Ruby Blackwood, una cazadora de vampiros nacida bajo la legendaria Luna Roja, está destinada a algo mucho mayor que cazar. Su verdadera misión es unir los mundos de vampiros y cazadores, pero solo lo logrará al lado de Jeon Jungkook, el príncipe vam...
El peso del sueño volvió a apoderarse de mí. Esta vez, me sumergí en un sueño profundo y sin sueños, sostenida por la certeza de que Taehyung estaba a mi lado, protegiéndome. Su presencia constante y reconfortante era todo lo que necesitaba para enfrentar cualquier pesadilla, real o imaginaria.
Esa noche, en los brazos de Taehyung, comprendí que no importa cuán oscuros fueran mis temores, siempre habría luz y esperanza en la compañía de alguien que verdaderamente se preocupa por mí. La confusión de mis sentimientos no desapareció, pero en ese momento, me permití simplemente sentir y descansar, sabiendo que, pase lo que pase, no estaba sola.
La mañana llegó con suavidad, los primeros rayos del sol filtrándose a través de las cortinas y bañando la habitación con una luz dorada y cálida. Abrí los ojos lentamente, parpadeando al adaptarme al brillo del día. La habitación estaba en calma, y la sensación de seguridad que me había envuelto durante la noche aún persistía. Me incorporé en la cama, estirándome y dejando que los recuerdos de la noche anterior me trajeran una sonrisa al rostro.
Me levanté, sintiendo el suelo frío bajo mis pies mientras me dirigía a la puerta. Salí al pasillo y comencé a buscar a Taehyung, siguiendo el sonido distante de actividad que venía de la cocina. Al acercarme, el aroma tentador del desayuno recién hecho llenaba el aire, aumentando mi curiosidad y mi hambre.
Cuando llegué a la cocina, la escena que encontré me hizo sonreír. Taehyung estaba allí, moviéndose con gracia y precisión mientras preparaba el desayuno. Vestía una camiseta sencilla y jeans, y su aspecto relajado y concentrado le daba un aire encantador. Cada movimiento era seguro y eficiente, como si estuviera en su elemento.
Me acerqué a él, tratando de no interrumpir su ritmo.
-Buenos días, cocinero.
Taehyung se giró al oírme, una sonrisa cálida iluminando su rostro.
-Buenos días, Ruby -respondió, sus ojos brillando con amabilidad -¿Cómo dormiste?
-Mejor de lo que había dormido en mucho tiempo -admití, acercándome más -Gracias por quedarte conmigo anoche. Realmente lo necesitaba.
-No tienes que agradecerme -dijo, volviendo a centrarse en la sartén que tenía delante.
Observé cómo cocinaba, admirando la facilidad con la que manejaba los utensilios y los ingredientes. Parecía un verdadero profesional, cada acción meticulosamente ejecutada.
-Pensé que podríamos empezar el día con algo especial -dijo, sonriendo de nuevo mientras daba vuelta a unos panqueques esponjosos en la sartén -Panqueques, huevos y un poco de tocino. ¿Te parece bien?
-Más que bien -respondí, sintiendo cómo mi estómago gruñía de anticipación -No sabía que eras tan buen cocinero.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí -respondió con un guiño, su tono ligeramente juguetón -Pero tenemos tiempo para cambiar eso.
Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la compañía mutua mientras Taehyung continuaba cocinando. Me senté en uno de los taburetes de la cocina, observando cada uno de sus movimientos con admiración. La serenidad de la mañana, combinada con el confort de su presencia, creó un momento de paz que atesoré profundamente.
-Taehyung... -dije después de un rato, mi voz apenas un susurro -Gracias por estar aquí para mí. No sé qué haría sin ti.
Él se giró para mirarme, su expresión suave y comprensiva.
-En este tiempo te has vuelto muy importante para mí, siempre que lo necesites te ayudaré.
Asentí, sintiendo una ola de gratitud inundarme. Mientras Taehyung terminaba de preparar el desayuno y lo servía con esmero, me di cuenta que tener a alguien como él a mi lado hacía que todo pareciera más manejable. El futuro aún estaba lleno de incertidumbre, pero en ese momento, me permití disfrutar de la simplicidad y la belleza de un desayuno compartido.
Taehyung me dio de su ropa para que me duchara y me sintiera cómoda. La ducha fue refrescante, el agua caliente relajando mis músculos y despejando mi mente. Me envolví en su aroma mientras me vestía con sus prendas, una camiseta suave y unos pantalones cómodos que me quedaban un poco grandes, pero que me hacían sentir acogida.
El día transcurrió en una tranquila armonía. Pasamos horas viendo películas en su sala de estar, la luz del sol filtrándose a través de las ventanas y llenando el espacio con una calidez acogedora. Nos reímos juntos, comentamos las escenas más divertidas y nos perdimos en la comodidad de estar en compañía del otro.
-Esto es muy divertido -dije sonriendo, sin quitar la vista del televisor.
En un momento, mientras la tarde se deslizaba suavemente hacia el atardecer, me quedé observándolo. Taehyung estaba concentrado en la pantalla, su perfil iluminado por la luz suave de la televisión. Cada línea y contorno de su rostro era perfecto, y me encontré admirando la forma en que sus ojos brillaban, la curva de su mandíbula, la suavidad de su piel.
De repente, como si sintiera mi mirada, Taehyung giró la cabeza y nuestras miradas se encontraron. Una sonrisa se posó en sus labios, pero esta vez era diferente. Había algo en esa sonrisa que lo hacía ver seductor, un lado de él que no había visto antes.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras manteníamos la mirada, una corriente de electricidad corriendo entre nosotros. Taehyung se inclinó hacia mí, sus ojos profundos y llenos de sentimientos que parecían reflejar los míos. Sin necesidad de palabras, entendimos lo que ambos deseábamos en ese instante.
Lentamente, cerré la distancia entre nosotros. Sentí su aliento cálido mezclarse con el mío, y luego, con una suavidad que me hizo temblar, sus labios encontraron los míos. El beso fue tierno, cargado de emociones y significados no dichos. Sus labios eran suaves, moviéndose con una delicadeza que me hizo sentir segura y querida.
Taehyung me rodeó con sus brazos, atrayéndome más cerca mientras el beso se profundizaba. Sentí cómo sus manos se deslizaban por mi espalda, acariciando suavemente y enviando escalofríos por mi piel. Era un momento de pura conexión, donde me dejé llevar por completo.
Cuando nos separamos, ambos respirábamos con dificultad, pero había una sonrisa en sus labios y una chispa en sus ojos que reflejaba lo que yo sentía. Nos quedamos mirándonos, nuestras frentes tocándose mientras nos recuperábamos del impacto de ese primer beso.
-Ruby... -susurró Taehyung, su voz suave y llena de emoción -Esto significa mucho para mí, aunque no debió pasar. Aún así, no me arrepiento.
-Para mí también significa mucho -respondí, sintiendo cómo mi corazón se hinchaba de felicidad.
Nos quedamos así, abrazados y disfrutando de la cercanía, sabiendo que habíamos cruzado un umbral importante en nuestra relación. El resto del día pasó en una neblina de felicidad y tranquilidad, cada gesto y mirada entre nosotros cargado de un nuevo significado. Después de ese beso las cosas entre nosotros no serán igual...
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¿Qué opinas de la relación entre Ruby y Taehyung?🥰💫
Creo que todos queremos un Taehyung en nuestras vidas, aunque Jungkook es quién le pone el mundo de cabeza. 😅💜
