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Jake estaba en casa de Felix, quería despejarse un poco sabiendo que Jungwon estaría estudiando para un examen que tendría, así que visito a su amigo. Sin embargo, no contaba con que el novio de esté se encontraría en la casa del mismo y menos que al llegar este abriera la puerta sin camisa.

—No sabía que vendrías, perdón.— Lee había bajado segundos después sin pantalones, lo cual le dejó muy claro al castaño el por qué de la presencia de su novio. —Hyunjin ya se iba, de todas formas.

Miró al mencionado, quien ahora estaba vestido y se despidió de Felix dándole un beso en los labios, saliendo después de la casa.

—¿A qué venías?— preguntó Felix extendiendole un jugo de naranja al inquilino.

—¿No puedo venir sin querer cogerte?— Felix le cubrió la boca y lo miro molesto, también le dio un pequeño golpe al separarse.

—No hicimos nada, lo juro.— se sentó a su lado con las mejillas rosas.

—Sí, claro...— bebió de la botella y se recostó en el sofá mirando el techo. —Quería hacerme algo.

—¿Qué cosa?

—No lo sé, tal vez teñirme o cortarme el pelo, o alguna perforación. Un tatuaje estaría bien-

—Wow, wow, wow- ¿Por qué tan rebelde últimamente?— Jake lo miro molesto. —No vas a cortarte el cabello, te queda hermoso largo. Y ninguna perforación a menos que sea en las orejas, sabes que le temes a las agujas. Y un tatuaje... La verdad suena bien, ¿qué te harías?

—Es mi cabello, Lee Felix.— reprocho sentándose recto en el sillón. —Algo pequeño, en... ¿La cintura?

Felix chilló poniéndose de pie, pareciendo más emocionado que él mismo. —¡Se vería hermoso! ¡Puedes teñirte! ¡De rubio! ¡Omg, Jake serias taaaan caliente!

—¡Cállate!— se puso de pie para darle un pequeño empujón a su amigo, quien no dejaba de contar todo lo que podría hacerse. —No quiero verme "caliente"...— señaló con vergüenza. —Sólo un pequeño cambio.

—Okay, okay. Entonces, el tatuaje y el cabello. ¡Vamos!— el morocho le tomó de la mano queriendo arrastrarlo.

—¿Qué? ¿Ahora?— Felix soltó un "Sí" emocionando y, colocándose sus zapatos, salieron de la casa.

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—Cambiaste más que cuando te pegó la pubertad.— Chan claramente se arrepintió de lo que dijo cuando el golpe que Jake le soltó terminó en su costilla, haciéndole inclinarse. —Aún así eres lindo.— dijo con dificultad viendo a Jake tomar asiento en su banco, llamando la atención de todo su salón.

—¡Te ves hermoso! No te voy a superar nunca. Jake rubio te rezaré siempre.— Felix entro al aula soltando sus comentarios innecesarios y logrando un sonrojo en Shim, el cual solo bufaba y se centraba en su cuaderno.

El resto de su día estuvo lleno de alagos, más que nada por parte de Felix, quien no dejaba de repetirlo lo lindo que se veía, incluso en clase de deporte le gritaba cosas desde la banca cuando jugaba vóleibol.

𝙎𝙏𝙊𝙋 ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora