♡ Prólogo ♡

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El cielo lloraba a cántaros y mis ojos confundían mis lágrimas con lluvia.

— ... No fue tu culpa, no llores.

El suelo estaba frío y la lluvia ya no me dejaba sentir el poco calor que emanaba del cuerpo de quién se encontraba recostada en mis piernas.

— Eso es mentira, ¡si yo no hubiera sido tan descuidada esto no habría pasado!

— sigue sin ser tu culpa, tarde o temprano iba a pasar eso y lo sa-sabíamos... — ví como salía sangre de aquella fina boca y mis nervios empeoraron.

— ¡No, aún no te puedes morir!

La tormenta empeoraba y el agua empezaba a emerger en grandes cantidades.

— Lamento no haberte dicho lo que querías escuchar ese día...

Más lágrimas salieron y de aquellos ojos violetas empezó a salir pequeñas partículas doradas.

— ¡No te vayas, te lo ruego!

Sus ojos quedaron vacíos y frente a mi apareció el alma más pura que ví hasta el momento.

Me miró con la sonrisa mas bella que acostumbraba a mostrarme y minutos después se alejó perdiéndose entre el bosque.

Mi fuerza colapsó y un grito de dolor hizo que mi garganta ardiera, caí rendida ocultando mi rostro en el cuerpo frío que yacía en mis pies y lloré.

Solté lo que en 18 años no pude sacar.

Lágrimas que tenía prohibido liberar.

Recosté su cuerpo en el frío suelo y me puse de pie. Poco a poco el cuerpo empezó a ser consumido por la tierra, pequeñas margaritas crecían en abundancia bajo mis pies.

Me abrace a mi misma y sollocé una vez más.

El capricho de las almas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora