(Danmachi Fantheme: Raised by tragedy / ダンまち OST, del canal de Argo RF)
"A... ¡ARDEE-SAN!".
El grito de Bell resonó por toda el área afectada por la magia de rayo. Sus ojos miraban incrédulo el estado en el que Ardee se encontraba. Su respiración comenzó a agitarse, su pecho se inflaba y contraía. Sus manos temblaban de pavor. Un nudo se le formo en su garganta.
En el momento que dio un paso hacia delante para socorrerla. Una flecha fue disparada a gran velocidad. Impactando justo a centímetros de sus pies. Incrustándose en el calcinado suelo.
"¡...!".
Bell rápidamente miro hacia arriba, hacia uno de los tejados de los muchos edificios de la zona. Donde pudo ver a un arquero sobre el tejado. Con su arco siendo visible como lo sostenía en su mano.
Rápidamente llego a la conclusión que aquel misterioso arquero fue el responsable del estado de su preciada amiga. Y el de los demás encapuchados cuyos cuerpos yacían inertes en el suelo. Desconociendo si aun seguían con vida o si perecieron por el poder de aquella magia.
Él quería decir algo, gritar lo que sea. Pero aquel nudo en su garganta le impidió hacerlo. Se encontraba temblando, incapaz de moverse o hacer algo. Estaba paralizado de miedo. Una sensación que no sentía hace tiempo.
Recordó el momento en el que se topó con un goblin cuando solo era un simple niño. El cómo el miedo lo había paralizado, hasta que su abuelo llego y lo salvo de dicho monstruo.
Desde ese momento, nunca sintió algo igual. Un miedo que fuera capaz de inmovilizarlo de tal manera.
"¡No te quedes quieto, muévete antes que haga algo!". Podía escuchar la voz de Ar gritarle desde el fondo de su mente. Advirtiéndole del peligro que se avecinaba.
Fue en ese momento que Bell miro hacia el mismo tejado donde el arquero estaba. Tensando una flecha en la cuerda de su arco, este apuntaba en su dirección.
"¡Muévete ahora!".
El segundo grito de Ar lo hizo reaccionar. Aquel miedo que lo atrapaba como si fueran unas cadenas indestructibles fueron rotas. Su cuerpo se podía mover, podía hacer algo en vez de solo quedarse y mirar.
Dio un paso hacia delante, se sentía como si hubiera dado un gran paso cuando en realidad era un paso diminuto. Sentía su cuerpo pesado, como si dichas cadenas de miedo aun lo atrapasen y le impidieran moverse.
Aun así, dio otro paso. Y otro, para cuando se dio cuenta, él ya había empezado a correr hacia Ardee.
Al mismo tiempo que empezó a correr en dirección a su amiga. La flecha fue disparada a una gran velocidad que iba dirigida hacia él.
Movió su cabeza para mirar hacia al lado. Pudo ver como la flecha iba dirigida hacia él. Acercándose a una velocidad alarmante, imposible de poder reaccionar para él. Pero a su vez se veía tan lenta acercándose hacia él.
Podía escuchar a Ar gritarle que cambiaran. Que el tomara el control de su cuerpo para poder lidiar con la situación en la que se encontraba. Pero no podía hacerlo o más bien, él se negaba a hacerlo sin darse cuenta.
No parpadeo, no como cuando IX casi le rebana el rostro a él y a sus compañeros. Mantuvo su vista fija en la flecha que iba hacia él. Sintió temor, miedo. Sentía que dichas cadenas de miedo iban a inmovilizar una vez más. Y vería como esa flecha lo mataría.
Pero no lo hizo. Estando a centímetros de Ardee no se iba a detener como si nada.
Por puro instinto, o tal vez por los constantes gritos de Ar dentro de su cabeza. Gritos que ya no podía distinguir. Dio un brinco, salto hacia delante. Su cuerpo cayo en frente del de Ardee, cubriéndola de cualquier ataque que le llegase.
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El reencuentro Prometido
FanfictionHace siete años, ella le hizo una promesa antes de que el desapareciera. Que no importaba el tiempo que pasara. Ellos dos se volverían a encontrar. Y siete años después, aquella promesa que hicieron se cumpliría. Esta es la historia de una promesa...