El cáliz de fuego

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Cuando llegó la cena ningún alumno prestó atención a la comida. Todos miraban la mesa de los profesores. Dumbledore se levantó de su silla y no le hizo falta utilizar ningún hechizo para que todos le oyesen.

- De un momento a otro tendremos el nombre del primer campeón. Le ruego por favor que cuando oiga su nombre pase a la sala de al lado- dijo señalando una puerta con su mano derecha- a esperar instrucciones.

El cáliz cambió el color de sus llamas, pasando de un tranquilo tono azul, a un rojo amenazante del que salió disparado un trozo de papel. El director Dumbledore lo atrapó al vuelo y desdobló el papel.

- El campeón de Durmstrang, Viktor Krum.

Todo el comedor comenzó a aplaudir, el mencionado se levantó, pasó cerca de la mesa de los profesores y entró en la habitación indicada. El cáliz volvió a cambiar de color y lanzar otro papel.

- La campeona de Beauxbatons- dijo Dumbledore- la señorita Fleur Delacour.

Más aplausos y vítores para la chica mientras seguía los mismos pasos de Krum. Otra vez el cáliz sacó un papel que el director atrapó.

- Y el campeón de Hogwarts es... ¡Cedric Diggory!

Cedric se levantó de su sitio mientras le daba la mano a algunos de sus compañeros. Todo Hogwarts mostró su orgullo aplaudiendo más fuerte que las anteriores veces. Aine incluso se puso de pie sobre su banco para aplaudir a su amigo. Dumbledore dejó un par de minutos de celebración antes de volver a hablar.

- Bien, teniendo ya a nuestros tres campeones...

El cáliz había vuelto a ponerse rojo, escupiendo otro nombre. El director se acercó a recoger el papel ante el atento silencio de todos los presentes. Aún con el papel en la mano tardó varios minutos en volver a hablar.

- Harry Potter- pronunció serio.

Viendo que nadie se levantaba, volvió a llamar al chico. De un empujón, sus compañeros levantaron a Harry, quien comenzó a andar en dirección a la puerta antes mencionada como si estuviera seguro de que iba directo al matadero.

Después de la sorpresa de un cuarto campeón y nada menos que siendo Harry, todos los estudiantes abandonaron el gran comedor entre murmullos. Olvidando los acontecimientos ocurridos, Aine se acercó al grupo de amigos de Viktor Krum para decirles que los esperarían a las once en la puerta de su sala común. Luego de hablar con ellos y de despedirse de sus amigos corriendo, fue a buscar a la única amiga de su casa. Llevó a Ivette a su habitación para que la ayudase con qué ponerse para la fiesta.

- Vamos Aine, son casi las once.

- ¿Tú crees que así voy bien?- preguntó Aine mientras salía del baño. Llevaba unos pantalones negros algo acampanados, unas botas que le daban diez centímetros más de altura y un top negro con purpurina y los hombros al descubierto.

- Mira, así me gustas hasta a mi- contestó Ivette mientras jugaba con los gatos de su amiga.

- Pero si tú ya tienes a Seb, que se te come con la mirada cada vez que pasas, o que no está discutiendo con Ominis.

- Esa batalla ya la tengo perdida. Hablando de esos dos, me voy ya, no sea que se estén matando. ¿Mañana me lo cuentas todo?

- Por supuestisimo.

Ivette salió de la habitación de Aine y al llegar a la sala común para buscar a su novio se encontró con el grupo de Slytherin boys. Todos se habían puesto lo que ellos llamaban sus ''mejores galas informales''.

Diez minutos después Aine salió de su habitación y los encontró esperándola.

- Que guapos estáis todos, por Salazar. Voy a tener que inventarme más fiestas para veros así.

Entre bromas y risas todo el grupo salió de su sala común, reuniéndose también con sus nuevos amigos de Durmstrang. Draco, Mattheo y Regulus hablaban de Quidditch con Viktor. Enzo, Theo y Blaise hablaban con los otros chicos de Durmstrang sobre las diferencias entre colegios. Incluso Tom se había unido a la conversación con Aine y otro chico de Durmstrang sobre las artes oscuras.

La última SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora