La Torre del Cielo

48 10 0
                                    

Al día siguiente, Chuuya se encontraba alistándose para su día a día. Estaba preparado para enfrentarse a ese ladrón de pacotilla.

-"El demonio prodigio"- pensó con ironía -¿Quién se pondría un nombre así para ser un ladrón?- No había podido dormir en toda la noche. Había pasado horas buscando toda la información posible sobre el ladrón en línea, leyendo cada artículo, cada publicación en redes sociales, cada comentario. No dejaba de imaginar el momento en que lo tuviera tras las rejas

Se alistó para salir. El aroma a pan tostado apenas llegó su sentido, mientras se comía sus tostadas, la impaciencia por capturar al ladrón apagaba el hambre que pudiera sentir en esos momentos.

Vestido con su impecable traje y elegante sombrero, revisó minuciosamente su equipo por última vez: el arma, la radio de comunicación y el dispositivo de rastreo; todo estaba en su sitio. Con paso decidido, se encaminó hacia la imponente Torre del Cielo, el escenario elegido para llevar a cabo el audaz robo. Según Tanizaki le había indicado en la llamada, lo esperaría en su interior.

Al llegar al lugar, vio que había mucho movimiento: los policías estaban instalando trampas por todas partes, al parecer esta vez si se querían asegurar de que el ladrón no escapara. Estaba tan concentrado que no sintió en que momento se habían acercado detrás de el.

-Chuuya-san, cuánto tiempo sin verte- La voz de Tanizaki lo sacó de su ensimismamiento. El joven detective, con su habitual sonrisa amable, parecía fuera de lugar en medio del caos controlado que los rodeaba.

-¿Qué haces aquí solo Tanizaki?- preguntó Chuuya, su tono era una mezcla de burla y genuina curiosidad- Pensé que tu adorable hermanita no te dejaría ni a sol, ni a sombra.

-Naomi tenía un examen importante hoy- respondió Tanizaki, sin perder la sonrisa-. Ya sabes cómo es, y dime ¿Cómo te fueron estos años en París?

- Después hablamos de eso. Si quieres, puedes pasar por mi casa en estos días y nos tomamos unos tragos- Dice Chuuya con una sonrisa ligeramente burlona, como si Tanizaki estuviera hablando de cualquier cosa - Y bien, ¿Qué tenemos preparado para atrapar a este ladrón de poca monta?- Habla mirando detenidamente a todos los policías que cumplían con su trabajo, instalando cables por todo el lugar. El plan, a juzgar por la cantidad de trampas que estaban colocando, se veía bastante efectivo.

-Ahora mismo te explicaré el plan- Tanizaki, con una sonrisa traviesa, se acercó a Chuuya -¿Te imaginas que le gusten las joyas? ¡Como si fuera una princesa!- Le dice con un tono burlón, Chuuya no puede evitar reír con gracia por las ocurrencias de su amigo

Se dirigieron a una mesa y Tanizaki desplegó un plano detallado de la exposición de joyas, el cual ya había observado detalladamnete momentos antes de que llegara Chuuya

-Este es el lugar donde se hará la exposición- explica Tanizaki, capturando la atención de Chuuya, quien escuchaba con gran interés -Tenemos planeado colocar un detector de metales avanzado en la entrada, junto con un sistema de reconocimiento facial. Si intenta entrar, lo atraparemos al instante y las cámaras lo identificarán de inmediato-

-Cualquier intento de robo activará las alarmas de inmediato- Sigue explicando con emoción mientras que le muestra a Chuuya la ubicación de la joya, la cual estará protegida por un sistema complicado de láseres

Chuuya, con una expresión seria, examinó detenidamente el plano. Aunque le intrigaba la idea de Tanizaki, no podía evitar preocuparse por las habilidades del ladrón, especialmente si Rampo lo elogiaba. Para él, las palabras de Rampo eran motivo suficiente para inquietarse. Aunque el plan parecía tener lagunas, dado que Tanizaki estaba a cargo ese día, él seguiría el plan al pie de la letra para impedir que ese ladrón sin valor se saliera con la suya.

Juego de EngañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora