Capítulo 12

2 0 1
                                    

El nacimiento

Finalmente, llegó el día del nacimiento. Tecito dio a luz a seis bebés saludables y hermosos. Jelouder estaba allí para apoyarlo y recibir a sus hijos.

Los bebés fueron llamados Honey, Nezu, Aiken, Maxi, Papel y Galy. Jelouder y Tecito se sintieron bendecidos y agradecidos por su familia.


La vida con los sextillizos

La vida con seis bebés era caótica pero llena de amor. Jelouder y Tecito se turnaban para cuidarlos, alimentarlos y cambiarlos.

Honey era la más dulce, Nezu el más travieso, Aiken el más curioso, Maxi la más energética, Papel el más tranquilo y Galy el más juguetón.

Jelouder y Tecito se sentían exhaustos pero felices. Sabían que su amor y dedicación valdrían la pena cuando vieran a sus hijos crecer y prosperar.


La infancia

Los sextillizos crecieron rápidamente, cada uno desarrollando su propia personalidad única.

Honey era la más empática, siempre cuidando de sus hermanos y asegurándose de que estuvieran felices. Nezu era el más aventurero, siempre buscando nuevos desafíos y emociones. Aiken era el más analítico, siempre preguntando "por qué" y buscando respuestas. Maxi era la más creativa, siempre dibujando y pintando. Papel era el más tranquilo, siempre leyendo y meditando. Galy era el más juguetón, siempre haciendo bromas y riendo.

Jelouder y Tecito se sentían orgullosos de sus hijos y disfrutaban viéndolos crecer y desarrollarse.


Los primeros años de escuela

Los sextillizos comenzaron a ir a la escuela, cada uno en su propio ritmo y estilo. Honey hizo amistades fácilmente y se convirtió en la líder de su grupo. Nezu se destacó en deportes y se convirtió en el capitán del equipo de fútbol. Aiken se convirtió en el mejor estudiante de su clase, siempre sacando buenas notas. Maxi se destacó en arte y música, siempre creando algo nuevo. Papel se convirtió en el bibliotecario de la escuela, siempre rodeado de libros. Galy se convirtió en el payaso de la clase, siempre haciendo reír a sus compañeros.

Jelouder y Tecito se sentían felices de ver a sus hijos prosperar en la escuela.


El accidente

Un día, mientras los sextillizos iban en colectivo a la escuela, el vehículo chocó con un camión en una curva cerrada. Los niños fueron arrojados de sus asientos y quedaron atrapados entre los escombros.

Jelouder y Tecito recibieron la noticia del accidente y se desesperaron. Corrieron al hospital, rogando para que sus hijos estuvieran bien.

El Legado de la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora