El destino dio un giro inesperado durante la Batalla de Hogwarts. Mientras la guerra se desataba a su alrededor, Hermione se encontró cara a cara con Bellatrix una vez más. Los ojos de la bruja oscura estaban llenos de furia y dolor, pero también de amor, un amor que ya no podían negar.
Sin una palabra, las dos se lanzaron a los brazos de la otra en medio del caos, sellando su destino juntas. Era un amor prohibido, pero real, nacido del odio y la guerra, pero florecido en algo mucho más profundo.
Juntas, enfrentaron el fin de la batalla, sabiendo que su conexión trascendía todo lo demás.