No se cómo conseguí despertarme por la mañana después de todo lo que bebí y fumé escasas horas antes. Hacía tanto sol que ni la persiana podía contraatacar para obtener la oscuridad que mi estado de zombie plegado necesitaba, pero le eché huevos, y decidí poner los pies en el suelo, poco a poco, sin sobresaltos, deslizándome por los minutos de la mañana. Me levanté, puse Spotify en aleatorio y Lou Reed me dio los buenos días, poco a poco me iba cerciorando de que era sábado y podría ser un buen día, así que me encendí un cigarro y me estiré hasta hacer restallar mis huesos. Me dirigí a lavarme la cara y ¡bam! ahí estaba el espejo para ajustar cuentas conmigo después de la noche que me pegué. No se que era mas gracioso, si la erección mañanera que nadaba entre mis calzoncillos de barcos o esa mezcla de ceniza, pelo alborotado, sangre seca y ojeras a.k.a. mi cara. No se qué hora era pero mi estómago me pedía algo que digerir, sí, digo algo porque una de las aventuras más trepidantes de vivir sólo es abrir la nevera y ver qué hay de comer. Admitámoslo, cualquier estudiante que vive sólo siempre tiene en la nevera limones secos, ketchup y cerveza, el resto depende de si ese mes tienes pasta para pizza o no. Pero ese día los astros se alinearon para que me topara con un paquete de cereales y un bote de mermelada de fresa, no sabía que iba a sacar de ahí pero era dulce. Acabé desparramado en el sofá con una cuchara sopera, engullendo mermelada mezclada con cereales mientras miraba en twitter lo bien que se lo pasó la gente el viernes noche. Mi móvil empezó a sonar, cuando contesté me habló la voz más resacosa y quemada del mundo, era Nacho.
-Luquillas buenos días ¿qué tal te encuentras?
-Buenos días señor. Bueno, me estoy encontrando todavía.
-Jajaja qué cabrón. Oye, te dejaste la cartera ayer, la tengo en casa ¿te pasa a recogerla y nos echamos un guitarreo?
-Si mi cuerpo no me lo impide a las 7 estaré allí.
-Venga tío, a las 7 te espero en la plaza al lado del bar.
-Okey señor.
-¡Venga cachondo!
Me pareció sorprendente cómo pude entablar una conversación coherente con la resaca tan apocalíptica que llevaba encima.
Para hacer hora me puse la nueva de Xavier Dolan y poco a poco me fui espabilando. Cuando miré el reloj marcaban casi las 5:45, me metí en la ducha, me puse unos vaqueros que había en el suelo con la camiseta de Ultraviolence y me eché a la calle.
La casa de Nacho y Tania estaba cerca del antro donde nos conocimos. Cuando entré me recibió una gata más dulce que las nubes con sirope, me empezó a lamer las deportivas y acto seguido se fue. En el salón estaba Tania, mirando un documental sobre la masonería y comiendo maccarons con té verde, era tan hipster que hasta el vapor del té esbozaba infinitos.
-Hombre bonico, pasa, siéntate ¿quieres algo de picar?
-No gracias, tengo el estómago cerrado
-Eso es del Jägger jajaja. -empezamos a reírnos compulsivamente
Nacho entró en el salón con mi cartera y me la dio, me miró con timidez y se sentó a mi lado.
-Lucas, quiero que me hagas un favor.
-Dispara. -le respondí con toda la seguridad que pude.
-La semana que viene mi banda y yo tenemos un concierto, pero hemos tenido malos rollos con el vocalista y se ha pirado. Les he hablado de ti y quieren que cantes con nosotros... ¿te gustaría?
En mi cara se dibujó una sonrisa instantánea, pero mi inseguridad me impidió vocalizar bien.
-¿Mi? digo... ¿ye?... ¿yo?
-Jajajaja, sí, tú, cachondo. Vamos a versionar a The Doors y más grupillos del Woodstock, te va a molar.
Asentí con la cabeza y Tania y Nacho me abrazaron. Me sentí extrañamente feliz, y me gustaba.
-Bueno, esto hay que celebrarlo ¿no?
Nacho sacó unas latas de cerveza, cogió la guitarra y se sentó en el suelo.
-Mira Lucas, el otro día estuve sacando unos punteos muy de tu rollo, a ver si te gustan.
Me quedé embobado, me fijaba en las cuerdas vibrando y en la melodía tan oscura que estaba saliendo. Nacho seguía tocando y yo empecé a cantar por encima...
''Give me something to shine, something to win, something to fight... give me dollars and dope, sex and Jägger shots, I'm indigo, I'm indigo''
Sin enterarnos hicimos una canción... y sin enterarnos nuestras vidas iban a cambiar a partir de esta canción, a partir de Indigo...
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K U E B I K O
Teen FictionLucas se enfrenta a la muerte de su ayer para un próspero florecimiento de un presente lleno de incertidumbre. Para ello se despoja del entorno que le rodea y decide escapar a una nueva realidad materializada por su mayor musa, la música.