"ELEVEN"
ㅡ ¿Por qué no usas uno de tus super trucos y nos haces llegar? ㅡpregunta con la respiración agitada, cierra los ojos con fuerza y se detiene para recargarse sobre una roca.ㅡ agh, dame un momento.
Yunho se detiene y gira para verla, era la sexta vez en diez minutos que se detenían para que la chica descansara. Llevaban alrededor de dos horas caminando en las montañas Desire, y vaya sorpresa, Hae-in la humana era la única cansada que sudaba a más no poder.
ㅡ Ese lugar bloquea mis poderes, no puedo aparecernos, y si lo intento no sé dónde a dónde nos lanzará.
ㅡ ¿Al menos estamos cerca? ㅡtoma con urgencia la botella de agua que el demonio le da, y luego de tomar un largo trago, vacía el resto del agua sobre su cuerpo, luego cae en cuenta de lo que hizo y hace una mueca.ㅡ Ugh, parezco deportista de preparatoria.
ㅡ Yo lo calificaría cómo el inicio de una película sexual... ㅡse burla.ㅡ de muy bajo presupuesto, por cierto.
Hae-in lo mira mal y suspira.ㅡ En serio... ㅡse queja mientras deja en el suelo la bolsa donde cargaba la Daga, entonces se quita la blusa, quedando en un sostén deportivo. No sintió vergüenza, era algo que usaba en el gimnasio cuándo solía ejercitarse. Pasa la blusa por su pecho y rostro para secar el agua y sudor.ㅡ Ya no siento las piernas.
Yunho observa los pechos de la chica sin ninguna pena, luego observa a su alrededor, desearía saber si al menos estaban cerca de llegar al lugar, pero no sentía nada.
ㅡ Debemos seguir. ㅡavisa firme, provocando que la chica ponga los ojos en blanco.
ㅡ Si, si... ㅡmurmura y se agacha para tomar la bolsa, la cuelga en su hombro y comienza a caminar hacía él.ㅡ Te odio.
El demonio sonríe de lado y espera a que llegue a su lado para continuar el camino.ㅡ Si sirve de consuelo, creo que te vez muy caliente.
ㅡ Quizá sea porque llevo casi tres horas subiendo una maldita montaña bajo el sol. ㅡreclama, evitando el comentario que ciertamente la hizo sentir halagada.
ㅡ O quizá solo eres mi tipo. ㅡcontinua él para molestarla, pero Hae-in decide simplemente ignorarlo, y eso igual le divierte al demonio.
Luego de aproximadamente una hora más de caminata -sin contar las largas paradas de Hae-in para recuperar el aliento-, ya comenzaba a oscurecer, y el problema para la chica ya no era el calor del sol, si no las temperaturas de las montañas que cada vez disminuían más.
En un momento cuándo Hae-in se detiene, frota sus brazos con las manos para crear algo de calor, pero es en vano, entonces Yunho quita su saco y lo pone sobre los hombros de la chica.ㅡ Vamos, creo que ya estamos cerca.
Ella se acomoda bien el saco y se apresura en alcanzarlo.
ㅡ ¿Sientes algo? ㅡpregunta con un ligero titiriteo debido al frío en su rostro.
ㅡ Es una señal débil, pero está cerca.
Hae-in se aclara la garganta, y observa el camino mientras avanzan.ㅡ ¿Puedo preguntar algo?
ㅡ Suponiendo que puedas. ㅡbromea levemente.
ㅡ ¿Cómo es el infierno? ㅡpregunta sutilmente. Había visto muchas películas y series, todas pintaban aquel lugar de formas distintas, pero similares de alguna manera. Y ella siempre se preguntó si alguna estaba cerca de la realidad, ¿era el infierno un lugar en llamas? ¿Un lugar oscuro hecho ruinas? ¿O cada persona tenía su propio infierno acorde a sus pecados en vida? No solía pensar mucho en ese tema, solo cuándo lo veía en la televisión, se preguntaba cómo alguien podía tener tanta imaginación para esas cosas, entonces terminaba analizándolo, pero nunca de forma seria. Hasta que conoció a Yunho, y ahora que el alma de la chica iría al infierno, su intriga por ese lugar estaba presente en todo momento.
