Los artistas, los escritores, pero en especial los poetas.
nacemos de la pérdida, de la muerte, la soledad y de un corazón roto o al borde de un colapso.
Nosotros los poetas habitamos la tristeza y vivimos tanto en ella que nos acostumbramos,
Nos acostumbramos a llorar cada noche, a gritar al silenció, a simplemente no querer levantarnos más de la cama porque duele demasiado el corazón, a escribir,
A escribir sobre cada grieta que se plasma en el pecho, en ese órgano rector que presume de sentir el dolor y no lo crea.
Los poetas jóvenes de corazón sensible que sufren, qué sufren y lloran porque habitan en la tristeza y por eso son poetas, porque sufren, porque lloran llegaron a la tristeza la acompañaron y ahora la volvieron su musa.
Nosotros aquellos que vivimos con ella, con la tristeza, con la soledad con todas esas bellas de doble daga qué te envuelven y te cortan.
Nosotros que escribimos cosas tristes para entender las, para superarlas
Para nosotros que puede importar la gramática, la ortografía o la razón, cuando el corazón se desangra y mancha de tinta espesa las ojas.
Escribo cosas tristes para desahogarme porque no lo quiero y tengo que sacarlo, porque estoy sola, porque reeditar 50 veces el mismo escrito por ansiedad, de que no fuera lo suficientemente bueno, de que no fuera lo suficientemente yo.
me lleno y olvide porque empece a escribir.
Ustedes poetas amantes de la noche
Yo selenofilica de sofá amante de equivocarme escribo cosas tristes porque estoy triste y estoy sola.
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Camino hacia mi felicidad
PoetryYo no soy más qué una persona triste que escribe poemas y cosas tristes Me desangro manchó las páginas Y hago un poema repleto de sangre y lágrimas Pero este será un camino a algo diferente a dejar de ser poeta A escribir de cosas felices
