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Logró llegar a la escuela antes de que se desatara la tormenta, pero se arrepintió totalmente de haber ido cuando la mayoría no había asistido siquiera

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Logró llegar a la escuela antes de que se desatara la tormenta, pero se arrepintió totalmente de haber ido cuando la mayoría no había asistido siquiera. No es que a Jungkook le importasen demasiado sus compañeros, pero las clases no se dictaban si había pocas personas en el aula.

Tampoco tuvo suerte de hallar a Hoseok, quien adoraba madrugar pero había caído en la tentación de quedarse a dormir en casa. Ni su hyung más responsable, Namjoon, había venido.

Estaba pensando en aquello cuando vio a Seokjin sentado en las mesas de la cafetería, aburrido, con la barbilla apoyada en una mano. Se acercó sin demasiadas vueltas y se sentó frente a él.

—Hyung, viniste —sonrió suavemente y admiró como los ojos del más alto se agrandaban en sorpresa al verlo.

—Hey... ¿tú igual? Creía que nadie vendría, aunque tampoco quería hacerlo —admitió rodando los ojos—. Namjoon me obligó.

—¿Namjoon? —se mofó Jungkook.

—Sí, le insistí para quedarnos, pero el muy cabeza dura dijo que no quería atrasarse con los deberes. Amaneció un poco resfriado, así que lo convencí de que se quedara con la condición de venir y tomar nota de las clases —volvió a rodar los ojos antes de sonreír en dirección a Jungkook—. ¿Qué hay de ti?

El menor se encogió de hombros— No acostumbro a faltar por mal clima.

—Eres igual a Namjoon, debí cedeterlo cuando tuve oportunidad, quizás ahora estaría durmiendo en mi propia cama y no aquí —bromeó antes de bajar la vista a su comida.

Jungkook soltó una pequeña risa— No digas eso, ustedes se ven muy bien ahora que lo hicieron público. Además... ya no me interesa Namjoon de esa manera, así que tendrás que esperar que caiga rendido algún otro tonto si te lo quieres sacar de encima.

Seokjin sólo rió en respuesta— Bueno, sí, estamos mejor ahora... —sin embargo, no parecía muy convencido de lo que decía.

—... ¿Pero?

Suspiró— Su madre. La madre de Namjoon es una pesadilla, ¿sabes? llevamos tres años saliendo y ella no nos deja en paz, bueno, no me deja en paz a mí.

—No tenía idea —admitió—. ¿Por eso se están quedando en tu casa estos días? Namjoon lo mencionó al pasar, pero no pregunté más.

—Sí, su mamá estado insoportable desde que Namjoon lo hizo público, así que prefiere dormir en casa. Una de las razones por las que no podíamos contarle a nadie era por ella —confiesa entre suspiros—. Decía que arruinaría su futuro si alguien lo descubría, y Namjoon obedecía porque no quería tener problemas con ella y yo... no sabes lo feliz que me puse cuando por fin le hizo frente a esa bruja.

Jungkook rió un poco por aquella expresión— Entiendo, hyung, no debió ser fácil para ti. También me hubiese enojado, honestamente.

—Agradezco que me entiendas, sentí que me volvería loco y no podía decírselo a nadie... —suspiró y luego se dio cuenta de lo mucho que parloteó sin darse cuenta—. En fin... ¿Qué hay de ti? ¿Tu mamá apoya tus elecciones o te manipula psicológicamente?

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Jungkook suavizó la mirada pero sin quitar su sonrisa. Él también tenía curiosidad de cómo hubiera sido si ella estuviese ahí.

¿Te habrías dado cuenta de que me gusta Taehyung?

—Yo no... no tengo mamá —respondió con firmeza, vio la sonrisa del mayor desaparecer—. Así que... al menos la segunda opción no es posible, pero me gusta pensar que sí me apoya... desde donde quiera que esté.

—Dios, Jungkook, perdona —se apresuró a decir con pena—. Lo siento, no lo sabía, ¿fue hace mucho?

—Más o menos —se encogió de hombros—. No te preocupes, está bien, estoy... tratando de hablar más de ella, siempre me ha costado.

—Puedo imaginarlo... ¿Y qué hay de tu papá? Él parecía buena onda —opinó al recodar la vez que fue a recoger a Jungkook cuando el incidente sucedió.

—Creo que él lo sabe, no estoy seguro. Jamás hablamos de eso directamente —admitió apoyando la barbilla en su mano sana—. Pero, ya sabes, no creo que sea tan estúpido, ni yo tan disimulado. Así que creo que no le interesa demasiado.

—Bueno, eso es lo mejor en mi opinión —aseguró más relajado que antes—. Entonces... ¿no tienes ningún interés ahora?

—No. No es que haya tenido tiempo tampoco —confesó con una mueca.

—¿Y Hoseok? —insistió tomando de su jugo, aún así Jungkook podía ver su sonrisa pícara asomar.

—Hoseok es mi amigo —negó rodando los ojos—. Ni siquiera creo que le gusten los chicos.

—Eso no impide que te guste —bromeó.

El castaño volvió a reir— Pues no, pero... no, lo veo como un hermano —se encogió de hombros.

—¿Y qué hay de... —Jungkook lo miró extrañado, ¿Acaso él conocía más personas?—... ese tal Taehyung?

El brillo en sus ojos lo delató y tuvo que cubrir su rostro al tiempo que suspiraba— ¿Cómo es que te acuerdas su nombre aún?

—Porque estabas babeando por mi novio con él por mensaje —se burló divertido.

—¡Lo siento! Ya olvida eso... —pidió avergonzado—. Jamás voy a perdonarte que se lo hayas dicho a Namjoon.

—Pero si a él ni siquiera le importó demasiado —se encogió de hombros tranquilo—. Como sea, lamento haberte acorralado ese día, no tenía idea de que iba a terminar tan mal, en verdad sólo quería una reacción de Namjoon... no estuvo bien.

—Bueno, sí que la conseguiste —aseguró destapando su rostro—. Y no te preocupes, estamos bien... —aceptó sonriendo tímidamente.

—¿Estás mejor ahora? Quiero decir...

—¿Con los ataques de pánico? Sí... estoy yendo a terapia.

Seokjin asintió satisfecho y volvió a tomar de su jugo— Entonces... ¿Taehyung?

Jungkook volvió a suspirar— No me alcanzará el receso para contarte todo...

El mayor enarcó una ceja, parecía hablar en serio— Bien... eres bienvenido a almorzar en mi casa hoy.

—¿T-tu casa? —preguntó con sorpresa.

—Sip, mi casa —reafirmó decidido—. Namjoon también estará ahí. Si tu papá te da permiso, puedes volver conmigo... si quieres.

—Sí, sí quiero ir —aceptó al tiempo que asentía.

El receso terminó en ese momento y el mayor se levantó con su bandeja de comida— Está bien, nos vemos más tarde entonces.

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