Idalia es una princesa fugitiva del reino del norte la cual huye de Clarence, comandante revolucionario, encargado del asesinato de sus padres. Ésta, al verse inmersa en dicha persecución, no ve de otra que refugiarse en la cabaña del joven Travis...
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“Capitulo 19: Irá, amor y lágrimas”
El viaje de regreso a casa cada vez se sentía más lejos incluso ya estando a bordo del barco. Unas horas después de zarpar del puerto habíamos decidido subir a la superficie, la brisa marina era una de las cosas más exquisitas que podían existir en el mundo.
El viento que azotaba mi rostro exclamaba cierto aire de libertad aunque también de nostalgia. Theo había tratado de mantenerme distraída durante un buen tiempo, algo que seguramente le agradecería más adelante.
No había vuelto a mirar el diario desde hace unas cuantas horas, debía respirar un poco y alejarme de todos los pensamientos que comenzaban a inmiscuirse en mi mente. Susurros que me atormentaban una y otra vez, haciendo que mi corazón comenzará a latir y que mis manos temblaran con un mínimo sentido de lo que estaba ocurriendo.
—Es hermoso—la voz de Theo me había sobresaltado un poco, me encontraba apoyada mientras veía como el día florecía a cada paso—, te encantará Helduenia. Es un reino totalmente hermoso.
Helduenia era el nombre que los antepasados de las tierras del oeste habían proclamado originalmente, tierra de gracia y sobre todo, mucha fortuna. Era uno de los reinos más fuertes de todo el continente.
—Habia escuchado que hace calor y que las flores son las más hermosas del mundo entero. Que al llegar la primavera, se convierte en un valle lleno de flores múltiples coloridas—suspiro sin saber muy bien que estaba mirando, quizás el horizonte—. Estoy ansiosa, no lo niego. Hace mucho tiempo que no veo a mi hermana.
Habían pasado unos cuantos años y no sabía que tanto había cambiado. Ambas lo habíamos hecho, de eso se trataba la vida.
—Ella está igual de ansiosa que tú, creeme—en aquel momento había sentido calidez en la sonrisa de Theo, en verdad era buena compañía—. Cuando me dijo que te ayudara acepté al instante, los deseos de la reina son mis órdenes.
—Espero no haber sido trabajo difícil.
Theo deja salir de sus labios un silbido, se encontraba rozagante, nada comparado con los tripulantes de aquel barco. Estos no paraban de ir de un lugar a otro, siendo llevados por la órdenes del capitán.
—La verdad que llegar a tí fue tarea complicada, tu hermana me habló de una cabaña a mitad del bosque. Para mí sorpresa ese día te encontré a punto de ser comida de lobos—niega unas cuantas veces, mirándome segundos después—. Tu hermana me había hablado de tí por lo que supe quién eras al verte, en ese momento hubieramos huido, tenía planeado hacerlo, pero justo apareció él.
