30 - ¿Adiós?

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Arabella

Ya todos sabían lo que había sucedido con Jake. Primero se lo conté a Julia, quien se tomó la cabeza en más de una ocasión durante nuestra conversación. Luego fue Julia quien le dio la noticia a mamá. Realmente me sacó un peso de encima cuando me dijo que ella podía contárselo a mamá; si había algo que no quería en ese momento, era alguna especie de sermón por parte de ella. Por último, se lo conté a Ingrid.

─Sigo sin entender cómo... Es decir...

Ella también se había quedado boquiabierta y sin palabras cuando se lo conté. Eso era algo que las dos compartíamos.

─¿Qué piensas hacer al respecto ─me preguntó mi amiga con expresión preocupada.

─Sigo sin tener idea, In.

─Sé que tu cabeza debe estar atravesando un torbellino emocional en este momento, pero... ¿Qué piensas hacer respecto a la propuesta de casamiento?

Sorpresivamente, ese no tan pequeño detalle, se me había pasado por alto. ¿Cómo podía haber estado saltando de felicidad por una propuesta de matrimonio, a estar completamente desolada porque mi novio iba a tener un hijo por otra mujer? Todo era demasiado.

─La verdad es que no tengo idea In. Me siento perdida.

Y ante estas simples palabras, lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, y al fin me dejé llevar por todo el peso de la situación, descargando toda mi frustración en el llanto más abrumador de mi vida.

Ingrid me rodeó en sus brazos para contenerme, y ahí fue cuando me deshice por completo.

¿En qué se había convertido mi vida? ¿Acaso no podría disfrutar aunque sea un poco de ella? La felicidad no parecía durarme demasiado.

En medio del caos en el que se había convertido mi vida,  que recibí una llamada de Monica. Ella ya estaba al tanto de la situación con Jake, de modo que no tener que repetir toda la historia se sintió como una carga menos. 

 ─Mi niña, sé que este momento es demasiado confuso, y lo único que puedo decirte es que no es malo si necesitas tomarte un tiempo para pensar las cosas. 

Sin rodeos, me recordó la oferta de la película en Londres. Era una oportunidad única, un rol que podría lanzar mi carrera al siguiente nivel. Pero en ese momento, la idea de abandonar todo lo que conocía me resultaba insoportable.

 —Creo que la oportunidad de trabajo en Londres es una gran oportunidad, no solo para tu carrera, sino para alejarte un poco de todo y ver las cosas desde otra perspectiva. Dejar que tu mente respire podría ser bueno —la voz de Monica era firme, pero no insensible—. No quiero presionarte, pero piénsalo. 

Su propuesta resonó en mi mente incluso después de colgar. Londres. Un lugar que alguna vez llamé hogar, pero que ahora parecía tan distante. ¿Podría realmente irme de nuevo?

Ingrid, que había estado escuchando en silencio, intervino para darme su opinión.

—Sabes que siempre te apoyaré, Ara. Y si decides irte a Londres, estaré contigo. Londres es mi hogar, y podría ser el tuyo otra vez, si te lo permites.

Sus palabras me dieron una pequeña chispa de esperanza. Tal vez Londres no solo representaba una oportunidad profesional, sino también una forma de dejar atrás todo el dolor que estaba viviendo. Sin embargo, tomar esa decisión significaba separarme de Jake, y eso era algo que todavía no estaba segura de poder hacer.


Después de días de indecisión, me encontré empacando mis cosas. Monica había arreglado todo para que volara a Londres esa misma semana. Ingrid estaba lista para acompañarme, junto con Thomas, como siempre. Me sentía como si estuviera en piloto automático, tomando decisiones sin realmente procesarlas.

Casi Demasiado Complicado © (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora