Así los años fueron pasando...
Con el paso del tiempo, Angie creció y se convirtió en una poderosa guerrera, preparada para enfrentar su destino. La Muerte, su padre, la entrenó en el arte de la muerte y la enseñó a controlar su poder.
Angie se convirtió en una figura respetada y temida en el reino, conocida por su habilidad y su determinación. Ryker, su amigo y aliado, permaneció a su lado, apoyándola en cada paso del camino.
Un día, la Muerte llamó a Angie a su presencia.
—Hija mía, ha llegado el momento —dijo—. Es hora de que asumas tu papel como la nueva encarnación de la Muerte.
Angie se sintió nerviosa, pero determinada.
—Estoy lista —dijo—. Estoy lista para aceptar mi destino.
La Muerte sonrió.
—Entonces, comienza tu viaje —dijo—. Ve y reclama tu lugar en el mundo.
Angie se despidió de Ryker y emprendió su viaje, lista para enfrentar los desafíos que la esperaban.
Al entrar en el bosque, la niebla bajó como un velo, envolviendo todo en un manto de misterio. Los árboles crujían y gemían, sus ramas como dedos esqueléticos que se extendían hacia ella. El olor a azufre no tardó en llegar, quemando su nariz y haciendo que sus ojos lloraran.
Angie avanzó, su corazón latiendo con una mezcla de miedo y determinación. Sabía que debía enfrentar al Coco.
De repente, una figura amorfa emergió de la niebla. Era el Coco, su presencia imponente y aterradora.
El Coco en Forma Humana: Aspecto FísicoKael, el Coco en forma humana, era un hombre impresionante. Su presencia física era tan intensa que parecía llenar el espacio que lo rodeaba.
Su cabello oscuro y ondulado caía sobre sus hombros, enmarcando su rostro angular y definido. Sus ojos azules oscuros, casi negros, parecían ver más allá de la superficie, como si pudieran penetrar en el alma.
Su piel pálida y suave parecía radiar una luz interior, como si estuviera iluminado desde dentro. Sus facciones finas y definidas, con una nariz recta y labios llenos y sensuales, le daban un aspecto de elegancia y sofisticación.
Su altura imponente, cerca de 1.90 metros, hacía que pareciera una figura monumental, alguien que dominaba el espacio que lo rodeaba. Sus hombros anchos y su pecho fuerte parecían capaces de soportar el peso del mundo.
Sus manos eran largas y delgadas, con dedos que parecían haber sido creados para tocar instrumentos musicales o pintar obras maestras. Sus uñas eran cortas y bien cuidadas, sin un solo rasguño.
Llevaba un traje negro y elegante, con un cuello alto y botones de plata que brillaban en la oscuridad. Su ropa parecía haber sido diseñada específicamente para él, ajustándose a su cuerpo como una segunda piel.
En general, Kael era un hombre que parecía haber salido de una obra de arte, alguien que había sido creado para ser admirado y reverenciado.
—¿Quien eres tu ? —dijo, su voz baja y resonante. Mientras apuñalaba a un mimo, la.sangre salpicaba su cara, se podía notar su satisfacción al hacerlo, el placer que sentía estremeció a Angie
Angie se detuvo, no debía alterarse había sido entrenada para esto, pero al ver esta escena quedó paralizada, no podia permitir que el coco se percatar de su miedo y pánico sabía que debía envolver al coco y destruirlo de una vez pero para eso debería ganarse su confianza
—Luna es mí nombre—dijo con firmeza
El Coco se rió, su sonido como un trueno, había quedado anonadado por su belleza, muy similar a la de su esposa El Coco se Siente Atraído por Angie, Similar a su Esposa Eleara
El Coco miró a Angie/Luna con una mezcla de curiosidad y fascinación. Algo en ella le recordaba a su esposa fallecida, Eleara.
—Eres... —dijo, su voz baja y emotiva—. Eres tan parecida a ella.
Angie/Luna se sorprendió.
—¿A quién? —preguntó.
El Coco se acercó, su ojos ardientes.
—¡Cállate! No te dije que podías preguntar si te ella —dijo—rugio.
Angie/Luna se sintió incómoda, pero también intrigada.
