THE STEALER | KOZUME KENMA

Capitulo 04: c(sh)itty boys.

Capitulo 04 — Tokio's boys.

—¡Salud!

Una mesa grande al fondo que tenía el volumen de la voz demasiado alto era lo primero que se notaba al entrar al pequeño puesto. Los hermanos Miya, Suna, Sakusa y Yeci se encontraban cenando y bebiendo juntos después de haber salido del trabajo. Aran lastimosamente tuvo un problema por el que tuvo que excusarse,  y Yamaguchi había dicho que unos amigos llegaban de Tokio y Miyagi por lo que debía faltar esta vez.

—¡Ishh! —Yeci exclamó emocionado. Aunque no era muy bueno con él alcohol, le gustaba estar con sus amigos —¡Kyoomi te extrañé!

El chico de cabello negro le dirigió una mirada un tanto extraña. No eran amigos cercanos, sin embargo, siempre que salían juntos a los Miya, solían llevarse bien.

—Me alegro de verte también, Yeci —fue todo lo que dijo.

Se podía notar a leguas que quería ponerse la mascarilla y aunque todos le habían dicho que no había problema con ello, se negó a hacerlo por respeto.

Atsumu estaba peleando con Osamu por ver qué iban a pedir para cenar. Siendo ignorados por el resto del grupo, quiénes comían entre las cosas que pidieron con atenrioridad.

Habían llegado hace media hora y dos botellas ya se encontraban amontonadas en el centro de la mesa mientras la otra comenzaba a acabarse, animando al grupo quiénes reían sin parar.

—¡Yeci, cuéntanos! —la voz de Atsumu sonó en su oído derecho, volteando a verlo adolorido, incluso juró que pudo quedarse sordo. Una sonrisa gigante estaba plantada en el rostro del mayor —¡Llevas casi un mes callado!

—¿A qué se refieren? —preguntó Yeci haciéndose el incomprendido.

—No te hagas el idiota —acusó Osamu —, he tratado de sacarte todo desde la semana pasada y te cerraste como una ostra.

Yeci miró apenado a ambos Miya, mientras llevaba otro vaso a su boca, el alcohol quemando su garganta. Esto era difícil para él.

Después del encuentro que tuvo con Neko-ma Boy todo se volvió extraño. Después de que Yeci había salido de la llamada, estuvo al menos una hora tratando de recomponerse. Sentado solo en su habitación, su mente no dejaba de reproducir lo que había sucedido.

Todo parecía una película de porno barata.

Pero eso no fue lo peor de todo.

Yeci parecía que lo hubieran embrujado. Durante los dos primeros días, no podía cerrar los ojos porque en un instante, la imagen del rostro de aquel joven aparecía en sus párpados y lograba ponerlo duro al instante. No podía tomarse un baño en paz, no podía mencionar nada de él.

¡Incluso soñaba con él!

Yeci se dio cuenta que estaba realmente mal, creía que al menos solo debía que dejar que su mente se calmara para superar lo sucedido.

Pero no fue así.

A las dos semanas de haber ocurrido eso y cuando Yeci consideró que todo había pasado, esa persona le escribió.

Primero fue por correo. Enviando mensaje tras mensaje acerca de la situación, diciendo que quería hablar con él.

De alguna forma logró bloquear su correo y dejar de recibir sus mensajes.

Pero entonces, lo contactó por su número, le había escrito mensajes incluso a las cuatro de la mañana pidiéndole que hablaran, algo que con su silencio y falta de respuesta esperaba que él comprendiera que era un no. Bloqueando igualmente el contacto.