El demonio se detiene y gira para verla directamente.ㅡ Un consejo, amor. ㅡhabla con algo de seriedad.ㅡ No pienses demasiado en eso, de por sí ya sabes más de lo que un humano debería. El infierno no es para los vivos, sé paciente y espera tu turno.
Dice eso último con un poco de humor, al tiempo que toca ligeramente la nariz de la chica con la punta de su dedo, haciéndola fruncir el ceño y echar la cabeza hacia atrás por el gesto.
ㅡ Como sea... ㅡhace una mueca debido a la falta de una respuesta satisfactoria, y se queda parada por unos segundos mientras él retoma el camino, luego se apresura en alcanzarlo con otra pregunta.ㅡ ¿Cómo diriges el lugar?
ㅡ ¿Cómo dirijo el lugar? ㅡrepite con burla.ㅡ No es un centro de rehabilitación.
ㅡ ¿Entonces qué se supone que haces?
Yunho la mira de reojo un momento.ㅡ Tomo el té con la Reina Isabel.
ㅡ Si no quieres hablar de eso, solo dilo y ya no preguntaré. ㅡdice con voz seria, había captado a la perfección que él no quería hablar sobre el tema, sus respuestas fueron pasivamente evitativas, pero lo captó.
ㅡ No quiero hablar de eso. ㅡacepta tranquilamente. Iba a hacer un comentario para aligerar el ambiente, pero se detiene de golpe al sentir la misma energía de hace un rato, pero más cerca y mas fuerte, por un momento sintió algo similar a la falta de oxígeno.
ㅡ ¿Qué pasa? ㅡHae-in se pone a su lado, mirándolo con el ceño fruncido por su reacción, ella pudo ver como por unos segundos sus ojos se volvían completamente negros, y eso la asustó un poco.
ㅡ Estamos cerca.
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ㅡ No quiero entrar ahí. ㅡmenciona Hae-in viendo hacia la cueva frente a ellos.
ㅡ Tampoco yo. ㅡconfiesa el demonio, pues sentía una abrumadora energía de ese lugar, lo hacía debilitarse. Con mucho esfuerzo usa su poder para encender una de las viejas antorchas en la entrada de la cueva, y la toma para luego mirar a la chica.ㅡ No te alejes.
Hae-in no dice nada ante el hecho de que él tomó su mano y entrelazó sus dedos, solo asiente y entonces entran a la cueva, con la antorcha como unica fuente de iluminación. Conforme van caminando, la chica nota que todo es un completo silencio, no había eco, o el típico ruido de grillos, ni siquiera se escuchaban sus pisadas.
ㅡ ¿Siquiera estamos avanzando? ㅡpregunta en un susurro, pues por más que caminaban no llegaban a ninguna parte, era como un tunel infinito. Él no responde y tira levemente de su brazo para que siga caminando, pero entonces algo llama la atención de la chica en las paredes.ㅡ Espera, espera, ¿qué es eso?
Yunho observa las paredes, y suelta la mano de Hae-in para acercarse y pasar sus dedos por los símbolos grabados.ㅡ Es el idioma de los ángeles.
La chica lo mira a él y luego continúa analizando lo que para ella eran garabatos sin sentido. Y la razón es porque su cerebro no tiene la capacidad de entender lo divino, por lo que la única forma de ver el idioma sin perder la cordura, es a través de "garabatos".
ㅡ Genial, ¿y que dice?
El demonio continúa centrado en leer todo lo grabado en aquellas paredes de roca, y entre más leía, más impactante era todo. Yunho suspira cansado, la agobiante energía del lugar lo debilitaba cada segundo más que estaba ahí, y leer un idioma que ya no lo representaba también lo afectaba en cierta manera.