Nueve se ve obligada a escapar del laboratorio de Hawkins cuando descubre que está a punto de ser sacrificada en un experimento. Debe dejar atrás a un gran amigo y a una pequeña niña a la que ama como una verdadera hermana.
Su camino se cruza con e...
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Capítulo 4. Will, el sabio.
NOVA
Llego a casa media hora después de una larga caminata y dejo mi mochila a un lado de la puerta, vi el auto de Joyce afuera por lo que sé que ella y Will ya están en casa, y no tardo en encontrarlos sentados en silencio en el comedor, camino hacia ellos con una sonrisa que se borra al ver sus expresiones desoladas, me basta con ver los ojos llorosos de Will para entender lo que pasa.
—¿Otro episodio? —pregunto solo para confirmar mis sospechas, él asiente despacio mirándome con miedo.
Suspiro acercándome a él para rodearlo en un abrazo fuerte, sus pequeños brazos rodean mi cintura y su rostro se posa sobre mi estómago, acaricio su cabello con cariño; está muy frío, su piel está sumamente fría, asumo que se debe al susto pero hay algo que no me termina de convencer, es como si pudiera sentir algo oscuro en el ambiente.
—Will... cree que esta cosa volvió por él. —murmura Joyce mostrándome un papel en el que hay un dibujo de una figura extraña—. Logré ver esto en la grabación de anoche.
Mi pecho da un salto al reconocerla, es la misma del dibujo de Will, la misma figura de mi dibujo.
—¿Qué viste hoy, Will?
Él se separa un poco de mi para mirarme a los ojos, me acuclillo para poder estar a la misma altura.
—Lo vi... a esa criatura, ahora puedo sentirlo... por todo mi cuerpo.
Una rabia inexplicable invade mi ser al escucharlo, como si no hubiese sido suficiente todo el sufrimiento que tuvo que pasar hace un año gracias a ese mundo espantoso, ahora esta cosa vuelve para intentar arrastrarlo de vuelta a la oscuridad. No es justo, es solo un niño.
—Escúchame Will, no importa lo que esta cosa sea o lo que quiera contigo, te prometo que encontraremos la forma de deshacernos de él y no se saldrá con la suya. Sé que es aterrador, pero no tengas miedo, ya verás que juntos podremos vencerlo. No estás solo, ¿si? ¿me prometes que serás valiente?
Él sorbe mocos y asiente rápidamente. Levanto mi dedo meñique hacia él.
—¿Promesa de hermanos?
Una pequeña sonrisa se forma en sus labios mientras enreda su pequeño dedo con el mío.
—Promesa de hermanos.
Él vuelve a abrazarme de nuevo y yo me aferro a su pequeño cuerpo compartiendo una mirada con Joyce quien sonríe temblorosamente, extiendo mi mano hacia ella y me sujeta con fuerza. Detesto que esto esté atormentando a Will de nuevo; él debería de estar tranquilo junto a sus amigos, jugando y divirtiéndose con ellos, no es justo que esta oscuridad intente apagar su luz una vez más.
