Sinopsis:
Despierta en el mundo de Akame ga kill, siendo una persona que se suponía que no existe, ni que fuera el detonante de cambios que nunca creyó hacer en la historia, ahora con un estado del todo "inestable", él se enfrenta a su primera prueb...
Hace ocho años, en el Bosque de Gifnora. Dentro del podrido imperio se ha trazado un plan siniestro... y pronto darán forma a los siete de élite. Dos personas esperan a la salida a aquellos que serán manipulados para sus macabros objetivos.
POV: Gozuki
—Bueno, me pregunto cual de los chicos llegará primero.
Y aquí vamos de nuevo, a Bill sí que le gusta escuchar el sonido de su voz. Pero supongo que se debió al aburrimiento, si uno de esos mocosos ya hubiera salido de ahí podríamos haber tenido a un prodigio entre ellos. Era de esperarse de un montón de niños de entre 5 a 8 años. Yo y mis deseos de hacer más fácil mi trabajo.
—...creí que tu plan consistía en comprar cien niños del imperio para convertirlos en asesinos...
Sí, y con los tiempos difíciles que ahora se anticipan, tras el "ascenso" del primer ministro, muchos padres desesperados por los impuestos elevados estarían dispuestos a esto. Jejeje. Liberándose de unas cuantas bocas que alimentar para sobrevivir. Algunos pensaban que era lo mejor para ellos. Incluso escuché promesas falsas de varios soldados que serían bien tratados. Es muy probable que esos niños débiles fueron los primeros en morir en el bosque.
—Y es obvio que has enviado al bosque a más de cien.
No hay nada de malo en buscar posibles reemplazos, si envías a cien niños ¿Enserio cree que volverían todos sin que mueran más de la mitad? Me aseguré de que no tengamos que hacer más búsquedas, por muy interesante que sería, no me gusta desperdiciar. Solo lo divino sabe cuántos niños aún quedan en la capital después de nuestro "reclutamiento". No importa, siempre se puede hacer más.
—Esta bien. Se supone que así debe empezar nuestro plan. —Dije tranquilo mientras devoraba la carne clavada en mi espada, no puedo decir que fuera rico el Torikupusu, pero dije que me comería la primera bestia peligrosa que aparezca mientras esperábamos. Más les vale a esos niños que se acostumbren a la carne, o este trabajo será todo menos un camino por la plaza, yo no cocino ensaladas. —Esta prueba de selección va a matar a varias docenas de niños.
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—Ya veo... Así que los candidatos débiles van a ser asesinados. —Gracias por decir lo obvio. —Gozuki. ¿A cuántos puedes entrenar?
—Hmm... —Mire al cielo, para meditarlo un poco.
Esa pregunta no era difícil, después de todo no podía entrenar a los cien niños, pero si tendría que decirle una cifra razonable, no espero que me castiguen por vagueza, pero si algo que sea manejable y que me den una buena paga por ello. Y qué más da, jugaré a ser padre por cien monedas de oro por cada uno.
—Según estoy ahora, mi límite sería entrenar a siete.
Ni tan alto como diez, ni tan obvio como cinco, dos extras no sería problema para mi. Tendré una mano suave al principio, más se volverá ruda si me contradicen, eso les hará que me sigan como un "adulto" responsable.
