Capitulo 8

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—Ese video que subiste esta genial— Emma le dijo a Aisha a través de FaceTime

—Si que lo fue—

Emma se encontraba sentada en una de las sillas del jardín. Se había metido en la piscina un rato, aprovechando el calor.

Robby entro al jardín de los LaRusso con su patineta. El y Daniel irían a practicar karate.

El se acerco mas, al escuchar la risa de Emma. El la observo sin llamar su atención, llevaba un traje de baño de color negro, su pelo suelto y una encantadora sonrisa adornaba su rostro.

—Estoy emocionada por el torneo— Hablaron a través del teléfono.

—Si, yo también lo estoy— Contesto Emma sin borrar su sonrisa  —

—Emma ¿Mañana podrías pasar a buscarme para ir al entrenamiento?

—Claro, no hay problema 

Robby que estaba hipnotizado mirando a Emma, reacciono de repente. Estaba observándola de una manera no muy apropiada. Quiso darse la vuelta para irse, pero choco con un adorno que se encontraba colgado, provocando que la rubia volteara su vista hacia el.

—Oye Aisha te llamo luego—

—Esta bien— Ella contesto antes de colgar

Emma se levanto acercándose a el.

—Hola— Robby la saludo nervioso de haber sido descubierto.

—Hola ¿Qué haces aquí?

—Busco al señor LaRusso—Le contesto mientras sonreía —Lo siento, no quería interrumpir tu llamada.

—No te preocupes— La rubia le devolvió la sonrisa. —Papá esta adentro, seguramente saldrá en un momento

—Oye yo me preguntaba—Robby empezo a trabarse con las palabras

—No te pongas nervioso.

El se rasco su nuca tratando de calmarse —Si, lo siento— El suspiro antes de empezar a hablar otra vez —Me preguntaba si mañana quisieras ir conmigo, a una cita

Emma se sorprendió ante eso, pues no habían hablado mucho últimamente.

>>—Si no quieres, no debes preocuparte—Keene empezo a ponerse nervioso ante la falta de respuesta.

—Si. si quiero.— Lo interrumpió.

—Eso es genial. ¿A las ocho te parece bien?

—Si, esta bien—Ella sonrió un poco nerviosa.

Ellos se observaron en silencio durante un par de segundos, sonriéndose entre ellos.

—¡Oh, miren esto!—Daniel se acerco a ellos, con un bolso colgando de su hombro. —Si quieres unirte a nosotros Emma, todavía estas a tiempo.

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