- Una nueva vida
Los días habían pasado tranquilamente, convivir con Thiago no era tan malo o bueno... Hasta cierto punto no lo era, descartando que me hizo dormir en una cama de perro junto con tenerme de sirvienta se podría decir que era cómodo estar con él.
Aunque debía de admitir que hubo un momento que llegue a dudar de él ya que siempre se levantaba a la una de la madrugada y se encerraba en una habitación a la cual no tenía acceso, incluso cuando limpiaba me decía que esa habitación nunca la tocara, claramente le pregunté el porqué de su comportamiento pero tan pronto como me explico que se trataba de uno de sus proyectos del trabajo deje de insistir ya que comprendía que no podía meterme en todo lo que hacía.
Algo que me había llamado mucho la atención de la vida humana era como habían muchas cosas nuevas, una de esas eran los aparatos eléctricos que ellos tenían. Al principio no podía usarlos muy bien y posiblemente termine rompiendo varios de ellos, pero ya cuando ví a Thiago usarlos no me pareció tan difícil o no hasta ahora... Recuerdo la última vez que intenté utilizar algo llamado lavadora, la cual al poco tiempo termino sacando humo. Nunca pude comprender el porqué ya que me habían pedido nunca más volver a tocar algo que no supiera que hacía y así fue, pero con lo que no contaba era que la casa de Thiago estaba inundada por todos esos aparatos.
Debido a todo eso mi tiempo básicamente se trataba de leer libros y esperar a que Thiago llegará, claramente era una rutina aburrida pero no era como si pudiera hacer algo más. Incluso hubo una vez que intenté comprar que mi ala estuviera bien pero no conté que los humanos eran tan chismosos que solo fue cuestión de segundos antes que notarán mi diferencia de ellos. Cosa que también le trajo problemas a Thiago, ya que tuvo que inventarse demasiadas excusas para cubrir mi identidad. Así que se podría decir que dependía de él para hacer la mayoría de cosas que hacían los humanos, y sobretodo, ayudarme a que nadie se diera cuenta que era un ángel.
Solté un suspiro cansado mientras me acomodaba nuevamente en el sofá, mire el reloj, el cual Thiago me tuvo que explicar meticulosamente cómo funcionaba, ya que incluso la hora se me hizo difícil de leer debido a las manecillas del reloj, pero él simplemente colocó una línea roja la cual indicaba su hora de llegada. Cuando note que la manecilla se había pasado por una línea mi mente se empezó a imaginar varias cosas que tal vez le hubieran pasado, ¿Por qué no había llegado a la hora indicada? ¿Y si lo habían envenenado? ¿O tal vez había muerto en un accidente automovilístico? O aún peor... ¿Y si se lo habían robado para venderlo en el mercado negro? Aunque esa idea la descarte rápidamente ya que nadie se lo robaría tan fácilmente.
Pero incluso si descartaba varias opciones la preocupación persistía en mí. Pero pensé que era mera exageración mía, después de todo no había pasado tanto tiempo, volví a ver el reloj para reafirmar mi punto pero cuando ví ya la manecilla se había movido muchas rayitas después, no sabía cuánto tiempo era exactamente, pero definitivamente era mucho por la cantidad de rayas.
Entonces decidí finalmente ir a buscarlo, pero si lo hacía me podrían ver... ¿Y si me verían que harían conmigo? Una de mis opciones eran que quedarán asombrados por mi aparición y me respetarán como el ser superior que era o la otra era que me confundieran con un pájaro mutante para después llevarme con un científico loco para que experimentará conmigo. Igualmente, aunque pensará varias opciones de lo que podría pasar lo mejor sería que no me notarán, así que recordé que los humanos para que no los detectarán se vestían todo de negro para pasar desapercibidos, entonces rápidamente fuí a juntar toda la ropa negra que pude para cubrirme bien de pies a cabeza. Fuí a verme a un espejo para afirmar que mi identidad estuviera bien cubierta, finalmente cuando lo confirme abrí la puerta principal dispuesto a buscar a Thiago.

ESTÁS LEYENDO
Cayendo al paraíso
Fantasy"Solo toma mi mano y nunca la sueltes" Mantén la calma incluso cuando el cielo se derrumbe, recuerda que siempre estaré para atraparte