Al día siguiente, la concentración parecía seguir su curso habitual, pero tanto Yara como Alexia sabían que algo había cambiado. Sin embargo, ambas intentaban mantener la compostura, evitando que sus emociones interfirieran con la dinámica del equipo.
En el desayuno, Yara notó que Alexia se sentó cerca de ella, lo suficiente para que ambas pudieran hablar si lo deseaban, pero no tanto como para atraer la atención de las demás.
Mientras Ona y Mapi discutían sobre las tácticas para el próximo partido, Yara se encontraba perdida en sus pensamientos, hasta que sintió una leve patada bajo la mesa. Levantó la vista para encontrarse con los ojos de Alexia, que la miraban con una mezcla de curiosidad y algo más, algo que Yara no podía definir pero que hacía que su corazón latiera más rápido.
—¿Estás bien? —preguntó Alexia en voz baja, para que solo Yara pudiera escuchar.
—Sí, estoy bien —respondió Yara, sintiendo un calor agradable en su pecho—. ¿Y tú?
Alexia asintió, pero su mirada decía mucho más. Había una complicidad entre ellas, un entendimiento silencioso de que la noche anterior había sido un punto de inflexión.
El entrenamiento de ese día transcurrió sin incidentes, aunque ambas sabían que había una nueva dinámica en juego. Trabajaron juntas en varios ejercicios, y la química entre ellas era evidente para cualquiera que estuviera prestando atención.
Mapi, que observaba desde la distancia, se acercó a Yara cuando tuvieron un descanso.
—Parece que tú y Alexia os lleváis mejor, ¿no? —comentó, intentando sonar casual, pero con una sonrisa cómplice.
Yara se encogió de hombros, tratando de restarle importancia.
—Solo estamos conociéndonos un poco más, eso es todo.
—Claro, claro… —dijo Mapi, con una expresión que indicaba que sabía mucho más de lo que dejaba ver—. Solo asegúrate de que eso no afecte tu juego, ¿vale?
—No te preocupes por eso —respondió Yara, sonriendo.
Mientras tanto, Alexia se encontraba en una conversación similar con Jenni y Mariona.
—¿Estás segura de que no hay nada más que compañerismo entre tú y Yara? —preguntó Jenni, con una sonrisa maliciosa.
—Estamos entrenando juntas, nada más —respondió Alexia, intentando sonar despreocupada.
—Hmm, ya veremos… —dijo Mariona, riendo junto a Jenni.
Alexia fingió que la conversación no la afectaba, pero sabía que había una verdad en lo que sus compañeras insinuaban. Había algo creciendo entre ella y Yara, algo que ambas sentían pero que aún no estaban listas para enfrentar completamente.
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𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓...🥀🐬- 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒊𝒂 𝑷𝒖𝒕𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔
RandomYara, una jugadora de fútbol poco conocida, se une a la selección española, deseando conocer a sus mayores inspiraciones, pero encuentra a Alexia Putellas muy distante con ella. A medida que Yara busca su lugar en el equipo, descubre que la frialda...