Lo único coherente aquí, eran las palabras de Heeseung para Sunghoon.
Ahhh..ah
Ese era el sonido favorito de Heeseung.
Escuchar como se le cortaba la respiración cada vez que su pene entraba en lo más profundo de su ser. Golpear las paredes estrechas de Sunghoon era su droga favorita. Sentir la piel caliente a su alrededor y golpear sus bolas contra su redondo trasero era su deleite.
Cada vez que lo veía, era una dosis más de excitación. El de pie mientras mantenía a Sunghoon empotrado en aquel mueble de espejo, dónde parecía ser lo suficientemente fuerte para soportar las embestidas de Heeseung.
Ahhh
Heeseung avalaba esa imágen.
El entre las piernas de Sunghoon y el contrarió sugetando el borde del mueble como si se fuera a caer mientras trataba con todas sus fuerzas abrir cada vez más sus hermosas piernas para que Heeseung se introduzca cada vez más profundo en el.
Le encantaba ver cómo aquel pene salía y entraba de el.
Pero le gustaba más ser llenado por el.
Su agujero se contraia cada vez más por la abrupta intrucion sin siquiera ser preparado. Las leves hilos de sangre que salían de el no hacía nada más que satisfacer a Heeseung.
El era el único que lo podría profanar.
Sunghoon ni siquiera podía hablar y nunca pudo. Heeseung lo había secuestrado del salón de invitados para arrinconarlo en esa habitación y treparlo al mueble, bajando sus pantalones sin siquiera preguntarle, abrírle las piernas con brusquedad y mostrar su tan adorada entrada rosada con pequeños pliegues y el pene de Sunghoon contrayéndose.
Heeseung no espero más para besar a Sunghoon y meter su pene a la vez.
El grito desgarrador de Sunghoon fue amortiguado por los labios de Heeseung que parecían querer devorarlo.
Cuando Heeseung bajo por su cuello, sugeto sus manos bajo sus muslos y los empujó más, queriendo abrir por completo a Sunghoon.
Cuando empezó a chupar su su cuello, Sunghoon apenas podía hablar.
—No.. no dejes marcas.
Heeseung se separo de el y me dedicó una hermosa sonrisa de lado llena de arrogancia.
—¿Para qué? Ni siquiera tienes sexo con tu prometida. — Afirmó de forma burlona.
sunghoon apretó sus labios cuando Heeseung lo volvió a penetrar.
—Algun día lo Haré....
Heeseung se carcajeo.
—Cuando lo hagas, le haré saber a todo el mundo que al preciado principe Alfa le encanta revolcarse en la cama del Duque Lee.—La siguiente embestida demostró su rabia, está vez Sunghoon no pudo ocultar su gemido. —que al encantador principe le encanta que se le metan.
—N-no..
—Oh Sunghoon, claro que te encanta. Siempre te a gustado. Siempre te a gustado que te toque, sentir mi calor por todo tu cuerpo. —Beso su cuello, dejando una marca alrededor de su glándula de olor. —Eres mi Omega.
— Heeseung, sabes que no es así....
—Si lo eres. Te me ofrecieron tus padres cuando apenas tenías 5 años, desde ese momento en que dijeron que serías mi omega, siempre lo as sido. Tu cuerpo nunca me ha rechazado a pesar de ser alfa, tu alfa sabe que eres mío.
— Heeseung....ahhh ah
El menionado sonrió en el cuello de Sunghoon.
—Tu prometida no sabe que al príncipe no le gusta follar, le gusta ser follado. —Volvio a morder su glándula de olor.
El cuerpo de Sunghoon se contrajo, abriendo su boca desbordada de saliva y las mejillas empapadas de lágrimas. Heeseung levanto su rostro y con su pulgar limpio la saliva para después meter su dedo en su boca.
Sunghoon se exito más de lo que ya estaba.
Cómo le encantaba ese rostro.
—Todos sabrán que tuvimos sexo heeseung.
—No preocupes por eso. Tengo algo que lo ocultara.
Sunghoon no quiso preguntar, más bien no pudo seguir preguntando. El nudo de Heeseung lo había atrapado por completo, estirando sus paredes en su máximo esplendor. Esa sensación lo satisfaccio por completo hasta correrse. Pero no pudo evitar llorar, el dolor de aquel nudo era sofocante, sentía que Hiba a morir.
Muy grande
Muy grande
Muy grande.... Heeseung.Cuando Heeseung sientio su nudo por fin, abrió su boca en un largo suspiro, sintiendo como se vaciaba en Sunghoon y como su pene palpitaba de goso.
Agarro el cuerpo de Sunghoon entre sus brazos y el se aferro con debilidad a sus caderas y apretaba su cuello con fuerza, a un Unidos.
Sunghoon sollozaba en su hombro mientras heeseung se sentaba en la cama y acariciaba su cabello.
—Pronto bajara.
—No quiero que baje.
Heeseung sonrió.
—Pero si estás llorando del dolor.
Sunghoon apretó a un más su cuello, enterando su cara justo dónde su olor brotaba, aspirandolo.
—Siempre quiero estar lleno de ti.
Heeseung sonrió y se levantó para dejar caer a Sunghoon en la cama cuando sintió que su nudo bajo, escucho en gemido de protesta de Sunghoon, pero cuando callo en la cama, sus piernas colgando al borde la cama y sus pues casi tocando el suelo, vio como Heeseung se apartaba de enfrente para comodar una almohada en su cabeza y por fij ver lo que Heeseung quería que mirara.
Era la imagen de el a través del espejo de la habitación, era el con las piernas extendidas por completo, marcas rojas en sus piernas. Pero lo que lo hizo gemir de placer fue ver cómo su ano estaba estirado como una rosa, un tamaño que jamás había visto en el y para ponerle un moño al asunto, ese agujero brotaba el semen de Heeseung con pasión.
Sunghoon parecía excitarse de nuevo.
Heeseung aprovecho eso para sonreír y llenar su orgullo alfa al ver a su Omega rellenado con su esencia.
Heeseung miro a Sunghoon, a un con las piernas extendidas, para después acercar su mano y meter un dedo en el agujero tan baboso y sucio de el.
Heeseung provocó presión con la palma de su mano desocupada en el abdomen de Sunghoon. El se sentía tan pequeño a su toque.
Con la mano presionando su abdomen, y la otra arremetiendo por segunda vez su ano, Sunghoon supo que Heeseung no tenía intenciones de liberarlo.
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Te Haré Mi Omega [HeeHoon]
RomanceEl duque estaba tan perdido por el principe Sunghoon, hasta el punto de querer convertirlo en un Omega.