~Un Espacio En Tu Corazón ~ Ayato x Male Rivals

Capítulo 11

El reloj en aquella gran sala tan solo marcaba el número 4,siendo la hora de esa mañana. Eran las cuatro de la mañana,en dónde estaba un señor mirando su computadora,esperando alguna respuesta a aquella llamada.

Sin más,del otro lado se activo una cámara,viendo así a quien más quería.

—¿Que se te ofrece?—Dijo la voz algo irritado,intentando mantener su postura tranquila.

—Ya lo he visto—Soltó sin más el señor.

—¿Que?!.... Para esto me he escondido todos estos años!.

—Nadie puede esconderse de mi—Dijo el señor,tomando un sorbo de lo que sería su taza de café.

—¿Que es lo que quieres?.

—Lo quiero a él—Al escuchar eso,la señora abrió sus ojos de par en par—Tranquila. No de esa manera,lo quiero para un serio compromiso,entre el,y mi primogénito,pronto heredero por cierto.

—No lo haré.

—Piensa. No te hagas la de rogar,sabes que con un simple chasquido de dedos te puedo hundir... Y separarte de lo que más has querido. Recuerdo,ni tu astucia e inteligencia te salvaran de esto.

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Eran las 5 de la mañana,hora a la que me veía despertando debido al mal sueño que había tenido.

Otra vez esa pesadilla.

Sin más,me disponía a irme a la cocina para así poder hacer el desayuno,y comer más temprano,para después hacer mi almuerzo. Iba saliendo de mi habitación,hasta que por la oscuridad de la casa choque con lo que parecía ser una repisa. De esta cayó una caja,la cual tome,llevándola hasta la cocina en dónde encendí la luz.

La dejé en la isla,empezando a hacer el desayuno. Cuando me senté a comer,la mire nuevamente,para tomarla y abrirla mientras comía. Habían un millón de fotos,tantas fotos las cuáles eran de cuando era un bebé o un niño.

Reí por varias fotos,en las cuáles salía haciendo cosas tontas o simplemente intentaba sonreír. Una foto me llamo la atención,y era la foto de educación primaria,en donde estaba al lado de un chico.

Se me hacía familiar,pero no podía identificar de que manera. Después de eso,hubieron más fotos con el,en dónde salíamos riendo o cosas similares,hasta que no hubieron más,y siguieron como simples fotos de la adolescencia.

Suspiré,vagamente podía recordar cosas de cuando era niño,pero eso aún no podía venir a mi mente,solo la silueta de un niño sin cara,y con un peluche de zanahoria que siempre lo acompañaba.

Sin más,termine de desayunar para hacer mi almuerzo. Mire otro recipiente,recordando a mi nuevo amigo,Otohiko. Pero luego,pensé en Oko,ambos eran casi iguales,muy tiernos,y a la vez muy tímidos,y siempre hablaban con ese toque de nerviosismo que los hacía ver realmente tiernos.

Listo,haría un bento para los dos.

Con una sonrisa,hice un bento para cada uno,hasta incluso decorándolo con mucha delicadeza. Feliz,y listo para este día,me fui a dar un baño.

Al terminar de vestirme,metí los tres bentos en mi bolso,mirando así la caja nuevamente. Urge en ella,para tomar la foto en dónde salí junto a aquel chico,para luego meterla en mi bolso.

Sin más,me fui a la academia a pasos apresurados. Me sentía feliz el día de hoy,me había levantado con toda la alegría del mundo,mientras me ponía mis auriculares para escuchar musica y cantar un poco. Al llegar a la academia,me cambié los zapatos y me fui a mi salón,dejando mi bolso mientras cambiaba la canción,para sacar mi cuaderno y escribir lentamente su letra,junto a una carta que sería para Taro.

Cartas que jamás podre entregar...

Una mano en mi hombro me saco de lugar,cerré rápido el cuaderno y puse la música,para quitarme mis auriculares. Mire al responsable,y solo era Aso,el cual me veía con una sonrisa. Bufé,para luego saludarlo.

—¿Cómo está todo hoy Ayato-Kun?.

—Bien... Mejor dime Yan-Kun,estoy más acostumbrado a ese apodo—Dije sonriendo.

—Oh,bueno,está bien,Yan-Kun—Dijo con una sonrisa—Ya no te sientes mal como la otra semana? Has estado comiendo bien?—Dijo mientras me tomaba del brazo,y caminábamos afuera del salón.

—No te preocupes,estoy bien—Dije no muy interesado en un plática con el.

Me pare en seco,recordando el collar que me había dado Oko. Busque en mi bolsillo,encontrandolo por suerte,y me lo puse. Aso miro el collar confundido,para luego mirarme aún más perdido.

—¿Y ese collar?.

—Fue un regalo—Dije sonriendo al recordar a Oko,ese chico si que era amable—Bueno,a dónde vamos?.

—Ah,si! Ven,vamos a la pista!—¿A la pista?.

—¿Que haremos allí?—Dije confundido,mientras seguía siendo jalado por Aso.

—¡Puedes ver cómo corro! Y así,tal vez,te empiece a gustar un poco más el deporte!.

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Por fin,la hora del almuerzo había llegado. Cómo pude,tome los tres bentos,y me fui hacia arriba en busca de Oko,para después buscar a Otohiko. Al pasar cerca de su salón,no me lo encontré,pero,me encontré con Taro.

—Hola Aya-Kun—Dijo Taro,saludándome con la mano.

—H-hola Taro-Sepai—Dije sonriendo—¿Tienes con quién almorzar?—Dije feliz.

—No,pero,¿Podemos almorzar juntos?—Dijo con una sonrisa.

—¡Si!—Dije feliz—¡Claro que puedo! Bueno,a dónde vamos?—Dije riendo.

—Bueno,a dónde quieras... Pensé que no tenías con quien almorzar,pero,tienes allí tres bentos y...—Oh mierda.

Oko y Otohiko.

—Hum, hola—Escuche detrás de mi.

Al voltear,era el nombrado Oko. Yo sonreí,para tomarlo del brazo.

—Si,Em... Venía a buscar a Oko ya que le hice un bento y... También te hice uno a ti—Dije mientras sonreía.

Aunque el bento era para Otohiko,podía darle uno hasta mucho mejor mañana.

—Oh,¿De verdad? Bueno,gracias,pero ya traje mi bento.

Oh...

—Bueno... Puede que le dé este bento a Otohiko-Kun... Oko,ten,es para ti—Dije sonriendo,mientras le daba el bento.

—Hum,gracias... H-había olvidado m-mi bento...—Dijo Oko,tomando con delicadeza el bento.

Sonreí.

Oko solía ser muy tierno.

—Bueno,podemos ir a la planta baja a buscar a Otohiko-Kun,o bueno,así lo llamas tú —Dijo Taro,sonriendo.

Sentí mi cara caliente,y luego sonreí,para agarrar con más fuerza a Oko,y empezar a caminar.

—¡Entonces busquemoslo!—Dije sonriendo,para irme casi corriendo junto a los dos chicos que iban conmigo.

—Y-yo... Muchas gracias...—Escuche el murmuró de Oko—Hum,¿Tienes puesto el collar que te di?... Y-yo pensé que... No lo tendrías puesto...

—De nada. Claro que me lo pondría,es un regalo muy lindo de tu parte...