Después de lo del otro día, Cris y yo estuvimos muy tensos toda la tarde, fue una situación muy desagradable, y Max, que es muy observadora, se percató de ello, así que sugirió ir hoy de excursión a un rocódromo a un par de horas de aquí y, de paso, pasar el día en la playa, y a todos nos pareció muy buen plan, sobre todo a mí, que necesitaba desconectar un poco de Cris y de Caracal (la ciudad en la que vivimos, León estaba cogido) en general. Así que cogimos coche y empezamos el trayecto. Primero pasé a recoger a Max, que era quien más cerca me quedaba.
-¡Buenos días, preciosa! - me saludó ella, tan radiante como siempre, abriendo la puerta del coche.
-Hola, guapa, ¿qué tal? - le respondo yo.
-Muy bien, tengo muchas ganas de conocer rocos nuevos y de mojar el culo en la playa, que en todo el verano aun no he podido. ¿Dónde me siento?
-Pues siéntate aquí adelante si quieres, así dejamos a la parejita juntos detrás - bromeo, refiriéndome a Bruno y Alex.
-Okay - acepta Max, dirigiéndose al maletero para dejar su mochila.Luego pasé a por Alex y, finalmente, a por Bruno, que, por no variar, tardó casi 10 minutos en bajar.
-De verdad, Bru, siempre igual, macho - se mete con él Alex.
-Ay, que tío más pesado - resopla Bruno, dándole una colleja.
-Oye, de verdad, si es que hasta en los libros tengo que recibir - se queja Alex.
-¿Qué dices tú ahora de libros? - se extraña Max.
-Perdón, tuve un lapsus, quería decir viajes - justifica Alex.Tras dos horas de Bruno y Alex discutiendo por absolutamente cualquier cosa, como si de un matrimonio que lleva casado 30 años se tratase, y Max y yo muriendo de la risa delante, por fin llegamos al rocódromo. Es gigantesco, y según entramos, veo como a los tres se les salen los ojos de las cuencas oculares, mirando a todas partes. Max está tan emocionada que hasta va dando saltitos, y a Bruno y Alex, poco les falta.
-¿Por dónde queréis empezar, cuerda o bloque? - pregunta Bruno.
-Yo creo que por cuerda, que cansa más, si empezamos por bloque luego no vamos a ser capaces de encadenar ni una sola vía.
-Lo veo bien - respondo yo.Así que nos ponemos los arneses y empezamos a calentar con cuartos y quintos en la zona de autoasegurados. La pared es altísima, roza los 27 metros de altura, cuando llegas arriba te quieres amputar los antebrazos, pero a mí me encanta.
Después de haber calentado bien, yo empiezo a hacer sextos. Primero, hago un 6a+ que, para mi sorpresa, consigo hacer sin mayor problema, así que paso a un 6b que está al lado. Este me cuesta un poco más porque es de regletas, pero al final consigo completarlo a la primera. Bajo y estoy tan motivada que paso a un 6c. Me caigo un par de veces en un paso complicado en el que tenía que bloquear el brazo izquierdo en una regleta y montarme sobre el pie derecho para alcanzar otra regleta, pero a la tercera lo acabo consiguiendo y, aún con los antebrazos ardiendo, consigo encadenarlo. Cuando bajo, Alex está indignado porque me he sacado un 6c antes que él. Bruno y Max se ríen a lo lejos.-¿Queréis pasar a la zona con cuerda normal? - sugiere Alex, con cierto retintín.
-¿Cuerda normal? - pregunta Max, algo desubicada.
-Sí, en la que tienes que ir chapando tú la cuerda por las cintas, como si estuvieras en montaña.
-¡Ah, vale, vale! ¡Sí, que así aprendo a ir de primera y a asegurar! - dice Max, entusiasmada.Así que Alex saca su cuerda y su Grigri y nos ponemos frente a un 5+.
-¿Quieres probar tú a ir de primera, Max? - pregunta Alex, a lo que Max acepta, encantada.
-¿Puedo asegurar yo? - pregunto, algo tímida.
-Por mí, sí - contesta Max.
-Si quieres, sin problema - me responde Alex.Así que me engancho el Grigri al arnés con la cuerda ya pasada y Max comienza el ascenso y, quitando un momento en el que la tuve que sujetar para que descansara, hizo la vía sin problema. Estuvimos alrededor de una hora haciendo vías hasta que yo me vine arriba:
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To The Top
RomanceJaba es una escaladora que, motivada por una dolorosa ruptura, se convierte en la joven promesa de la escalada. Sin embargo, su camino hasta la cima no es luz y color. Su pasado con John le persigue, y, por si fuera poco, un nuevo desafío se interpo...