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-...Bien...No... Escaparé...- Susurró apartando la mirada.

Sue sonrió al escucharla, luego se levantó.

-Siéntate para que podamos hablar.- Dijo mientras se levantaba, pero al ver que no apartaba la mirada de la escalera para salir y que estaba a punto de echar a correr de nuevo, decidió sentarse en su regazo mirándola.- No pienses que te voy a dejar escapar, linda.-Dijo guiñándole un ojo, a lo que Tori se puso roja como tomate a lo que Sue rió.

-Estás muy cerca...- Le susurró.

-¿Y? Somos amigas, no pasa nada.-Dijo mirándola, a lo que la contraria apartó la mirada.- ¿Verdad?- Cuestionó.

-Sí...- Suspiró para luego seguir.- ¿De qué quieres hablar?- A lo que Sue levantó una ceja.-¿Qué? ¡No me mires así!

-Veamos... Llevas todo el mes rara, cada que hablamos de amor te distraes, cuando te preguntamos qué te pasa te enfadas y huyes, casi le pegas a Erik... No lo sé la verdad.- Dijo con un tono irónico.

-Muy bien...- Dijo después de tomar un bocanada de aire.-¿Qué quieres saber primero?

-¿Por qué odias el romance?- Esa fue su primera pregunta.

-Yo no odio el romance.

-Mientes. Cuando mientes miras a otro lado.- Le dijo viéndola fijamente.- Responde de nuevo, pero no vuelvas a mentir...

-¿O qué?- La retó.

-Llamaré a todo el equipo y dejaré que te vean en este estado.- Dijo seria.

-De acuerdo...- Finalmente accedió.- Es solo que no me gusta porque...- Hizo una pausa.- Yo jamás lo tendré...-Dijo cabizbaja.

-¿Estás comprometida?-La contraria se sorprendió y luego apartó la mirada mientras asentía.-¿Has probado a decirle a tu padre que no quieres casarte?

-No es mi padre...-Negó, para empezar a llorar.- Es mi madre... Ella...- No pudo continuar debido a que se le había formado un nudo en la garganta, pero Sue entendió.

-¿Has hablado con ella?- Le preguntó poniendo sus manos en los hombros de su amiga.

-No quiere escucharme, además...- Se calló de repente.

-¿Qué sucede?- Le preguntó preocupada.

Tori no quería seguir, por mucho que le dijera que le contaría todo, era demasiado difícil para ella, Sue lo entendió y la abrazó, a lo que la otra chica correspondió.

-Voy a decirles a los chicos que estás bien...- Dijo mientras empezaba a soltarla.

-¡No te vayas! ¡Por favor!- Le suplicó entre sollozos y lágrimas apretando más el abrazo.

-No te preocupes, solo voy a mandarles un mensaje para decirles que estás bien y que hemos ido a casa, ¿Si?- Le preguntó con una sonrisa, a lo que esta asintió.

Mandó el mensaje y luego volvió a centrarse en Tori.

Me dolía mucho verla así, estaba aterrada, nunca la había visto tan frágil y triste.

Continuaron abrazas un rato más, hasta que Sue notó que Tori se había dormido en su hombro.

Decidió que la cargaría hasta su casa y dormiría a su lado, no permitiría que nada le pasase.

La cargó en su espalda con cuidado y bajó las escaleras en caracol que tenía el molino, luego salió de allí y volvió a la ciudad de Inazuma.

Después de unos minutos caminando, llegaron a la casa de Tori. La morena abrió la puerta y la cerró, luego subió a la habitación de su mejor amiga y la dejó en la cama. Ella se cambió y luego se puso a su lado.

Tori no dejaba de susurrar cosas y estaba muy inquieta, a lo que Sue la abrazó y le dijo que todo estaba bien. Eso fue suficiente para que se calmara.

Sue no pudo evitar pensar... ¿Quién era la madre de Tori y qué le había hecho a su hija?

Esa pregunta no la dejó dormir un tiempo, pero Tori la abrazó con más fuerza mientras dormía, lo cual hizo que se centrara en protegerla y, finalmente, logró dormir.

Continuará...

¿Amigas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora