisa en la cara continúa. - Mañana en la noche lo harán, pueden quedarse en la habitación de invitados mientras tanto aunque, les recomiendo usar las sábanas del armario, no pregunten.
Uno de los guardaespaldas nos acompaña a la habitación de invitados, dejamos nuestras maletas ahí, y bajamos a la barra, pedimos dos tragos y nos quedamos en silencio por unos minutos, luego Carl pide la botella completa, y se sirve otro trago, yo por mi lado miro entre la multitud y mis ojos se pierden al ver a alguien familiar, no sé si mi mente me engañó, pero no podía quedarme con la duda.
- Ya vuelvo, voy al baño. -Me levanto de mi silla y me adentro entre la gente bailando, sigo a esa persona casi perdiendola, hasta que llego al otro extremo del salón, hay un cuarto oscuro y la veo entrar, estoy seguro de que es ella. Camino un poco apresurado y veo como entra a la habitación, la sigo, y entro detrás de ella, al entrar no veo a nadie, pero puedo escuchar cómo se cierra la puerta detrás de mí.
- ¿Ahora trabajas para el francés?, no llevas ni una semana aquí. - Esa voz, estaba seguro, sabía que era ella, pero, ¿Qué hace aquí?.
ESTÁS LEYENDO
HARDCORE
RandomTras la separación de sus padres, Daniel, de 17 años, se muda a una nueva ciudad con su madre. Al llegar se reencuentra con su primo Carl, quien lo introduce al intenso mundo del Hardcore. Entre amistades problemáticas y entornos peligrosos, Daniel...