Viajero de los bosques

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En este mundo, hace más de lo que podemos contar, fue creada la vida y naturaleza, por los poderosos espíritus del bosque. Estas criaturas dedicaron milenios de cuidado a sus alrededores. Decidiendo que el cargo debía ser heredado, la Diosa de ese mundo, bendijo a un quinteto, nombrandolos príncipes de sus dominios, conocidos hoy en día como los herederos de las Cuatro Estaciones

Tan vital como la primavera, está la princesa de la Familia Haruno, Haruno Sakura. Sus tierras fértiles y frutos de cerezo, danzaran en tu honor llenandote de dicha y su infantil sonrisa, los pétalos de cerezo caerán como una lluvia de emociones vitales, dando origen a su región, dándole vida con sus propias manos.

Tan cálida como el verano, esta la princesa del clan Hyuuga, Hyuuga Hinata. Sus aguas cristalinas te acariciaran, purificando cada rastro de maldad que haya sido impuesto en ti. Sus ojos te seguirán, demostrando la pureza de su alma en ellos.

Tan deslumbrante como los atardeceres del otoño, esta el futuro monarca del clan Namikaze, Uzumaki Naruto. Sus brasas de fuego danzaran a tu alrededor, apagando toda rastro de mala vibra a tu alrededor, la calidez te invadirá al ser guiado por aquella luz, abriendo paso entre la oscuridad de tu corazón, mostrando el camino hacia donde desee ir tu alma y mente.

Y por último, tan delicado pero voraz como los copos de nieve, esta el futuro amo del clan Uchiha, Uchiha Sasuke. Sus manos crearían aquel fragmento puro de escarcha, perdiéndose la helada pura en sus finas y frívolas manos. Las rosas blancas cubiertas de nieve, teñida del rojo vivo que emana de sus ojos, en la noche oscuros.

Las cuatro estaciones, unidas por el amanecer y separadas por el horizonte, vivían una cruel realidad, impuesta. Huyendo feroz, se elevaron las tierras consumiendo al norte, creando la nación de Kita Haru, llevándose consigo la primavera. Las oleadas y fuertes mareas crecieron, corriendo libres hacia el sur, viéndose el reino de Minami Natsu, lugar escogido por el verano. Las llamas más ardientes avanzaron quemando todo a su paso, dirigiéndose estas hacia el este, creando Higashi Aki, lugar donde las brazas de fuego danzaran junto al otoño. Los vientos helado congelaron todo a su paso, rumbo a la única región no habitada, el oeste, envolviendo los naturales espacios, en un blanco y frío eterno, con los copos fríos del invierno.

Tanto como dieron un gran paso, cometerían un grave error. Aquel tiempo impuesto fue detenido por los espíritus, quienes se separaron eligiendo un nuevo mundo en el cual reinar, así se crearían las fronteras naturales, siendo protegidas por el espíritu, la criatura del bosque, donde en cada nación, la estación elegida, sería eterna. Pero esto cambió con la desaparición de la heredera al futuro mundo que estaría predestinado, el quinto elegido por los Dioses, la heredera de Kisetsu, la unión de los bosques en uno solo.

Desde ese día, el castigo impuesto sería la pérdida de las naciones, la helada consumiría a la primavera, las tierras se abrirían al verano, las aguas inundarán al otoño, y las llamas apagarán al invierno. El tiempo comenzaría a correr después de milenios, algún día desaparecerá inevitablemente todo rastro de aquellos reinos, desapareciendo inclusive la oportunidad, de el renacer de Kisetsu. Mientras hoy todos viven, mientras la humanidad aún seguía en pie, La Diosa Kaguya lloraría a su princesa perdida

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Aún no había amanecido, los primeros rayos de luz entraron por el gran ventanal anunciando la cálida mañana, y allí se encontraba en los jardines, observando dichoso al amanecer, sus prepotentes ojos observaban los campos llenos de rosas escarlata, flores que representaban la pasión y seducción, embriagante la vista ante ellas, pensaría el sumido en sus pensamientos, aún sin despegar sus ojos del horizonte.