RAZÓN 5

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05.

ANNE'S POV:

Subí corriendo a mi habitación. Las lágrimas no cesaban. No sé porque me importaba tanto, yo fui la que decidí confiar en un extraño sin saber luego cuáles serían las consecuencias.

Un estruendoso ruido me distrajo. Era la puerta de la entrada.

Limpié mis lágrimas un poco y bajé sigilosamente a ver quien era.

Me asomé por la pared de las escaleras y me extrañé al no ver a nadie en la sala.

Me decidí volver a mi cuarto, pero un tirón en mi pelo hizo que caiga de rodillas al piso seguido de un fuerte golpe en mi cabeza.

- ¿¡Que mierda hacías espiándome!?

- ¡Nada, lo siento por favor suéltame!- sollocé con sus manos todavía en mi pelo.

Mi padre.

- Necesitas aprender algunas lecciones.

***

Perdóname por favor, tenemos que hablar.
- Calum

Mensajes como estos estuvieron llegando toda la noche a mi celular, y ya era, para ser exactos, la 1:15 de la mañana.

Me puse mis audífonos y apreté aleatorio en mi música. Quería dormir y olvidarme de lo que mi padre me acababa de hacer.

Pero como siempre, no todo se puede.

La puerta principal cerrándose fuertemente indicaba que alguien había llegado.

Debido a la brusquedad de los pasos subiendo las escaleras, deduje que no era Calum.

Corrí a la puerta de mi habitación y cerré con llave, rezando para que mi padre no volviera a pegarme como lo hizo hace algunas horas atrás.

Me senté en un rincón esperando lo peor y volví a ponerme mis audífonos tratando de callar los ruidos de las cosas que rompía a su paso. Seguramente estaba furioso y borracho.

Cerré mis ojos haciéndome una bolita y subí el volumen de la canción que estaba sonando.

Un tirón en mis orejas causó que pegara un grito y me escondiera detrás de mis manos esperando a recibir el golpe.

Pero no, lo único que recibí, fue un abrazo.

- ¿Co-como entraste?- sollocé en su pecho.

- Por la ventana.- me apretó más fuerte.- Shh, no te pasará nada, estoy aquí.

Lloré todavía más al escuchar que aporreaba la puerta desde afuera.

- Tenemos que salir, ¿puedes saltar por la ventana?- asentí.- Te agarraré, lo prometo.- se levantó, tomó la almohada de mi cama, mi abrigo que se encontraba colgado en el perchero y saltó ágilmente por la ventana.

Era mi turno. Tomé una manta por las dudas y me senté en el marco, se veía muy alto.

- ¡Anne!- gritó mi padre detrás mío.

Me di la vuelta y lo vi. En sus ojos se reflejaba todo el odio que sentía. Me odiaba, mi propio padre, el mismo que me crió, el que supuestamente me amaba, ahora me odiaba.

Salté sin pensar en las consecuencias y caí sobre Calum, quién ahogo un grito.

- Lo siento.- nos levantamos y corrimos a su auto.

- ¡Anne, vuelve aquí en este instante!- rugió mi padre desde mi ventana.

Negué con lágrimas resbalando por mis mejillas y subí al asiento de copiloto.

Treinta Razones | c.h [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora