Capitulo 06

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Vladimir

Apague el televisor cuando las noticias fueron lo unico que aparecía por las altas horas de la noche, deje el frasco de mermelada sobre la mesa de centro junto a las galletas de nuez que había tomado de la cocina.

Las náuseas comenzaron a hacer efecto en todo mi cuerpo y más cuando Ivanov entro en la sala con una taza de café entre sus manos.

–¡Aleja eso!– cubrí mi nariz con la mano para evitar el nauseador aroma– ¿Cómo es que puedes tomar eso?

–Ya me artaste– dejo la taza sobre la mesa– no puedo comer absolutamente nada porque todo te da náuseas, pareces señora embarazada. ¿No será que Diana está embarazada y te están dando los síntomas a ti?

–No digas estupideces– le lance un cojín que logro esquivar– Diana es estéril, eso decía en su expediente médico cuando la contraté.

–Uno nunca sabe– se encogió de hombros– quizás y hicieron algún milagro.

–Estupido– me cruce de brazos.

–Yo solo digo, todos los antojos que tienes, las náuseas y de más, parecen síntomas de una embarazada y he visto en videos que en ocasiones los síntomas los tiene el hombre en lugar de la mujer.

–Pues esto debe de ser un error– tome una galleta y le di un mordisco– no he tenido sexo en meses con una mujer que no sea Diana.

–¿Y si...?– dejo la frase en el aire

Se lo pensó por varios segundos hasta que soltó una risa negando varias veces, después tomo su taza de café y le dio un sorbo.

–Es imposible, es estúpido el solo pensarlo– soltó un suspiro.

–¿Que es imposible?– enarque una ceja.

–Olvidalo– negó varias veces.

–Dilo ahora.

–Violeta...– comenzó vacilando– puede que esté... embarazada.

La simple idea de imaginarla con una pequeña pancita hizo que mi corazón saltara de felicidad. Sin embargo, me sentí perdido y confundido. ¿Debía buscarla? No, eso significaría caer nuevamente bajo su encanto y no estaba dispuesto a hacerlo. Además, no estaba seguro de si realmente estaba embarazada y esperando un hijo mío.

Ella nunca me había hablado de querer tener un bebé o de soñar con ser madre. Me parecía imposible. Si estuviera embarazada, ya me lo habría dicho. Después de todo, con un bebé, ella ganaría todo y no perdería nada. Podría exigirme cualquier cosa para ver a nuestro hijo, incluso Rusia, y yo estaría dispuesto a darle todo porque ese bebé sería una réplica de nosotros dos.

Algo que creamos aunque ella no me amara.

«¡Búscala joder!»

Cuando estuve a punto de replicar el cuerpo de Diana entro por la puerta, camino hasta sentarse en una de mis piernas y dejar reposar su cabeza sobre mi hombro.

–Amor, ¿por qué no vamos a dormir?– murmuró por lo bajo llena de ensoñación.

Ivanov sin decir una sola palabra más, tomo su café entre sus manos y salió de la habitación dejándonos a solas.

Me sentí atrapado. Con Diana no sentía la misma pasión que con Violeta. El contacto de Diana me parecía vacío y me generaba rechazo.

Debería odiar a Violeta, pero en lugar de eso, solo pienso en ir tras ella para saber si está esperando un bebé mío. Sin embargo, sé que si estuviera embarazada, ya habría venido a mí. Su ambición es insaciable y utilizaría a nuestro hijo para obtener más poder y territorios. Su interés propio siempre ha sido su prioridad.

–Vete a tu habitación, Diana–, le dije, retirando sus brazos de mi cuello.

Ella me miró, sus ojos brillantes de deseo, y sus labios se acercaron a los míos, buscando un beso apasionado. Pero yo no podía corresponder. No sentía la misma chispa, la misma atracción que una vez nos unió.

Me puse en pie, dejando que su cuerpo se deslizara hacia atrás en el sofá. Me ajusté la corbata de mi traje, necesitando distancia.

–Prepara tus cosas para mañana–, le dije, tratando de sonar indiferente. –Iremos a Grecia a un evento.

Una media sonrisa apareció en la comisura de sus labios mientras asentía, se puso en pie y me dejó un corto beso en los labios.

–¿A qué hora saldremos?– acuno mi rostro entre sus manos.

–Antes de las diez, tomaremos el jet y después allá podrás arreglarte. Solo estaremos un día y después volveremos.

Y sin más me fui a mi habitación a descansar.

Y sin más me fui a mi habitación a descansar

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Dominio oscuro: El corazón en guerra (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora