Te regalo una canción (CHAELISA G!P)

Te regalo una canción

Resumen:

Rosé y Lisa aprovechan que Jisoo y Jenni dejan el departamento que comparten para hacer un "rapidito"

Los ojos de Rosé recorren las paredes de su dormitorio, más allá de los carteles, dispersa, mientras sus dedos tocan las cuerdas de su guitarra. Está persiguiendo acordes otra vez, ese recorrido perfecto entre melodía y ritmo, y está tan cerca que puede saborearlo. Tarareando para sí misma, comienza desde arriba y cierra los ojos mientras intenta algo nuevo al final. Es perfecto y sonríe para sí misma.

Lisa irrumpe en la habitación, que tenía la puerta cerrada, como un pequeño huracán con urgencia, una mancha de cabello castaño casi rubio, falda blanca y una camiseta a rayas de colores que lleva puesta de la última sesión de fotos de esa tarde. Se dirige a la ventana de Rosé, mirando con los ojos entrecerrados mientras la rubia mira, parpadeando . "¿Qué, Lisa qué pasa?" finalmente pregunta.

"Shhh, espera", es todo lo que dice.

"¿En serio? ¿Vas a entrar a mi habitación y hacerme callar? Es demasiado, incluso para ti".

Lisa mira... lo que sea que esté mirando, durante unos segundos más, y luego se gira hacia Rosé, con esa familiar sonrisa en sus labios. Ella conoce a su roommate mejor que nadie y está íntimamente familiarizada con las muchas sonrisas de satisfacción de Lalisa Manobal. Esta la mira levantando una ceja.

"Jisoo y Jenni se fueron. Solo las veìa irse", dice Lisa, y lo deja en el aire.

Rosé se sienta y deja su guitarra a un lado. Odia que eso la haga parecer ansiosa, pero bueno, ella no es la que cruzó corriendo la habitación hace diez segundos. "¿A donde?"

"7 eleven."

"¿Cuánto tiempo tenemos?"

Por supuesto, Rosie preguntó eso, y no cuánto tiempo estarán fuera , o qué tan fascinantes, cuéntame más eventos actuales, o incluso por qué Jisoo fue con Jenni si ella nunca hace eso.

"No lo sé", dice Lisa. Empuja a la rubia sobre su cama, sentándose a horcajadas sobre sus caderas e inclinándose sobre ella, su suave cabello le hace cosquillas en la cara. "Pero eso es la mitad de la diversión, ¿no?"

Rosé conoce a Lisa mejor que nadie. Ella sabe lo que la motiva y lo que la irrita, y también le gustaría pensar que es la única que realmente sabe cómo le gusta a que la besen, y no suavemente, no en momentos como este.

Ella toma el cuello de Lisa y su pulgar recorre su suave mandíbula de y el contorno de sus labios que se abren sobre los de ella, los ojos color café se mueven entre los de Rosé con expectación. Rosé se permite una pequeña sonrisa antes de devorar la boca de Lisa, saboreando en los gemidos y suspiros lo excitada que se está poniendo. Lisa desliza su mano debajo de la camisa de Rosé, su sostén, sintiendo su pecho y atrapando su pezón entre sus dedos. Rosé se arquea hacia ella y es su turno de gemir, y Lisa sonríe, lame su boca mientras la besa, reclamando su pequeña victoria.

"Estoy mojado", susurra Lisa, toma la mano de Rosé y la guía entre sus piernas y ella gime, su polla medio dura inmediatamente se mueve en sus jeans ante el calor resbaladizo que siente cuando acaricia el sexo de Lisa.

"Sácalo", dice Rosé, empujando hacia arriba con sus caderas para que Lisa pueda sentir el bulto de su creciente erección contra su muslo.

Lisa se sienta y abre la bragueta de los jeans de Rosé. Se muerde el labio mientras baja la cremallera mirándola con la ceja levantada. Rosé levanta sus caderas de la cama y Lisa le baja los jeans y el boxers de un tirón. Por muchas veces que Rosé vea esto, nunca se acostumbrará. Lisa se lame la palma, de alguna manera casualmente, y alcanza entre las piernas de Rosé y toma su polla en su mano, bombeando. La vista por sí sola es suficiente para enviar una cantidad peligrosa de sangre hacia el sur, y el hecho de que las otras miembros estén a punto de volver lo hace mucho más caliente.

"Joder, Lisa", jadea, echando la cabeza hacia atrás. Su eje pulsa en la mano de la bailarina y sus caderas se levantan, buscando más presión, más fricción, más calor. "Vamos"

Lisa se inclina sobre Rosé, apoyándose con una mano sobre el respaldo de la cama y la otra la utiliza para alinearlas. Ella gime suavemente cuando la punta de la polla de Rosé se desliza hacia dentro, rompiendo su entrada.

Rosé empuja hacia arriba y Lisa deja caer sus caderas, y el pene de Rosé está enterrado en ella, profundamente en el calor apremiante. Rosé toma aire y suspira. Ella se siente tan bien . Siempre se siente tan bien. "Joder, sí, ir de compras", bromea, y Lisa pone los ojos en blanco.

Monta a Rosé con urgencia, moviendo las caderas rápidamente, pero está desgarrada; Rosé puede verlo en sus ojos, la forma en que quiere reducir el ritmo, tomarse su tiempo y disfrutar esto. Tal vez algún día.

Rosé besa a Lisa mientras ella la monta, ahuecando su mandíbula y bebiendo sus gemidos mientras Lisa los acerca más y más. Lisa tiene esa resistencia de bailarina, eso es seguro, porque no se rinde, y no pasa mucho tiempo antes de sentir ese calor resbaladizo deslizándose hacia arriba y hacia abajo por su polla y tiene a Rosé justo al borde.

"Estoy cerca", dice Rosé, y Lisa asiente.

"Yo también", jadea. "FUCK CHAEYOUNG-A".

No es el mejor y más grande orgasmo del mundo, pero aún así es increíble, y ella gime, bombea su carga profundamente dentro de Lisa, embestida tras embestida.

Rosé conoce a Lisa mejor que nadie, y le gustaría pensar que sólo ella ha visto a Lisa desmoronarse así; su frente se frunció y sus labios se separaron mientras jadeaba, el cabello de su flequillo pegado a su frente mientras rebotaba sobre su polla. "Joder", susurra Rosé, asombrado, mientras Lisa gime y se corre, apretando alrededor de su polla, el balanceo de sus caderas es errático. Rosé ayuda a sus embestidas con las suyas y Lisa suspira, profunda y largamente, antes de colapsar sobre el cuerpo de Rosé con sus pechos aplastados.

"Mierda", dice Rosé, apartándole el pelo de la frente. "Tan bueno."

"¿No estás intentando ser una compositora?" —bromea Lisa. Se levanta lo suficiente como para dejar un beso lento en los labios de Rosé, luego deja besos por su mandíbula y su cuello. "¿Y todo lo que tienes es 'mierda, tan bueno'?" Rueda hacia el lado de Rosè y se acurruca contra ella, rodeándola con su brazo.

Rosé resopla. "Quiero decir, lo fue, ¿verdad? Dado el tiempo que tenemos".

"Muy bueno", confirma Lisa. "Sin embargo, la próxima vez harás tú el trabajo". Se abanica un poco y Rosé se ríe.

"Me habría ofrecido. Sin embargo, parecías tener las cosas bajo control. Lo cual, seamos honestos, es la forma en que te gustan las cosas".

Lisa simplemente se encoge de hombros y tararea de acuerdo, y recuperan el aliento juntos, disfrutando el poco tiempo que les queda presionados la una contra la otra abrazadas.

"Pero estoy escribiendo algo", susurra Rosé. "Para ti."

"¿Para mí?" Lisa se levanta sobre su codo. "¿En verdad?"

"¿Quieres escucharlo? No está terminado y la letra aún no está lista, pero puedes decirme si te gusta cómo suena".

Lisa aprieta los labios y sus ojos son suaves. Ella asiente rápidamente y se sienta con una sonrisa. "Seguro."

Rosé se sienta y toma su guitarra en su regazo.

Conoce a su Lisa mejor que nadie; ¿Quién mejor que ella para escribirle una canción?