En donde Louis, un omega de diecinueve años asegura tener a su alfa...pero este ni siquiera dice sentir lo mismo.
¿Podrán ambos manejar su destino y sus vidas por separado...o el destino alterará sus vidas?
Historia OMEGAVERSE inspirada en la canci...
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—¿Niall? ¡Niall!— exclamó una voz levemente quebrada mientras sorbía su nariz, el rubio abrió sus ojos en grande mientras sus mejillas tomaban color carmesí.
El omega rubio empujó al alfa al cuarto de limpieza mientras este intentaba resistirse.
—¿Qué haces? No voy a esconderme como una rata— susurró inconforme el mayor.
Niall chistó. —¡Cállate! No salgas de aquí y no hagas ruido, por favor— rogó con un susurro el omega mientras cerraba las puertas, arreglaba un poco su ropa y el cabello.
—¿Niall?— llamó el reconocido omega de ojos azules y pelos castaños.
Niall sonrió confundido. —¡Louis! ¿qué haces aquí?— sonrió entre dientes aún nervioso, borrando su sonrisa al notar el estado de su mejor amigo. —¿Estás bien? ¿qué pasó?— cuestionó seguidamente mientras el ojiazul se dirigía a sus brazos, enterrando su rostro en la ropa del contrario y comenzado a llorar sin dar explicación alguna.
El rubio dudó, pero no formuló palabra alguna para no interrumpir el momento de descargo del ojiazul mientras comenzaba a palpar con suavidad la espalda del mismo para lograr detener su llanto, pero este liberaba incontrolables lágrimas cada vez más abundantes. —¿Qué tienes? ¿les pasó algo a tus padres? ¿a tu hermano?— cuestionó con delicadeza mientras se alejaba un poco para tomar una servilleta y limpiarle el húmedo rostro al castaño.
Shawn frunció el ceño al espiar con rareza a ambos omegas, no es que quisiera hacerlo…pero tampoco tenía muchas opciones, parecía un momento muy privado para interrumpirlo.
—N-no…e-ellos están bien, p-pero yo no lo estaré m-muy pronto— murmuró con la voz entrecortada y su respiración agitada, el rubio mordió su labio mientras le tendía un vaso con agua.
Niall frunció al ceño transformando su rostro en piedra, olvidándose de la presencia del alfa allí. —¿Ah? Espero que no sea por Harry porque ya sabes lo que creo de él…—
Los segundos pasaban, Louis no parecía escuchar con claridad los consejos de su amigo quien siempre metía a su destinado como principal culpable de todo lo malo que sucedía en su vida.
Louis flaqueó mientras abrazaba a su amigo con lágrimas saliendo de sus ojos incontrolablemente.
—Dime al menos que me estás escuchando, Louis. Sabes que él no cambiará de la noche a la mañana— susurró con voz baja para que el alfa no escuche muy bien su conversación, pues no era su idea exponer a su pequeño Louis.
—No quieres hablar…bien— suspiró, teniendo por sabido que sus palabras eran rotundamente ignoradas, tal vez Harry no era el culpable después de todo…pero, ¿quién sería capaz de hacer sentir mal a Louis sin razón aparente?
