La profesia

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Zeus》

Caminaba sigiloso por los pasillos de el Olimpo.
Acababa de regresar de visitar a Io, mi amante.
Hacían dos semanas que comencé a salir con ella, y mi esposa, Hera, todavía no se enteraba.
Mientras más tarde en enterarse, más podré disfrutar.
Sonreí, ante la posibilidad de visitarla nuevamente.

Me pare frente a la puerta de mi habitacion, con una sonrisa victoriosa.
Habia sido un día muy activo.

De inmediato apague mi sonrisa al escuchar pasos detrás de la puerta.
Abrí la puerta.

- ¡¿que quieres Hera?! .- reproche.- ¿no ves que estoy..
Miro a la cama, y sintió la garganta cerrarse.

- Me temo que no soy Hera. Hijo mio
Se burlo en titan.

- ¡¿Cronos?! .- exclamó con un hilo de voz.

El tiran estaba muy cómodo acostado sobre mi colchón y mis suaves sabanas blancas.
Su cuerpo estaba cubierto de moretones y cicatrices, que yo y mis hermanos le causamos en la guerra de la titanomaquia.
Su cabello se había tornado de un gris brillante y aun vestía su túnica de rey, que a diferencia de la mía, la suya estaba desgastada y sucia.
Y con altanería jugaba con su arma, una hoz.

- También estoy yo, Nietecito.
Apareció a mis espaldas.
A diferencia de Cronos, Uarno no tenía una forma especifica.
Se manifestaba como un humo azul, negro y fucsia.
Su sola presencia te comprimir el pecho y te cerraba la garganta.

- ¡urano! .- exclame con horro.

- Me alegra saber que aun no nos olvidas.- me respondió Cronos, complacido ante mi terror.

- ¿como salieron? .- pregunte.- ¿Cómo salieron del..

- Fácil.- me respondió Urano.- Extrenis nos dejó salir.

Me quede perplejo ante el nombre.
- ¿Extrenis? .- reflexione

Cronos se acerco mi, y me susurro al oído.
- Tu nieto.

Lo mire lleno de ira.
- ¡Mientes! .- grite.- ¡ninguno de mis nietos de llama así!

Ambos rieron a carcajadas.
- Eso es.- Cronos me respondió, arrastrando las palabras.- por que aun no nace, hijo mio.

Sentí como si un balde de agua fría me hubiera caído sobre la cabeza, en aquel horrible momento.

- Extrenis, nacerá de la unión de un mortal con una de tus hijas.- me explico.

Nege enojado.
- ¡no lo permitiré! .- le grite frustrado.- ¡jamás!

Ambos comenzaron a reírse a carcajadas sueltas, señalandome con burla.

Mi pecho subía y bajaba rápidamente, el iré cada vez me hacia más falta, mi cabeza me solía, como si alguien quiera partirme en dos.
Sus boces comenzaron a hacerse más agudas, y las paredes de la habitación cada vez se acercaban más a mi.
Hasta que.
Desperté

Me icopore de golpe sobre la cama.
Me respiración aun estaba agitada, todo mi cuerpo estaba bañado en sudor, y la cabeza aun me dolía.

Cuando alfin logre regular mi respiración.
Mire con temor cada rincón de mi habitacion.

Solté una exhalacion, aliviado de no encontrar más que la sombras qué la luna provocaba.
Pero mi tranquilidad no duró mucho.
Sus palabras aun se repetían en mi cabeza.

Cerré mis puños
- No lo permitiré.- afirme.- ese bebé, no debe nacer.

Camine decidido hasta la puerta.
Nisiquiera el mismo Helios se había levantado, pero yo tenia una misión y un objetivo claro.
Extrenis, no iba a nacer.

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