Satoru despertó en el sofá con Shoko y Suguru dormidos junto a él. Había pasado la noche en la casa de Shoko, disfrutando de una velada tranquila con sus amigos. Una ligera culpa lo invadió por no haber regresado a casa, y decidió despertar suavemente a Suguru.
"Suguru", susurró mientras lo agitaba ligeramente.
Suguru despertó con dificultad, sus ojos entreabiertos y pesados. Murmuró algo incoherente, y Satoru recordó que los medicamentos lo mantenían un poco mareado por las mañanas.
"Suguru, tengo que irme. Sigue descansando", le dijo mientras le despeinaba el cabello. "Tú puedes", añadió con una voz cargada de cariño y confianza. Con cuidado, apartó su mano y recostó la cabeza de Suguru sobre una almohada en el sofá.
Suguru asintió levemente, dejando que el sueño lo reclamara nuevamente. Satoru se levantó despacio, asegurándose de no hacer ruido que pudiera despertar a Shoko. Salió de la casa de Shoko en silencio, cerrando la puerta suavemente tras de sí.
Una vez afuera, Satoru se teletransportó a su casa. Al entrar, se movió con cautela, intentando no hacer ruido para no despertar a Akari. La casa estaba tranquila, iluminada por la suave luz del amanecer que se filtraba por las ventanas.
Subió las escaleras lentamente, tratando de no hacer ningún ruido que pudiera interrumpir la paz del hogar. Al llegar al pasillo del segundo piso, notó que la puerta del baño estaba semiabierta. Al acercarse, vio a Akari dormida sobre la tapa cerrada del inodoro, su rostro apoyado en su brazo doblado, claramente exhausta.
Probablemente, las náuseas la habían llevado al baño y, en algún momento, se había quedado dormida debido al cansancio. La visión de Akari en esa posición llenó a Satoru de ternura y preocupación. Se acercó silenciosamente, observando su rostro sereno a pesar de las circunstancias.
Con movimientos cuidadosos, se arrodilló a su lado y le susurró suavemente, "Akari, despierta. Vamos a la cama."
Akari abrió los ojos lentamente, parpadeando mientras se orientaba. Al ver a Satoru, sonrió débilmente. "¿Qué hora es?" murmuró, su voz adormilada.
"Es temprano. Vamos a la cama, estarás más cómoda," le dijo Satoru, ayudándola a levantarse con gentileza.
Akari asintió, apoyándose en él mientras se levantaba. Satoru la rodeó con un brazo, asegurándose de que estuviera bien sujeta. Juntos, caminaron despacio hacia el dormitorio, donde Satoru la ayudó a recostarse en la cama.
"Gracias," murmuró Akari, recostándose en la almohada y cerrando los ojos.
Satoru se inclinó y le dio un suave beso en la frente. "Descansa, mi amor," susurró.
Akari sonrió y se acomodó bajo las sábanas, mientras Satoru se deslizó a su lado, abrazándola suavemente, con el amanecer avanzando lentamente, la casa permaneció en silencio.
El despertador lo despertó dos horas después y recordando que era sabado, Satoru apagó el despertador e intentó volver a dormir. Sin embargo, Akari ya estaba despierta, y con todas las hormonas haciendo efecto en ella, no había manera de que volviera a dormirse.
"Satoruuuuu", lo llamó ella, su voz llena de energía. "Tengo mucha hambre, vamos a desayunar fuera, andaaaa", suplicó con una mezcla de dulzura y urgencia.
Satoru rió entre sueños e intentó acomodarse mejor en la cama. "Cinco minutos", murmuró.
"Noooo, por favor", rogó, mirándolo con ojos brillantes y una expresión que él no podía resistir.
Satoru suspiró y abrió los ojos, mirándola con ternura. "Está bien. ¿Qué quieres desayunar?"
"¡Pan francés con muchísimas fresas!", respondió ella con entusiasmo, sus ojos brillando con anticipación.
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Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x Tú
FanfictionSatoru Gojo x Tú "La Sinfonía de la Rivalidad" --Enemies to lovers-- Matrimonio arreglado-- Alumna x Maestro-- El clan Kurayami y el clan Gojo forjaron una alianza centenaria. Cuando nacieron dos niños destinados a unir sus lazos, su destino quedó s...