Deacon liberó el pezón, alejando su boca y buscando su mirada. Al encontrarla, detuvo el movimiento de sus caderas, quedando inmóvil sobre ella -¿Estás bien?
Asintió con la cabeza, sin decir palabra alguna
-¿Estás segura?
No obtuvo respuestas
-Emi... háblame, por favor -susurró - sé que algo te sucede, ¿qué pasa?
Suspiró y cerró los ojos -Lo siento, no quería detenernos... yo accedí y ya habíamos empezado y... me gusta mucho estar contigo, realmente me encanta... no quiero estropearlo -murmuró con pena -lo siento, no quería arruinar el momento
Salió de su interior con cuidado, sin querer hacer ningún movimiento brusco que la hiciera sentir incómoda. Se recostó en el minúsculo espacio del sillón, apoyándose sobre su codo para mirarla mientras su mano libre acariciaba su rostro, trazando suavemente la curva de su mejilla y la línea de su mandíbula -No te disculpes, bonita. No importa si ya habías dicho que sí, no importa qué tan lejos hayamos llegado. En el momento que tú quieras detenerte, nos detenemos. No estropeaste nada, no hiciste nada mal. Jamás debes sentirte forzada a hacer algo que no quieres hacer, ¿okey?
Lo miró con una mezcla de emociones que la sobrepasaban. Sus ojos se inundaron de lágrimas, que comenzaron a surcar por su rostro mientras sus labios temblaron ligeramente, luchando por contener un sollozo -D-discúlpame...
-Hey, ¿por qué lloras? Bonita, ¿te hice daño? Es que... pierdo el control y... yo no quiero ser brusco. Dime que no te lastimé, por favor, mujer -su voz temblorosa buscaba desesperadamente una respuesta ante su estado. Se acercó más a ella, rodeándola con sus brazos y atrayéndola hacia sí. La sostuvo con fuerza, dejando que sus lágrimas mojaran su hombro - por favor... háblame, ¿qué te sucede?
La pena se apoderó de ella, los recuerdos del pasado la atormentaban. Su mirada se clavó en la de él, buscando refugio -No... tú no me lastimaste. Tú me sanaste
-No entiendo
-Deacon, yo... h-hace años...-sollozó
-¿Hace años? ¿Qué pasó hace años, Emily?
-Tengo una c-cicatriz... -su respiración entrecortada y el miedo que fluía por sus venas, le acumulaban las palabras en la garganta, como un nudo que la quemaba al tiempo que la asfixiaba
-Confía en mí -susurró aferrándose más a ella
Reunió fuerzas para continuar, confiaba en él -Tengo una cicatriz que no se ve.... pero que me recuerda cada día el dolor y la impotencia que sentí cuando ese maldito hombre me arrebató mi dignidad -cubrió su rostro contra su pecho y le fue imposible contener el llanto -... a-abusó de mí
Él cerró los ojos, absorbiendo el impacto de las palabras. Su pecho subía y bajaba con una respiración descontrolada, y su mandíbula se apretó en una línea tensa. La arrimó a su pecho con todas sus fuerzas. Las palabras que salieron de su boca fue como un golpe directo en su estómago. Su rostro se descompuso y el dolor se acumuló en su garganta -Estoy aquí contigo, Emi. No te soltaré... nunca
No habían palabras para responder a sus palabras
El peso de su confesión la aplastaba. El oxígeno no le llegaba a los pulmones. Sus ojos picaban por las lágrimas dolorosas y sus manos temblorosas se aferraban al hombre que se había convertido en su lugar seguro -Yo... yo soy una mujer defectuosa en todos los aspectos y tú me tratas tan bonito... me cuidas y eres respetuoso... yo no merezco ser tratada de esa forma. Estoy rota... s-sucia... yo... yo no me siento digna de ti y del trato tan considerado que me das -bajó su mirada, siendo incapaz de mirarlo a los ojos
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SWAT: BAJO LA SUPERFICIE: David " Deacon" Kay & Emily Smith
FanfictionEl Sargento II David "Deacon" Kay, un devoto católico y firme creyente de la justicia, quien forma parte del equipo SWAT. Por otro lado, está Emily Anderson Smith, la primera mujer oficial del equipo, quien es devota de sí misma y cree que la justic...