Intento abrir mis ojos poco a poco, los rayos de sol que entran por la ventana me lo están poniendo difícil, como anoche no podíamos despegarnos el uno del otro se nos pasó correr la cortina para que no entrara tanta luz. Me giro para ver al tatuado, su pelo está algo despeinado, las facciones de su cara muestran lo relajado y cómodo que está en estos momentos, estará agotado después de ayer. Decido levantarme y correr las cortinas para que la claridad que entra por la misma no despierte a Jungkook, aunque ha sido una mala idea levantarme, me duele todo, joder.
Cuando cierro las cortinas salgo de la habitación para ir al baño, ya aprovecho para hacer pis. Me lavo las manos cuando acabo y vuelvo con Jungkook a la cama, quiero dormir un poco más. Más que querer, lo necesito. Me pego al tatuado abrazándole por la cintura, pongo mi cara en su cuello y aspiro su aroma, hay que ver qué bien huele siempre.
—¿A dónde has ido?—pregunta de repente Jungkook con voz ronca. Pego un bote en su pecho, creía que seguía durmiendo.
—Solo he ido a cerrar las cortinas y al baño—murmuro.
El tatuado me separa de su cuerpo, al igual que estaba yo antes tumbada sobre su pecho, ahora él hace lo mismo, acomoda su cabeza y empieza a hacer ruiditos indicando lo cómodo que está.
—¿Estás cómodo?—pregunto divertida.
—Demasiado, tus tetas son blanditas y cómodas.
—Idiota—digo pegándole en el brazo.
—No he dicho nada malo, mujer—se ofende por el golpe que le he dado—. ¿Cómo estás?—pregunta ahora retirándose de mí para mirarme.
—Estoy bien, solo me duele un poco todo.
Jungkook me mira atentamente pero luego se echa a reír.
—«Jungkook, por favor, así, joder, más rápido»—dice poniendo la voz más aguda. Será cabrón, me está imitando, bueno, más bien se está burlando de mí.
—Vete a la mierda, imbécil—me doy la vuelta en la cama para darle la espalda.
Aunque no sirve de nada, el tatuado empieza a dar besos por mi espalda para que le haga caso.
—No te enfades, no sabes como me gusta que me digas todas esas cosas—murmura contra mi oído.
—Jungkook, quita de encima de mí que pesas mucho joder—me quejo. Se ha olvidado de que es tres veces más grande que yo y está aplastándome completamente.
Le oigo suspirar. Siento como se levanta de la cama, la rodea para mirarme de frente y se arrodilla para quedar cara a cara conmigo. Mira mis labios repetidas veces hasta que se anima a besarme, pero no dura mucho porque le aparto rápido.
—¿Por qué me apartas?—reprocha el tatuado.
—No me he lavado los dientes aún—respondo avergonzada. Él rueda los ojos y se levanta del suelo.
—Voy a darme una ducha, tu sigue ahí descansando, enseguida vengo.
Jungkook desaparece por la puerta de la habitación, giró mi cuerpo sobre la cama quedando boca arriba. Hoy vuelvo a casa con Yoongi, y Yuna va a ir a casa para que hable con ella. Mierda y yo aún no he pensado muy bien que decirles, esta claro que no les voy a contar todo con respecto a mi familia, es más, creo que es algo que no voy a contarles nunca.
Cierro los ojos algo abrumada, creo que voy a improvisar, la mayoría de las veces las cosas que no se planean son las que mejor salen, así que a la aventura.
Jungkook parece tardar mucho en la ducha, así que me levanto para abrir la ventana para ventilar el cuarto, vuelvo a la cama y empiezo a quitar las sábanas para echarlas a lavar. Voy a el armario del tatuado a buscar algo de ropa, acabo sacando una sudadera negra ancha, probablemente me quede como un vestido, voy a la mesita de noche y le cojo unos calzoncillos también.
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Lᴇᴛ Tʜᴇʀᴇ Bᴇ Lᴏᴠᴇ ⇝ JEON JUNGKOOK
FanfictionLia Fernández es una chica que busca escapar de los distintos problemas y situaciones de su pasado. Por eso decide mudarse a la otra punta del mundo para empezar desde cero, en el proceso conocerá a bastantes personas que pondrán su mundo patas arr...