Domingo, Argentina jugaba la final de la Copa América contra Colombia. Javier pasaba la tarde con los padres y a la noche iba con ella para ver la final.
Fue a su habitación y vio un body de encaje negro con una camisa negra también de encaje. Tenía una nota que decia "Para que te lo pongas esta noche que vamos a salir campeones".Sonrió, se lo probó, le quedaba lindo. Le sorprendía cómo Javier sabía los talles con exactitud de su ropa. El Presidente vino a la noche, cenaron tarta de jamón y queso mientras miraban el partido. Gritaron el gol muy fuerte, se abrazaron y festejaron el nuevo campeonato.
-Me voy a poner tu regalo- avisó yendo al baño. Milei sonrió y se sentó en la cama a esperarla.
Salió del baño y desfiló para el economista.
-Hermosa, hermosa mi amor- dijo mirándola. La rubia se sentó a upa de él, el libertario acariciaba toda su piel, espalda, muslos, senos, era hermosa -la más linda de todas sos mi amor-
Sacó el buzo y la remera de Milei y acarició todo su pecho y espalda mientras lo seguía besando.
-Vas vos, hace lo que quieras- dijo Javier acostándose.
-Bueno, si me lo decís así- respondió besandolo. Agarró una corbata del presidente y le ató las manos -no te muevas- dijo.
Besó el cuello del economista, su pecho y abdomen hasta llegar al borde del pantalón para sacárselo junto a su ropa interior. Llenó de besos cerca de su intimidad mientras miraba a Milei que estaba sufriendo, respiraba agitado-Myriam por favor- pidió
-Me gusta que ruegues- reveló empezando a atender al economista que dio un gemido alto.
No podía mirarla porque sentía que iba a terminar rápido y no quería eso, pero era hermosa dándole placer, los ruidos que hacía con su boca, sus caricias, se sentía demasiado bien. Tuvo una sensación que lo hizo retorcerse, no sabía que era lo que había hecho con su boca pero le gustó demasiado.
Se sacó la camisa mientras lo miraba sonriente, estaba realmente extasiado, nunca lo había visto así.-Por qué te gusta verme sufrir?- preguntó Javier
-Me gusta que me rueguen- respondió siguiendo con su trabajo.
Luego de un momento se incorporó, Javier intentó acariciarla pero volvió a inmovilizarlo
-Te dije que te quedes quieto- murmuró besandolo
-Me molesta la corbata- explicó
-Y si te seguis moviendo te va a molestar más- avisó Bregman besando su cuello
-Dónde aprendiste a hacer esto Myriam?-
-Enserio queres que te lo diga?- consultó riendo
Desprendió su body para sacárselo, el Presidente la miraba sin poder creer lo que estaba pasando, estaba inmovilizado sin poder hacer nada y eso lo ponía peor. La abogada rozó su intimidad con la de él varias veces, Javier cerró sus ojos tratando de concentrarse en no acabar, la rubia lo estaba llevando a niveles que nunca había sentido, le tiró su body en la cara
-Cochino- dijo riendo, el economista movió su cabeza para sacarse la prenda de la cara riendo también.
Bregman se sentó sobre él suavemente y lo besó mientras se movía, se miraban con intenso deseo y se recordaban lo mucho que les gustaba tener sexo.
-Coges tan bien, creo que nunca me cogieron así- dijo Milei -sí, amo esto- comentó besando los senos de la rubia que se había acomodado para que le besé ahí -que buenas tetas que tenes zurda-
-Amo que hagas eso- respondió Myriam -enserio las libertarias son superiores?- preguntó divertida
-Sí- desafió el economista mordiendo suavemente su pezón
-Y por qué no te cojes a una libertaria?- consultó enderezandose, puso una mano en el cuello del economista -que pensaría el mundo al saber que el gran león es cogido y dominado por una comunista?-
-Porque me gustas vos- respondió aumentando su ritmo
-Estas diciendo que soy mejor que todas?-
-Sos la mejor del mundo, mejor que cada una con las que estuve-
Besó su mejilla -sos hermoso- dijo en su oído.
Se movió un poco más rápido, apoyó sus manos en el pecho del economista. Estaban cada vez más excitados ambos entre gemidos, Bregman desató la corbata de las manos de Milei y este se sentó en la cama para abrazarla y seguir lamiendo sus senos. La rubia hizo un movimiento con su intimidad que lo hizo gritar y la vio tocarse, estaba cada vez más extasiado y gimiendo alto junto con su novia que apenas podía respirar.
-R Rusa- dijo mirandola, acarició los glúteos de la abogada rasguñandolos
-Acaba, dale, acaba para mí- pidió Bregman besando su oreja -la quiero adentro, toda, dale-
El Presidente llegó a su orgasmo gritando y temblando y arrastró a Myriam con él. Se quedaron abrazados por un momento mientras se recuperaban.
-Que hija de puta- murmuró besandola.
Se puso arriba de ella para masajear su espalda, tenía una piel tan suave, y varias contracturas. Besó sus lunares y sus glúteos. La volteó para besarla, llenó de besos su cuello, senos, abdomen hasta llegar a su intimidad y atenderla, le encantaba verla así y escucharla, la abogada acariciaba su cabello.
-Me encantas rubia- dijo mientras besaba sus labios.
La penetró de espaldas, amaba esa vista de ella, acarició toda su piel y su intimidad también disfrutando de los gemidos de Bregman. Puso una mano en su cuello para que levante su cabeza y hablarle al oído
-Sabes que me calentas mucho cuando hablas de mí? Diciendo que soy malo, y después me pedis que te coja, y te encanta zurdita, te encanta que lo haga- comentó mientras besaba su oreja
Aumentó su ritmo, la rubia no podía ni siquiera incorporarse ni hablar, rasguñó el brazo de Javier
-Dale zurdita, acaba, te encanta que te coja, te gusta, dale- murmuró a su oído.
La abogada llegó a su orgasmo bajo un grito alto y el del presidente quien golpeó uno de sus glúteos.
Su novia volvió a atenderlo, lo hacía tan bien, una de las pocas cosas de las que no se iba a cansar nunca, llegó a su orgasmo sobre su torso y la vio limpiarse con sus dedos, era realmente increíble-Sos hermosa y pervertida- dijo abrazándola.
-Bien que te gusta. Te amo cuchurrumí- respondió Myriam abrazándolo para dormir.
-Yo también te amo mi reina, que descanses campeona de América-
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Lo hice lo más triple X posible pero aunque no lo crean soy re vergonzosa para esto.
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Al final sí sos un gatito mimoso
FanfictionMilei perdió la primera vuelta y ahora necesita la ayuda de su enemiga Myriam Bregman. Si Myriam o Javier ven esto, mil perdones no pude evitarlo.