Parte 10

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Después de esa pequeña “cita” en la que habían salido a cenar apenas y habían tenido tiempo de verse. Yeonjun estaba muy ocupado en su empresa con los nuevos socios y Beomgyu entre los proyectos y los trabajos de la universidad, sin contar lo nervioso que se encontraba pues ya había hecho el examen el cual había estado más difícil de lo que creyó y estaba muy seguro que no había aprobado.

Así pasó toda la semana en la que solo miraba a Yeonjun 5 minutos diarios en la mañana y después tenía que esperar hasta el día siguiente para volverlo a ver, pero sabía que ese día sería diferente pues hoy era sábado y Yeonjun no trabajaba los sábados.

Esperaba regresar pronto a las rutinas que él y el pelinegro tenían antes de el accidente que lo mantuvo en reposo y encerrado mucho tiempo. Extrañaba pasar el día con el pelinegro, aquellas salidas al centro comercial, aquellas caminatas por los parques o las comidas en pequeños restaurantes. Se levantó entusiasmado y se metió a bañar, desde que entró a su tercer mes las náuseas habían disminuido en su mayoría por lo que los vómitos habían cesado, al menos los matutinos pues en las noches seguía descargándose pero en menor cantidad. Al salir del baño se vistió con unos jeans los cuales apenas y le habían cerrado.

“Debería empezar a comprar ropa de maternidad”, pensó.

Cuando estuvo listo bajó a la cocina encontrándose con un Yeonjun algo desaliñado, traía sus cabellos revueltos y una taza de café en sus manos mientras en la otra tenía su celular leyendo algo. El rubio lo miró emocionado y sonrío.

—Buenos días Yeonjun. —dijo llamando la atención del pelinegro quien dejó su celular en la mesa y le sonrió.

—Buenos días. ¿Dormiste bien? —preguntó.

—Sí. —respondió, aunque la verdad había batallado en conciliar el sueño, y es que aquello le pasaba muy seguido desde que el pelinegro había dejado de invadir su cama. —¿Y tú dormiste bien?

—Sí. —dijo y Beomgyu asintió sirviendo su desayuno y sentándose a un lado de él. —Y ¿Qué quieres hacer hoy pequeño?

—Mmm... Estaba pensando en ir a comprar ropa, la que tengo ya no me queda muy bien. —dijo apenado.

—Perfecto, entonces iré a ducharme para ir al centro comercial ¿Te parece? —dijo y el rubio asintió cohibido.

Yeonjun se levantó de su silla y caminó en dirección a su habitación no sin antes revolver el cabello del rubio quien se sonrojó ante dicha acción. Cuando Yeonjun salió de la cocina Beomgyu acarició su cabello con una sonrisa en su rostro y continuó desayunando.

Al terminar de desayunar Yeonjun bajó viéndose increíblemente sexy. El pelinegro vestía un pantalón de seda negro y una camisa gris con rayas azules, se veía muy bien. Salieron de la casa y se dirigieron al centro comercial donde Beomgyu compró variedad de pantalones de maternidad así como playeras tres tallas más grandes que él.

Cuando vivía con sus padres en su cumpleaños número 18 ambos le habían regalado una tarjeta de crédito. El rubio solo gastaba lo necesario pues aunque su familia nadara prácticamente en dinero nunca le gustó despilfarrarlo. Cuando su padre lo corrió de la casa desactivó su tarjeta, la pasó mal las primeras semanas pero al revisar sus estados de cuenta descubrió que la tarjeta que le había regalado su madre seguía activa, así que ese día había ido con Taehyun y había comprado todo lo que se le había atravesado pues quizá a su madre se le había olvidado desactivarla o tal vez se le olvidó que le había dado siquiera una.

Pero a la semana la tarjeta seguía intacta por lo que era más que seguro que su madre sabía que el rubio la tenía y sin embargo no le importaba. Aún así no se quejaba pues de no ser por eso no se podría comprar lo que necesitaba justo como ahora, en verdad necesitaba cambiar sus pantalones pues los que traía lo estaban asfixiando.

❝pregnant❞ yeongyu. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora