Leasly y sus amigos decidieron pasar un día de campo en un hermoso bosque, alejados del bullicio de la ciudad. Todo parecía perfecto, el sol brillaba en lo alto y el aire fresco los rodeaba. Mientras los demás se divertían, Ismael, el chico con el que estaba quedando Leasly, la invitó a dar un paseo por el bosque. Ambos se alejaron del grupo, sumergiéndose en el bosque .
De repente, Ismael se detuvo al escuchar un extraño ruido a lo lejos. Se giró para investigar, dejando a Leasly momentáneamente sola. En ese instante de soledad, Leasly vio con horror cómo su propia imagen se materializaba ante ella, saliendo de un oscuro portal. Sin tiempo para reaccionar, el doppelganger la empujó hacia el portal y tomó su lugar sin que Ismael y los demás notaran la diferencia.
Los días pasaron y la impostora actuaba como Leasly, manteniendo a todos engañados. Sin embargo, Gabo, el mejor amigo de Leasly, comenzó a notar un raro comportamiento en ella. Sospechoso de la situación, decidió confrontar a la impostora.
Una tarde, mientras Ismael y la impostora estaban a solas, ella intentó besar a Ismael, pero en ese momento Gabo intervino y le dijo que no la besara por qué se arrepentiría. Mirando fijamente a la impostora, Gabo reveló la terrible verdad: aquella chica no era la verdadera Leasly.
Ismael se quedo sorprendido al principio, pero las palabras de Gabo le hicieron comprender la situación. Juntos, decidieron enfrentar al doppelganger que había tomado la identidad de Leasly. La verdad salió a la luz y la batalla entre los chicos y el ser oscuro fue épica y aterradora.
Entre la confusión y la lucha, el doppelganger reveló sus verdaderas intenciones y su sed de poder. Sin embargo, el verdadero amor y la amistad prevalecieron. Ismael, Gabo y sus amigos unieron fuerzas para derrotar a la criatura maligna y rescatar a la verdadera Leasly.
Al final, con el enemigo derrotado, Leasly regresó a salvo. Agradecida por el coraje y lealtad de sus amigos y del chico que le gustaba, supo que juntos habían pasado por una experiencia aterradora, pero habían salido más fuertes y unidos que nunca. Y así, mientras el sol se ponía sobre el bosque, Leasly y Ismael por fin se pudieron dar su primer beso y regresaron a casa con sus amigos.
Historia de Leasly Zavala