—¿Qué pasó con ella? —preguntó.
El Coco se enfureció, su rostro oscureciéndose.
—Te dije que no hables! —dijo—. No te atrevas a preguntar sobre ella maldita.
Angie/Luna se dio cuenta de que el Coco estaba hablando de su padre, la Muerte.
—Lo siento —dijo
El Coco se calmó, su mirada fija en Angie/Luna.
—Tú me haces recordarla —dijo—. Tu sonrisa, tus ojos... eres como ella.
Angie/Luna se sintió confundida. ¿Qué significaba esto? ¿Por qué el Coco se sentía atraído por ella?
La Estrategia de Seducción y Destrucción
Angie/Luna sonrió para sí misma mientras analizaba la situación. Había estado tan enfocada en su misión que no había considerado la posibilidad de utilizar su conexión con Kael para su beneficio.
"Puedo usar su atracción hacia mí para acercarme a él", pensó. "Puedo hacer que se sienta vulnerable y abierto, y luego..."
Su mente se llenó de ideas y planes. Podía utilizar su belleza y encanto para seducir a Kael, hacer que se rindiera a sus encantos. Y una vez que estuviera bajo su control, podría encontrar la forma de destruirlo.
"Pero debemos ser cuidadosos", se recordó a sí misma. "Kael no es un hombre común. Tiene poderes y habilidades que podrían hacer que mi plan fallara."
Angie/Luna se sintió un escalofrío de emoción al pensar en el desafío que se avecinaba. Estaba lista para jugar con fuego, para arriesgarse y ver hasta dónde podía llegar.
"Vamos a ver", se dijo a sí misma, sonriendo. "Vamos a ver cómo reacciona Kael cuando se dé cuenta de que estoy jugando con él."
Con una nueva determinación, Angie/Luna se dirigió hacia Kael, lista para comenzar su juego de seducción y destrucción.
Ya sabía dónde encontrarlo, había localizado su paradero, ahora debía buscar la forma de acercarse cada vez más a él hasta lograr su objetivo.
Angie lo miro con una mirada seductora, se dio vuelta y regreso por dónde había venido —Disfruta tu comida!—Grito.
Kael se detuvo en seco, su mirada fija en
Luna. Acababa de matar a un niño inocente frente a ella, y esperaba ver horror, miedo o lágrimas en su rostro.Pero en lugar de eso, Angie/Luna lo miró con una expresión vacía, sin emoción alguna. Su mirada era como un espejo que reflejaba la oscuridad de Kael.
Kael se sintió impactado. Nunca había visto a alguien que no se afectara por la muerte de un inocente.
Quería saber quién era esa mujer, cuál belleza era radiante como la luna, delicada como una rosa. Decidió seguirla, la vio montarse en su auto y conducir hasta Cinco Ranch, ubicado en Fort Bend y a solo una hora en auto de Houston.
El bosque estaba en:
Sam Houston National Forest.
La siguio hasta cinco Ranch hasta una casa pequeña, de paredes blancas, dos pisos, puerta de madera, y ventanas oequeñas de color negro, se quedó parado frente a la puerta, sin saber si entrar o no.
Kael Entró en la Casa de AngieKael atravesó la puerta de la casa de Luna, su mirada escaneando el espacio en busca de ella. La casa estaba en silencio, excepto por el sonido del agua corriendo en la ducha.
Se dirigió hacia el baño, su corazón latiendo con anticipación. Sabía que Luna estaba allí, y no pudo evitar sentir una sensación de intrusión y excitación.
Al llegar al baño, se detuvo frente a la puerta de la ducha, escuchando el sonido del agua y la respiración de Angie. Su imaginación comenzó a crear imágenes de ella bajo el agua, su cuerpo desnudo y relajado.
De repente, la puerta de la ducha se abrió, y Luna salió, envuelta en una toalla. Su cabello estaba mojado y pegado a su rostro, y su piel brillaba con gotas de agua.
Kael se sintió atrapado en su mirada, debía esconderse, se metió a un cuarto de los que estaban en la casa. Para ocultarse.
Cuando Luna se fue a su cuarto en la oscuridad de su habitación la acechaba en las penumbras de su habitación.