Aether llegó a la posada exhausto después de completar una misión tras otra. Xiao lo esperaba, pero al verlo, su expresión cambió a preocupación.
"Aether, estás agotado", dijo Xiao, acercándose a él.
Aether negó con la cabeza, "No, estoy bien. Solo un poco cansado".
Pero Xiao no se creyó la negativa. Sin decir una palabra, se acercó a Aether y lo cargó en brazos como si fuera una princesa. Aether se sorprendió, pero no pudo resistir.
Xiao lo llevó a su cuarto y lo acostó en la cama. Luego, se acostó a su lado, lo abrazó por la cintura y lo apretó contra él. Aether sintió el calor del cuerpo de Xiao y, a pesar de su resistencia inicial, se dejó llevar por el sueño.
Mientras Aether dormía, Xiao lo miró con una pequeña sonrisa. "Aether, siempre te esfuerzas demasiado", susurró. "Deja que alguien te cuide por una vez".
Y así, Aether durmió profundamente en los brazos de Xiao, sintiendo una sensación de seguridad y calidez que no había experimentado en mucho tiempo. Xiao, por su parte, disfrutó del momento, sabiendo que Aether finalmente se permitía descansar y recibir cuidado.