Entre el Odio y el Amor.

Capítulo 4

Pov Rai.

-Buenos días, hasta que bajas, estaba por irte a echar un balde de agua fría. -dijo mamá después de verme entrar a el comedor.-

-Que amorosa. -dije acercándome y dándole un beso en la mejilla, mientras ella reía.- Buenos días, ¿en dónde está papá?

-Ya sabes, metido en el despacho trabajando. -dijo mamá rodando los ojos.-

Papá siempre a sido así, desde que tengo memoria, el trabajo es prioridad para él, todo el día está metido en su despacho o en la oficina de la empresa, casi nunca en casa, me he acostumbrado a vivir con un papá presente pero ausente, no me puedo quejar, al final de cuentas tengo todo lo que necesito, y hasta más, con eso basta, ¿cierto?

-Que raro. -dije irónica y mi madre soltó una lave risa.-

-Anda, ya, almuerza que se te hace tarde para la escuela. -asentí y comencé a hacer lo que me dijo.-

Después de terminar el almuerzo, salí de mi casa, subí a mi auto, y fui hasta la casa de Alex, ya que su auto estaba en reparación, toqué el claxon y al minuto salió y subió.

-Hola, nena. -dijo y me dio un beso en la mejilla, yo sonreí y comencé a conducir hasta la escuela.- No sabes el gran favor que me haces llendo hasta casa por mi, que martirio tomar el autobús con toda esa gente. -reí.-

-Para eso estamos, pero no es de a gratis.

-¿Qué necesitas?

-Por ahora no lo sé, pero después se me ocurrirá algo. -me miró frunciendo el ceño.-

-De pánico.

Reí y después de unos minutos estábamos llegando a la escuela, y oh vaya, noté a la idiota de ayer pasando por el estacionamiento, y no lo pensé dos veces arranqué subiendo la velocidad, estaba tan cerca de ella cuándo piso el freno haciendo que el auto derrape y quedé muy cerca de ella, después en menos de un segundo tocó el claxon, haciendo que ella pegue un brinco y se quedé parada frente al auto paralizada respirando muy rápido.

-RAINELIS!!, carajo, ¿qué te pasa? -dijo Alex, y yo solté una risa.- Eres una loca. -se tocó el pecho y empezó a regular su respiración, por lo que veo el también se asustó un poco.

-Ups -sonreí de lado, y el fenómeno frente el auto frunció el ceño, negó con la cabeza y después se fue sin decir nada. -reí a carcajadas, y mire a Alex.- ¿Viste su cara?

-Hermana pero tú querías matarla o qué?

-Para nada, solo fue un pequeño sustito, ademas, me prometí no dejarla en paz y hacer sus días difíciles, me cae muy mal, Alex.

-Lo sé, Rai, pero al menos me hubieras avisado, mamona, el susto era para ella, no para mí. -reí y lo abracé de lado.-

-Perdón, a la próxima te aviso.

-Bien, ahora vamos que otra vez llegaremos tarde. -asentí y estacione bien el auto, luego bajamos y fuimos hasta la entrada.-

Cómo siempre, todas las miradas en mí, es super cool que todos te vean, sabes, pero a la vez no, aveces resulta hasta incómodo, el hecho de que tienes que ser perfecta en todo, para que nadie te juzgue, no puedes tener el más mínimo fallo, porque eres atacada, y no tienes derecho a equivocarte, estás en la mira de toda la escuela, en la mira de tus padres, en la mira del consejo estudiantil, es estresante fingir.

-Pero miren quién está aquí, la más guapa del instituto. -James se acercó y me abrazó por los hombros.- ¿Cómo estás preciosa?

James, cómo decirlo, el típico capitán del equipo que tiene a quién quiera a sus pies, siempre le he gustado, y me tira los perros cada que puede, pero es que simplemente a mi no sé, quiero decir me gusta cómo amigo, no cómo algo más, no es mi tipo, pero para todos aquí, seríamos la pareja perfecta, ya saben, los dos populares juntos, cómo reyes del baile, y siendo presidentes estudiantiles, iugh.

-Estoy bien, James, ¿qué tal tú?

-Estoy genial ahora que te veo. -sonrió y dejó un beso en mi mejilla.- Estaba pensando, ¿qué te parece si después de la escuela vamos a comer?

-Mhm, lo pensaré, yo te aviso, si?

-Bien, igual yo te mando mensaje en unas horas más, me tengo que ir, hasta pronto, guapa. -dejó otro beso en mi mejilla y se fue.-

-Es irritante. -limpié disimuladamente mi mejilla, y Alex volvió a acercarse.-

-Yo creo que es muy lindo contigo, y es un gran partido. -yo solo negué con mi cabeza.-

-Te veo luego, Alex. -fui hasta mi locker y dejé ahí a mi amigo.-

Abrí el locker y dejé las cosas que no necesitaba, luego veo cómo alguien muy conocida se acerca y abre el locker de el otro lado, así que cierro con fuerza el mío, y ella pega un brinco por segunda vez en el día, esto comienza a ser divertido.

-Vaya vaya, vean a quién me topo de vuelta.
-miré a la idiota de lentes frente a mi.-

-No estoy para juegos, ¿no te basta con lo que hiciste en el estacionamiento?

-Oh, lo de el estacionamiento, fue muy divertido ver tu cara de miedo, parecías un perrito inofensivo. -reí fuerte.- y respondiendo a la pregunta, no, no me basta.

-Déjame en paz, no quiero problemas, Rainelis.

-Waoh, ya hasta mi nombre te sabes, ni siquiera me había presentado.

-No, ni el tiempo tuviste, apenas choqué contigo, empezaste a ladrar. -hizo una sonrisa burlona.-

-Cállate, idiota. -cerré mi puño apretándolo fuerte.-

-Tú fuiste la que vino a buscar pleito, por cierto, cómo yo si tengo la educación, me presento, soy Alondra. -extendió su mano, y yo solo rodé los ojos.- Venga, ¿me vas a dejar con la mano estirada?

-No pienso tomarla, quién sabe en dónde a estado antes.

-A estado en fantásticos lugares la verdad, te pierdes de mucho al no tomarla. -hice cara de asco y ella rio bajando la mano.-

-Que asco, Alondra, eres odiosa.

-Disculpa?, te mordiste la lengua acaso? -hasta aquí, ya me canso está infeliz.-

-No sabes con quién te metes, voy a hacer que tú estancia aquí sea un infierno, me oyes?

-Ya basta, deja de amenazarme, niña.

-¿O qué?, ¿irás a llorar con tú papi? -dije burlándome y en menos de un segundo estaba contra el casillero, con el antebrazo de Alondra en mi cuello.-

Pov Alondra.

-¿O qué?, ¿irás a llorar con tú papi?

Sin pensarlo dos veces empuje a la estúpida a los lockers y puse mi antebrazo  en su cuello haciendo presión. Cuándo mencionó a papá, no sé, fue cómo si algo dentro de mi se activara, pero nadie tiene derecho a mencionarlo.

-¡En tú vida vuelves a hablar de papá, me oyes?! -la separé un poco y volví a hacer presión, haciendo que un duro golpe sonara de nuevo.-

-Alondra!! -dijo una voz detrás de mi, mientras yo veía los ojos muy abiertos de Rai.-

bueeenoo, de pánico

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besosss
Lyn.