«El oprimido se convierte en opresor»[...]
Al cesar las referidas destructoras caídas y al mirar grupos alinearse en un mismo designio, nos miramos fuertes, capaces de lograr todo lo que nos propusimos. Los habitantes estaban listos, preparando armas básicas para conseguir aquella vía hacia la autonomía.
Mientras tanto, nuestra determinación crecía, y nos aferramos a esa palabra como si el aguijón penetrara nuestra epidermis, pareciendo que antiguos ancestros suplicaban el resguardo, trepando por talones. Las antorchas estaban enardecidas, el fuego iluminaba al son de nuestras voces gritando por las calles y los cuchillos afilados estaban elevados, flexionando aquellas manos.
En ese momento, las hordas enfurecidas que reclamaban la equidad de sus amados se unieron en una causa común. El conflicto había estallado, y no pararía hasta resolverse. Todos sabían que la guerra comenzó desde el primer derrame de sangre, la marca que ensució el polvo de nuestro aire.
A medida que la sociedad evolucionaba, surgieron nuevos desafíos. Ese cataclismo de nuestro pueblo demuestra la defensa que terminó por destruir la indeseable purga. Muchas personas guerreras murieron en ese atentado, algunos otros siendo grandes rivales, pero todos compartieron ese deseo de luchar.
Después de ello, algunos líderes realizaron leyes que nos quitaban el papel de esclavos torturados, haciendo que fuéramos mucho más de lo que nos pedían ser. Nuestras manos ya no estaban amarradas, estaban sueltas sin una cuerda que nos detuviera.
Sin embargo, no fue hasta la llegada de nuestro salvador, quién había sido elegido por los omegas, que todo tuvo un orden, un buen precio para los descendientes y los próximos agresores que surgieran en el mandato.
Las armas conocidas por el sangriento martirio regresaron para detener lo último restante de las problemáticas. Las mutilaciones, látigo, guillotina y demás, consiguieron una disminución, originando mayor tranquilidad en nuestros días.
Le conmemoramos como aquel héroe que nos dio aportaciones trascendentales. El código real donde se describen los requisitos, responsabilidades y obligaciones dentro de la realeza, fueron hechos por aquella persona.
Hoy en día se desconoce la casta y el sexo al que pertenecía. En el suave tacto de las hojas, se redacta que, si naciera un Alfa dentro del reino, sin importar la posición sería puesto a prueba bajo la supervisión de los demás superiores.
A excepción del Faraón, a quien simplemente se le deslindarían sus poderes, teniendo que obtener algún bajo cargo. Mientras que, si no sobreviven a las pruebas, serían desterrados del pueblo, botados en la frontera que le conocemos como; "Ta-Meri-Set", frontera de la tierra libre.
Nuestro reflejo de la lucha. En las pruebas se les evalúa la capacidad física, sobrevivencia, el combate y el enriquecimiento mental. A pesar de eso, se les permite llevar consigo un guía que le preparara para ese examen tan especial.
No todos tuvieron la oportunidad de seguir con vida, ni de formar parte de ese reino, pero sí la de participar. La mayoría no regresó a casa, jamás se les volvió a mirar el rostro, y aquello quizás habría sido el destino proclamado por nuestros dioses.
Además, creó las escuelas para betas y omegas, permitiendo que la educación nos llene, y prohibiendo eso mismo hacia los fracasados, con el fin de que no se revelaran ante nuestros faraones.
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El Alfa Del Faraón 🔺 Taekook
FanfictionEn el reino de Egipto, el joven faraón Jungkook, debe desposar un Alfa para asegurar la descendencia, pero en un mundo donde los Alfas son despreciados y odiados. Él y su futuro compañero deben superar el odio y la ignorancia, hasta encontrar un vín...