Un año después:
Una clase teórica terminada más, Satoru y Shoko estaban en el patio. Ella lo ayudaba con experimentos sobre sus poderes y así ella se retroalimentaba para mejorara sus técnicas inversas en la curación y la medicina.
Nanami y Haibara salieron del salón después de que la clase había terminado, mis ojos se fueron a Satoru afuera, preguntándome si no le afectaba la ausencia de Geto, haciéndome sentir furiosa por su falta de tacto. Mi corazón se apretaba en mi pecho por la preocupación y el mal presentimiento. Así que me levanté, agarré mi bolso y salí de ahí.
―¿A donde vas? ― Satoru me llamó al verme salir, tenía un lápiz y una goma de borrar en las manos y acababa de alardear sobre su nuevo y fácil control de sus poderes.
―A buscar a Geto.
―Salió a una misión, debe estar por volver ― se volvió desinteresadamente hacia Shoko ― ahora, lánzalo de nuevo.
Volvieron a lo que hacían, yo los miré detenidamente, mis manos apretándose contra mis piernas.
Satoru se había convertido en el hechicero más poderoso luego de lo que pasó con Amanai. Podía llevar a cabo toda las misiones él solo, Shoko no iba porque eran demasiado peligrosas para ella y así practicaba su técnica inversa para curar y convertirse en una gran doctora. Por lo que Geto... iba a casi todas las misiones él solo.
Traté de que Yaga lo uniera a mi grupo, pero dijo que no podía hacerlo porque Geto seguía perteneciendo al grupo de Satoru. Así que a medida que mi tiempo libre me lo permitía, siempre lo buscaba. La sensación que percibía en su dirección me ponía los pelos de punta y no sabía si era gracias a mi intuición, pero era bastante obvio que nuestro amigo estaba pasando por un episodio depresivo desde hace mucho tiempo.
Nanami y Haibara aparecieron en mi campo de visión.
―¿Vamos a comer algo, Astrid? ― Haibara preguntó con una sonrisa.
―No, gracias Haibara ― traté de sonreír, dándole la espalda a mi desconsiderado prometido y mi desconsiderada amiga para mirarlos ― debo salir, pero volveré pronto.
Agarré las cuerdas de mi mochila y eché a andar.
Entendía la forma de actuar de Gojo. Cuando desperté todo lo que se escuchaba era Gojo hizo esto y Gojo hizo esto otro. Y la forma en la que Geto explicó como Gojo cargó el cuerpo de Amanai al templo para concluir el ritual que ella quiso desechar, me dio a entender que Gojo estaba totalmente fuera de si, sin sentir, sin medir consecuencias. Estaba eufórico.
Y la euforia le había durado hasta entonces.
Incluso Satoru había acordado conmigo, pasar dos horas diarias al día juntos, el hecho de que no tuviera sentimientos por mi no significaba que no tuviera intenciones de cumplir con su mandato.
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La esposa prometida ➝ Satoru Gojo.
FanfictionAstrid Nishimura y Gojo Satoru se conocen desde que son unos niños. Sus clanes han estado unidos por décadas. Desde el momento en que Satoru supo que Astrid había nacido sabia que ella siempre iba a estar a su lado y que cuando fueran adultos, sería...