Dos chicas, una en una familia extremadamente religiosa y católica además de homofóbica, otra chica de una familia disfuncional y algo caótica, donde su único apoyo es su libreta de composición y su guitarra.
-Minnie, en serio me gustas... me gustas...
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A veces me quedaba horas y horas sentada en mi escritorio tratando de escribir alguna letra nueva, alguna canción que no fuese "romántica" pero por más que pensaba y pensaba, lo único que se venía a mi cabeza era ella, esa hermosa pelirroja que me tenía mal y nuevamente se me ocurrían letras románticas, que igualmente escribía y ya iba por tres en una sola semana.
Eran casi las tres de la mañana y yo estaba con mi guitarra y auriculares tratando de cantar las letras de tal forma que quedaran con las notas que tocaba de la guitarra, que rápidamente ya tenía una parte terminada, solamente tendría que enseñársela a Nam a ver si le gusta y la aprueba, estaba convencida de que así sería, pero lo difícil era hacer otro concierto sin tener a Taehyung y a Yoongi presentes, se que suena muy hija de puta de mi parte pero yo vivo de esto, necesitaba volver a los escenarios lo más rápido posible o estoy segura que no voy a poder comer, si, mi papá trabaja pero su salario solo alcanza para pagar los recibos y un poco de comida que como mucho alcanzaría para una semana, y esa comida ya se había acabado, y no podía agarrar de mis ahorros porque eso es para mi universidad.
—Joder ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?
En este punto ya toda la concentración que tenía en aquellas letras se había ido al carajo, solté mi guitarra y quite mis cascos e intentar hacer las tareas de física en las que soy un completo asco, definitivamente tendría que pedirle ayuda a Jimin para que me explique, pero aún así intente hacerla lo mejor que pude, mire mi celular que se había encendido gracias a la llamada que estaba entrando y me había parecido demasiado raro que la personita que me estaba llamando era Jimin a esas horas de la noche ¿Habrá pasado algo?
—¿Jim?
—Hola Gukie... perdón por llamarte a estas horas, pero tuve una pesadilla y desperté, tuve la necesidad de llamarte además de que me desvelé— esas tiernas palabras habían sacudido cada célula de mi ser, mis labios se ensancharon en una emocionada sonrisa a la vez que mi espalda se apoyaba al respaldo de la silla de forma más cómoda.
—No me pidas perdón Jim, no me molesta, solo que me pareció raro que me llamaras a estas horas ¿Estás mejor ahora? ¿Qué soñaste?
—Umm, nada importante Gukie, y si, ya estoy mejor... ¿Estabas despierta? Me contestaste muy rápido, y por lo que me a contado Jinnie eres difícil de despertar— escuché su melodiosa risa a través del altavoz, y eso me quitó cualquier tipo de estrés que tenía hace solo minutos por la tarea de física.
—Si Jim, estaba despierta, estaba intentando hacer una tarea de física que no entiendo, necesito que mañana me expliques, siento que nunca voy a entender física— nuevamente escuché su bonita risa, sonreí levantándome de la silla para ir y tirarme en mi cama boca abajo, sin despegar ni un segundo el móvil de mi oreja.
