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Buscar a mi madre sin una dirección adecuada era como buscar un grano en el océano, así que llamé a Julie, la dueña de nuestro hogar anterior, y le pregunté si sabía sobre la nueva dirección a la que se había mudado mi mamá. Afortunadamente, Julie lo sabía porque aparentemente ella había ayudado a mamá durante el traslado. Estaba agradecido de que no preguntara dónde había estado los últimos tres meses.
- ¿Estás seguro de que me trajiste al lugar correcto, Chanyeol? - pregunté, mirando el trozo de papel y volviendo a la casa.
Chanyeol se rió entre dientes. - ¿Seguro que tu mamá no encontró un genio en los últimos meses mientras estabas fuera? - empecé a preguntarme lo mismo. Tal vez Mickey Mouse era una persona real también.
La casa nueva de mi madre era hermosa y nada de lo que había imaginado sería. Una casa de dos pisos moderna de ladrillo marrón con una valla de estacas blanca. Césped recortado y todo. Esta mierda fue elegante. ¿Mi madre se había vuelto a casar con un bastardo rico?
Chanyeol aparcó el coche en las sombras como le dije; no quería tomar ningún riesgo. Toqué el timbre y esperé. Volví a llamar y vi que las cortinas se movían y se cerraban. La puerta se abrió finalmente y mis manos volaron a mi boca mientras reprimía un fuerte sollozo que estaba a punto de estallar desde adentro. Mi madre estaba parada en la puerta, vestida con una túnica marrón sedosa. Su cabello negro teñido de rubio, y las bolsas cansadas que solían estar bajo sus ojos se habían desvanecido. Se veía mucho más joven y mejor, como una dama elegante que asistía al brunch del domingo con sus amigos y conducía coches caros e hizo caridad por diversión. Sus ojos se llenaron de lágrimas, la abracé y lloré en su hombro. Luego cerró la puerta y me llevó adentro. La sala de estar era impresionante con muebles que combinaban con las cortinas. Una pantalla plana montada contra la pared.
Mamá me sonrió. - ¿Te gustaría un poco de té, querido? - negué con la cabeza.
- Estoy bien - tenía que irme pronto; Christopher probablemente estaría aquí buscándome. - Mamá, necesito hablar contigo -nos acomodamos en el sofá, mamá tomó mi mano en la de ella. Mis lágrimas comenzaron a derramarse. Tenía preguntas sobre su mudanza a este lugar, quería preguntarle de dónde había sacado el dinero o si se había mudado con un hombre rico, pero primero tenía que sacar todo de mi pecho y rápido. Si había encontrado la dirección de mamá tan fácilmente, sabía que Christopher también lo haría, y no quería pensar qué pasaría entonces. - Fui secuestrado - lo confesé. Mamá pareció sorprendida por mi revelación. Continué, - Su nombre es Christopher Bang y él es un millonario magnate de los negocios, dueño de Bang Industries - me soné la nariz en un pañuelo. - También es un bastardo enfermo al que le gusta jugar juegos mentales estúpidos - Continúe llorando -Él sabe sobre la muerte de papá, y me está chantajeando y usando esa información para su beneficio. Tiene conexiones, mamá. Él vendrá a buscarme, así que no puedo quedarme aquí mucho más tiempo -
Mamá asintió, sus expresiones neutras. Creo que esto fue demasiado para ella, o pensó que me había vuelto loco y estaba inventando historias. - Pareces hambriento, cariño, hice macarrones con queso. ¿Te gustaría comer algo? -
- Sí, por supuesto - había pasado un tiempo desde la ultima vez que comí la comida de mamá. Yo estaba deseando. Entró en la cocina y metió un plato lleno de macarrones con queso en el horno microondas para calentarlo.
Unos minutos más tarde estaba devorando la comida. - Entonces, ¿cómo te mudaste aquí? - Yo le pregunté.
Ella se encogió de hombros. Las finas líneas en su frente se arrugaron. - Tu abuelo nos dejó una pequeña fortuna en su testamento - solté una carcajada.
- No creo que sea así de pequeña, mamá. ¿El abuelo ganó algún tipo de lotería antes de morir? - mi abuelo solía vivir en una granja antes. Pensar que el abuelo dejaría toneladas de dinero en su testamento parecía poco probable, considerando el hecho de que apenas sacaba provecho de la agricultura y pasaba la mayor parte del tiempo viendo televisión y bebiendo cerveza.
Algo no estaba bien.
Mi madre definitivamente estaba escondiendo algo. Antes de que pudiera decir otra palabra, sonó el timbre y llamaron brevemente a la puerta.
Mi corazón se aceleró. - Podría ser Christopher. Si es él, por favor no le digas que estoy aquí, ¿de acuerdo? Necesito un lugar donde esconderme - otro fuerte golpe. Mamá rápidamente me dijo que fuera al dormitorio y me escondiera en el armario.
Corrí al dormitorio principal, entré en el armario y me escondí detrás de las prendas colgadas que estaban alineadas. Un minuto después oí el sonido de unos pasos en retirada. El armario estaba oscuro, pero había un pequeño espacio en la esquina de la puerta donde podía mirar y ver lo que estaba pasando. Escuché el crujido de la puerta del dormitorio y una voz que dijo: "¿Dónde está él?" Mi corazón latía tan fuerte que pensé que saltaría de mi pecho.
Era la voz de Christopher.
Podía reconocer esa voz profunda incluso mientras dormía; la voz que me puso la piel de gallina, la voz que me robó las buenas noches de sueño.
- Él no está aquí - escuché a mamá decir. Christopher miró alrededor de la habitación y oré para que se mantuviera alejado del armario.
Si él me veía, mi vida terminaría.
Sabía de hecho que no solo me mataría, sino que me torturaría y se aseguraría de que suplicara la muerte.
Si me atrapaba, se terminaría el juego.
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