Tn es una chica de 19 años que vive en un pequeño pueblo, con un pasado que la atormenta desde los 12 años, un pasado que la dejo con muchas oscuridades que ni ella misma soporta. Nadie quiso ayudar cuando ella lo necesito, menos luego mientras crec...
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Me enfoco en dejar mis pensamiento en blanco y centrarme en el viento que hay en el mes de octubre, por fin se acaba el año, cuando abrí mis ojos una moto, BMW se acerca, no me mira ya que estoy en lo oscuridad, es una chica, pelo rubio, puntas azules, perece lora, ella entre sin fijarse que estoy aquí, no es que quiera que ella se fije si estoy aquí, cierra la puerta y vuelvo a cerrar mis ojos, me dejo caer en el sofá, estiro mis pies y mis manos, dentro de unos minutos me encuentro ya casi dormida, demonios, necesito irme hacia mi acogedora cama, miré la hora en el celular, y son las malditas 10 de la noche, no creo poder esperar tanto, sin tener un arranque de irme antes, dejo la botella en el suelo, le pego otra calada a mi cigarro, y entre, mierda esta oscuro, enciendo la lampara de mi teléfono y camino entre montón de cosas tiradas por todas partes, puedo escuchar la charla, quiere decir que estoy cerca, cuando puedo notar algo de luz apago mi celular, busco con la mirada un asiento y bingo, lo encontré, camino hacia ese lugar que parece tan tentador, ya que es tan alejado de las personas que están alrededor, pero un chico que aún tiene el casco puesto llega a mí como si estuviera esperando por que alguien se hubiera sentado y el estaba listo para atacar, la pregunta es ¿por qué precisamente yo?, no quiero mirarlo, pero siento la obligación de hacerlo, así que lo hago.
—¿Qué? —pregunte sin ánimos, lo mire con mucho detalle y él sigue viéndome, al menos pienso que me mira, pero no se si en realidad lo hace,, mi hermana y los demás me miran en cuando escuchan mi voz, y fruncen el ceño, no sé si eso significa que esto es bueno o malo, él se quita el casco, esperando que sea liberador mirar su rostro y conocer quién es la persona detrás de ese estupido casco, la oscuridad hace que no vea nada de su estúpida cara y eso me hace inquietarme un poco.
—¡Quítate de mí asiento! —amenaza con voz grave, que hasta hizo estremecer mi cuerpo, pero como soy arrogante, no lo hice, solo seguí fumando mientras él seguía de estupido mirandome.
—¡Oye H!, puedes sentarte en otra parte.
Escuche que dicen y joder que es molesto escuchar un maldito alias casi igual al mio, que desagradable.
—No lo haré, este es mi lugar lo ha sido siempre.
Oh vaya, la nena siempre ha tenido su lugar.
—Oh lo siento. No sabía que era por la duración del tiempo. pues adivina, ahora soy yo la que lo tiene, busca donde irte a sentar, y deja de quejarte como una niña. — espanté sin más, pegándole otra calada al cigarro, pero de un momento a otros él me lo quita y lo pone en sus labios, mi rostro es de absoluto desagrado, su cuerpo se empieza a mover buscando un asiento y está justo donde la luz puede hacerlo revelar la cara de estupido que combina con su personalidad, no voy a negar que el chico es un tanto atractivo, pero nunca nadie me quita un cigarro mucho menos de mis propios dedos, mis ojos no dejaban de mirarlo, de fulminarlo con cada movimiento que este maldito que está enfrente proporcionaba..
